De la Vega y Montilla pactan el trasvase del Ebro a Barcelona contra la sequ¨ªa

En 1991, cuando el socialista Josep Borrell present¨® su plan hidrol¨®gico -trasvases entre todas las cuencas-, recomend¨® no hablar de trasvases, sino de transferencias de agua. La palabra ya estaba maldita. Nada ha cambiado.

La vicepresidenta Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez de la Vega neg¨® ayer que el Gobierno central prepare un trasvase del Ebro a Barcelona como soluci¨®n de emergencia para evitar restricciones en el consumo de agua: "No habr¨¢ ning¨²n tipo de trasvase". Lo hizo tras el primer Consejo de Ministros y despu¨¦s de reunirse con el presidente catal¨¢n, Jos¨¦ Montilla, y la titular de Agricultura y Medio Ambiente, Elena Espinosa. ?stas le presentaron la opci¨®n del Gobierno de enviar agua del Ebro a Barcelona mediante una tuber¨ªa paralela a la autopista AP-7 y le garantizaron que el agua llegar¨¢ a tiempo. No obstante, la instalaci¨®n no ser¨¢ desmontada. Montilla logr¨® convencer a ICV de que era un despilfarro eliminar una obra cuyo coste superar¨¢ ampliamente los 100 millones de euros.

La soluci¨®n se har¨¢ oficial hoy en Barcelona. El Gobierno huye de la palabra trasvase y lo llama "banco p¨²blico de agua", ya que comprar¨¢ el agua a dos comunidades de regantes de Tarragona que tienen una concesi¨®n de agua del Ebro. El caudal que vierte el Ebro al mar ser¨¢ te¨®ricamente el mismo. De hecho, los regantes ya han vendido el agua al Consorcio de Aguas de Tarragona (CAT): 120 hect¨®metros c¨²bicos. De ellos, el CAT consume unos 80. Los que ir¨ªan a Barcelona son los 40 restantes, de modo que no hay nueva extracci¨®n de agua del r¨ªo. La f¨®rmula no es nueva: los regantes de Murcia han pagado 5,7 millones de euros a regantes de Madrid por 31 hect¨®metros c¨²bicos de agua, lo que recibir¨ªa Barcelona en 10 meses mediante la nueva tuber¨ªa. Por eso De la Vega declar¨®: "No hemos optado por el trasvase, sino por lo mismo que en otros territorios".

Esa tuber¨ªa, los barcos de agua desde Tarragona, Marsella o Almer¨ªa (opci¨®n m¨¢s cara pero no contestada), y los pozos recuperados permitir¨¢n evitar las restricciones en Barcelona. La medida necesita un decreto ley de intercambio de agua entre cuencas.

El trasvase del Ebro a Barcelona fue considerado por el presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps (PP), "una humillaci¨®n" para la Comunidad Valenciana. Camps, que ha mantenido viva la guerra del agua desde la derogaci¨®n del trasvase del Ebro, anunci¨® manifestaciones para conseguir que los excedentes de este r¨ªo lleguen a su comunidad. "No voy a admitir la humillaci¨®n que significar¨ªa que lo que no se permite para nosotros se permita para otros territorios de Espa?a", declar¨®. El presidente valenciano tiene previsto reunirse con el presidente de Murcia, Ram¨®n Luis Valc¨¢rcel, y el l¨ªder del PP andaluz, Javier Arenas, en los pr¨®ximos d¨ªas para coordinar actuaciones de protesta contra la decisi¨®n del Gobierno. Para ellos, la f¨®rmula elegida es un trasvase del Ebro encubierto.

El derogado plan del PP ya inclu¨ªa un trasvase del Ebro a Barcelona, pero permanente y mucho mayor. Tras su derogaci¨®n, Murcia pidi¨® al Gobierno que le dejase construir una tuber¨ªa desde el Ebro para poder comprar agua a los regantes de Arag¨®n. Recibi¨® una negativa. El presidente de la gestora de los socialistas valencianos, Joan Lerma, afirm¨® que la f¨®rmula no supone sacar ni un litro m¨¢s de agua del Ebro. Lerma record¨® que hace dos a?os el Gobierno socialista actu¨® de manera similar y compr¨® agua del J¨²car a los regantes de Castilla-La Mancha para abastecer el ¨¢rea metropolitana de Valencia a trav¨¦s del canal J¨²car-Turia.

Joaqu¨ªn Ferrandis y Rafael M¨¦ndez.

Con informaci¨®n de Francesc Arroyo, Joan Foguet