"?D¨®nde ha estado Gallard¨®n todo este tiempo?" "?En China!"
El ambiente estaba caldeado. Literalmente. Faltaban 10 minutos para que empezara la asamblea y muchos ya se abanicaban con la fotocopia donde se resum¨ªa la propuesta de la empresa. Ni un asiento libre en el auditorio de UGT de la avenida de Am¨¦rica. Decenas de trabajadores de la EMT se quedaron de pie mientras los representantes de los cinco sindicatos trataban de explicarles que el convenio que ofrece la empresa no es "magn¨ªfico", pero s¨ª "bueno". "Esta propuesta es lo mejor que hemos conseguido", afirm¨® Jaime Garc¨ªa, de la mayoritaria Plataforma Sindical.
No consiguieron convencerles. El 60% vot¨®, a mano alzada, que no. Que hay que seguir negociando. "Se puede mejorar y hay que intentarlo", dijo ?ngel Lucio, de las cocheras de La Elipa, durante el turno de palabra. El inter¨¦s era tal, que algunos asistentes confesaron que tambi¨¦n hab¨ªan estado en la asamblea matutina, en la que la votaci¨®n dio el mismo resultado.
El absentismo. ?sa es la clave. Y la duraci¨®n del convenio: cuatro a?os. Los trabajadores no aceptan que el complemento salarial est¨¦ ligado al absentismo. Y eso que, seg¨²n les asegur¨® Alberto Blanco, de CC OO, "m¨¢s del 80% de la plantilla no tendr¨¢ problemas para cobrarlo". "Es un castigo, no un premio. No hay nada tangible; queremos algo que podamos tocar", contest¨® uno de los trabajadores que subi¨® al atril.
Ni el calor sofocante que hac¨ªa en la sala, a reventar con m¨¢s de un millar de personas, pudo aplacar a los asistentes. "Nos estamos dejando las u?as para rascar de donde no hay", dijo Daniel Gala, de UGT. "?Pues para los de arriba s¨ª hay!", le contest¨® un vozarr¨®n desde la platea. Sonaron varios "buuuuu" mientras hablaban los representantes sindicales. Y tambi¨¦n muchos aplausos para agradecerles la negociaci¨®n, que Juan Antonio Alonso, de Sicam, describi¨® como "crispada" y "a cara de perro".
Le¨®n, en el turno de palabra, critic¨® que la empresa hubiera enviado a "un segund¨®n" [el director de recursos humanos, Juan Antonio Garrido] a negociar. "?D¨®nde ha estado el se?or Gallard¨®n en estos dos meses?", se pregunt¨®. "?En China!", le contestaron al un¨ªsono desde varios puntos del auditorio. Risotada general.
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