La mayor fuerza pol¨ªtica rusa ofrece todo el poder a Vlad¨ªmir Putin

Rusia Unida (RU) ha ofrecido a Vlad¨ªmir Putin el cargo de presidente del partido, del que ni siquiera es militante, seg¨²n anunci¨® Bor¨ªs Grizlov, jefe de la Duma Estatal (Parlamento) y de RU. ?sta es la principal cuesti¨®n que deber¨¢ decidir el IX Congreso de la principal organizaci¨®n pol¨ªtica de Rusia, inaugurado ayer en Mosc¨².

La aceptaci¨®n o no de Putin dar¨¢ pistas muy precisas de cu¨¢les son sus intenciones una vez que su protegido, Dmitri Medv¨¦dev, asuma la jefatura de Estado y que el propio Putin pase a ocupar el puesto de primer ministro.

La agrupaci¨®n tiene 315 de los 450 diputados del Parlamento

Rusia Unida, un partido creado desde el Kremlin y del que se ha servido Putin durante estos ocho a?os para ejecutar su pol¨ªtica, le desea como militante y como l¨ªder, algo que el presidente hab¨ªa evitado hasta ahora. La decisi¨®n de encabezar su lista en las elecciones generales celebradas en diciembre fue un primer paso. El ¨¦xito cosechado por esta formaci¨®n en las urnas le sirve a Putin en bandeja una plataforma para reforzar su poder como primer ministro, en teor¨ªa dependiente de Medv¨¦dev. RU obtuvo el 64,3% de los votos, que se tradujeron en 315 de un total de 450, es decir, m¨¢s de los dos tercios que se necesitan para reformar la Constituci¨®n.

Aunque Grizlov admiti¨® que la invitaci¨®n para convertirse en militante era extensiva al futuro presidente de Rusia, el entorno de Medv¨¦dev ya ha dejado claro de que ¨¦ste no piensa ser miembro de RU, aunque comparte su ideolog¨ªa.

El principal argumento a favor de que Putin acepte ser presidente del RU es que con ello se garantiza su futuro contra cualquier vaiv¨¦n de su ahora s¨®lida amistad con Medv¨¦dev. La historia est¨¢ llena de disc¨ªpulos que no acatan el papel asignado por su protector cuando ¨¦ste debe pasar a un segundo plano. Como l¨ªder de RU, Putin se garantizar¨ªa un instrumento b¨¢sico: encabezar el partido que controla el Parlamento, C¨¢mara que aprueba los nombramientos de primer ministro, entre otros.

En el actual sistema pol¨ªtico ruso, que Putin tanto ha ayudado a consolidar en estos ocho a?os en el Kremlin, el primer ministro se encuentra indefenso ante el presidente, ya que es el que paga los errores pol¨ªticos. El jefe de Estado le puede destituir sin explicaci¨®n alguna. En la historia de la nueva Rusia hay casos llamativos, como el de Sergu¨¦i Stepashin, quien encabez¨® el Gobierno desde la primavera y el verano de 1999, y se enter¨® por los medios de comunicaci¨®n de que hab¨ªa sido destituido.

El Parlamento, donde RU tiene mayor¨ªa absoluta, entra en acci¨®n cuando el presidente propone al nuevo primer ministro. Los diputados pueden aprobar la candidatura o rechazarla. Pero el presidente en Rusia es omnipotente: nada le impide presentar una segunda vez la candidatura rechazada y luego una tercera. Si el Legislativo no la aprueba por tercera vez consecutiva, entonces puede disolverla C¨¢mara y nombrar de todas formas a su jefe de Gobierno. En su ¨¦poca, Bor¨ªs Yeltsin opt¨® por una soluci¨®n m¨¢s simple: mantuvo tranquilamente a Yegor Gaidar, que era imposible que el Parlamento aprobara, como primer ministro en funciones.

Sea como fuere, hay quienes sostienen que, independientemente del mayor peso que puede dar a Putin la presidencia de RU, ser¨ªa muy positivo para el desarrollo pol¨ªtico del pa¨ªs que ¨¦ste aceptara. As¨ª, por primera vez en la nueva Rusia, el primer ministro ser¨ªa el l¨ªder del partido que gan¨® las elecciones parlamentarias.

En Rusia Unida se preparan para el mejor desenlace. Ya han ideado una nueva estructura para la direcci¨®n del partido, con un presidente (Putin) y un presidente del Consejo Superior (Grizlov). En caso de que Putin no acepte ingresar como militante de RU, el partido ha aprobado una enmienda de los estatutos que permite dirigir la formaci¨®n a una persona que no es miembro.