El 22% de los empleados de la Comunidad falta al trabajo a diario

La Comunidad de Madrid, con 160.000 empleados, es el mayor patr¨®n de la regi¨®n y tiene graves problemas para gestionar sus recursos humanos. El sistema p¨²blico, admiten sus responsables, falla en motivar a la plantilla, crear equipos, adecuar las plantillas o formar a los trabajadores para adaptarse a nuevos puestos de trabajo. El resultado es un descomunal absentismo laboral, que alcanza el 22% de media y en algunos d¨ªas llega al 25%, admite el director general de Funci¨®n P¨²blica, Miguel ?ngel L¨®pez, quien expuso estos datos recientemente en la Asamblea de Madrid. En un d¨ªa cualquiera, entre 35.000 y 40.000 personas no van a trabajar por baja o permiso laboral.

La diferencia con la empresa privada es abismal. La media en las firmas, seg¨²n los ¨²ltimos datos es del 4,1%.Seg¨²n un estudio sobre 16.000 empresas por PricewaterhouseCoopers, publicado hace un a?o, el absentismo de los espa?oles en el sector privado es del 4,1%. El Estatuto de los Trabajadores asegura que una empresa tiene un absentismo elevado cuando ¨¦ste alcanza al 5% de la plantilla.

El absentismo tan elevado es s¨ªntoma de mala gesti¨®n, dice un experto CC OO: "Llevan tres legislaturas sin avanzar en lo que ahora denuncian"

El problema existe, pero seg¨²n apuntan los expertos consultados, tiene poco que ver con el t¨®pico del funcionario escaqueado. "Un absentismo tan elevado es el s¨ªntoma de una mala gesti¨®n de los Recursos Humanos. Donde el estr¨¦s y la sobrecarga de trabajo, o en el extremo contrario, la desmotivaci¨®n y la escasa gratificaci¨®n personal son la norma, el absentismo se multiplica", explica Francisco Prados de Reyes, catedr¨¢tico de Derecho del Trabajo en la Universidad de Granada.

El propio Miguel ?ngel L¨®pez admite que "los datos muestran un problema de fondo que requiere actuaciones urgentes". A¨²n m¨¢s, el director general alert¨® en la Asamblea de que "los gastos de personal empiezan a tener un protagonismo, un peso, incluso unas exigencias de cr¨¦dito [pagar las n¨®minas con deuda p¨²blica], que condicionan en muchos casos la realizaci¨®n de otras pol¨ªticas". El pago de las n¨®minas de los empleados p¨²blicos (entre funcionarios y contratados) consume m¨¢s de un tercio, 6.500 de 18.900 millones de euros, de los presupuestos de la Comunidad. "Estamos cerca del l¨ªmite", advierte L¨®pez.

"Hay d¨ªas en los que la cuarta parte de los trabajadores de nuestros empleados est¨¢ de baja", admiti¨® L¨®pez en la Asamblea. "Tal vez sea un problema de todos: de los jefes que no saben organizar, de los trabajadores que no est¨¢n motivados, de las condiciones de trabajo, etc¨¦tera. Pero esto no se puede soportar. Al contribuyente no se le puede decir que, en algunos casos, el 25% de la plantilla est¨¢ de baja, porque para ello no existe ninguna raz¨®n sanitaria ni l¨®gica. Habr¨¢ que sentarse y estudiarlos", sigui¨® L¨®pez.

El responsable opina que una de las m¨¢s razones m¨¢s importantes es la falta de adecuaci¨®n de algunas plantillas. "Hay ¨¢mbitos en los que falta personal y otros en los que sobra", explic¨® L¨®pez en la Asamblea.

En el primer caso, entre las que se cuentan funciones como la atenci¨®n a enfermos y ancianos, atenci¨®n al p¨²blico o tareas auxiliares administrativas, la sobrecarga de trabajo acaba repercutiendo en la salud f¨ªsica (artrosis, artritis, lumbalgias y otros problemas de la espalda) o ps¨ªquica (estr¨¦s), seg¨²n la Comunidad de Madrid. Esto tiene, adem¨¢s, un efecto perverso, seg¨²n el catedr¨¢tico de Psicolog¨ªa Social de la Universitat de Valencia, Jos¨¦ Mar¨ªa Peir¨®: "Sin una adecuada pol¨ªtica de sustituci¨®n, los trabajadores que siguen acudiendo al trabajo todav¨ªa tienen m¨¢s sobrecarga, siendo un c¨ªrculo vicioso".

En el extremo contrario, dijo L¨®pez en la Asamblea, se encuentran "unidades de trabajadores como fogoneros, pinches de cocina, de lencer¨ªa, etc¨¦tera" en los que la falta de trabajo lleva a una "desmotivaci¨®n generalizada" que dispara la conflictividad y trastornos relacionados con la falta de realizaci¨®n personal como la depresi¨®n.

Peir¨® destaca que en estos casos "se instala una cierta cultura del absentismo que resulta tolerada y aceptada al menos de facto por todo el mundo. Esta situaci¨®n resulta muy dif¨ªcil de cambiar".

La Comunidad admite que ha fallado la formaci¨®n y el reciclaje ante el envejecimiento. "Tenemos casi un millar de limpiadoras con 55 a?os y unos trastornos f¨ªsicos l¨®gicos por su edad y su trabajo que elevan las bajas laborales", explica L¨®pez. "Ah¨ª hace falta un enorme esfuerzo de reciclaje, para prepararlas, por ejemplo, para que ocupen puestos de auxiliares de control o administrativas, que es donde falta personal", a?ade.

En total, la Comunidad calcula que es necesaria una reconversi¨®n "no para despedir, sino para reciclar" a entre 6.000 y 10.000 empleados p¨²blicos. "El trabajo p¨²blico es muy garantista, y quiz¨¢ este es otro de los problemas. La falta de objetivos, el que todos ganen lo mismo y sumen antig¨¹edad sin relaci¨®n con los logros conseguidos es sin duda una de las causas de desmotivaci¨®n que est¨¢ en el origen de los dem¨¢s problemas", a?ade L¨®pez.

Francisco Garc¨ªa, responsable de Educaci¨®n de CC OO y negociador con la administraci¨®n auton¨®mica, comparte "la necesidad de modernizar la administraci¨®n y en eso es clave y urgente establecer cuantos mecanismos hagan falta para mantener el compromiso que los empleados p¨²blicos tienen con el sistema p¨²blico". Garc¨ªa, sin embargo, califica de "poco cre¨ªbles y tergiversaci¨®n" los datos de absentismo ofrecidos por la Comunidad. "Esta administraci¨®n lleva m¨¢s de tres legislaturas sin avanzar en eso de lo que ahora alerta. El propio L¨®pez ha retrasado reiteradamente las reuniones pendientes que tenemos desde octubre. No entendemos este mensaje de alarmismo", se?al¨®. "Compartimos la necesidad de abordar una reforma a trav¨¦s de una nueva ley".