Un hombre de la Navy
La vida de personas como ¨¦l se ha visto reflejada, con mayor o menor protagonismo, en m¨²ltiples pel¨ªculas norteamericanas ambientadas en el Ej¨¦rcito o la Marina de EE UU. Apenas se hab¨ªa soltado a andar en su Bayamo natal, capital de la provincia cubana de Granma, cuando emigr¨® con sus padres a Estados Unidos all¨¢ por 1960.
Fue oficial de la US Navy y como tal comandante de fragata y segundo comandante de buque anfibio, adem¨¢s de haber adquirido una gran experiencia como oficial de Estado Mayor dedicado a tareas de log¨ªstica e instrucci¨®n de t¨¢cticas en la base naval de San Diego, California.
Su ¨²ltimo destino militar, antes de incorporarse a Lockheed Martin como experto en mercados federales, fue el de director de soluciones de tecnolog¨ªas de la informaci¨®n, adquisiciones, gesti¨®n de clientes, ingenier¨ªa, integraci¨®n y pruebas en la Junta de Jefes de Estado Mayor en el Departamento de Defensa en Washington.
No cabe duda de que le han cundido sus estudios de pol¨ªtica internacional en Carolina del Sur y en gesti¨®n de informaci¨®n e inform¨¢tica en San Luis, que ha salpimentado con su afici¨®n rokera a la guitarra de la que se muestra especialmente orgulloso. Lockheed Martin no s¨®lo es la primera empresa mundial en tecnolog¨ªas de defensa, sino una de las mayores tambi¨¦n en tecnolog¨ªas de la informaci¨®n, en las que Manguley se mueve como pez en el agua. Es el mayor proveedor de estos sistemas para la Administraci¨®n norteamericana, incluidos algunos de los organismos y agencias encargadas de la seguridad nacional, habituales en las pel¨ªculas de esp¨ªas.
En Espa?a, a juzgar por sus primeras declaraciones, parece que va a seguir manteniendo y fomentando esa dualidad entre la dimensi¨®n militar y la seguridad civil, aunque con una especial atenci¨®n a la ¨²ltima para tratar de equilibrar su presencia.
Se encuentra con tres respaldos importantes: el sistema de misiles Aegis, para las fragatas F-100, el sistema Scomba para los submarinos S-80 y su participaci¨®n en el programa para aviones de vigilancia mar¨ªtima de la guardia costera de EE UU, Deep Water. Y con un reto tambi¨¦n importante: la sustituci¨®n durante los pr¨®ximos lustros de los cazas actualmente en servicio y para los que cuenta con su programa Joint Strike Fighher.
Sin perder de vista a sus dos grandes aliados en Espa?a, EADS CASA y Navantia, tratar¨¢ de acercarse m¨¢s al resto de empresas de menor tama?o, con especial inter¨¦s por las de su especialidad: las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n.
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