Esto, lo crea o no, es una revista
Riesgo e iron¨ªa alientan el resurgir de las publicaciones experimentales
"Nos interesa el contacto directo con el artista y experimentar. Queremos ser un veh¨ªculo de obras originales y creadores independientes". Pedro Corpa no es un editor al uso. Este madrile?o de 26 a?os publica desde hace cuatro Pa' Comer Aparte, una revista ensamblada.
"Vivimos una nueva edad de oro", asegura Antonio G¨®mez
Un proyecto participativo que desempa?a junto a la madrile?a Cecilia Moreno, de 28 a?os. Una propuesta autofinanciada que resume a la perfecci¨®n lo que es una revista ensamblada. "Sugerimos un tema a los creadores y recibimos sus trabajos firmados. Luego los juntamos en un continente", detalla Corpa, estudiante de Bellas Artes. Nueve n¨²meros con t¨ªtulos como Las Pesadillas o Las Cartas en soportes extravagantes (almohadas, misivas de amor, cajas de hamburguesa) y un d¨¦cimo en elaboraci¨®n. "Tratar¨¢ sobre los estigmas; prefiero no avanzar nada sobre el contenedor. Jugamos con el factor sorpresa". Empezaron con 25 originales por entrega. Hoy incluyen 50. "Al principio nos limit¨¢bamos a una tirada de 40 ejemplares gratuitos. Hemos subido a 150. Y desde diciembre de 2006 los vendemos por 25 euros".
El g¨¦nero de la revista ensamblada brill¨® en los sesenta, rein¨® en los setenta y ochenta, y empez¨® a decaer a finales de los noventa. "Vivimos una nueva edad de oro", opina Antonio G¨®mez, un conquense de 57 a?os considerado por los creadores actuales de revistas ensambladas como un mentor. Las razones de su florecimiento son, seg¨²n G¨®mez, de caj¨®n: "Los antiguos creadores dan clases en las facultades de Bellas Artes. Y organizan ferias sobre libros-objeto donde se re¨²nen propuestas como Pa' Comer Aparte o El Costurero de Aracne". Un panorama que facilita la difusi¨®n de un g¨¦nero desconocido para el lector tradicional. "El libro objeto no conoce l¨ªmites, no respeta leyes de mercado y no se rige por modelos preconcebidos. No es un acto racional, sino emotivo, integrador y l¨²dico. Son los libros m¨¢s libres de todos los libros".
"Actualmente conviven unas quince publicaciones espa?olas", especifica. Desde Lalata, de las profesoras en la Escuela de Arte de Ciudad Real Manuela Mart¨ªnez Romero y Carmen Palacios, ambas de 35 a?os y que como su nombre indica es una lata de conservas con sensaciones olfativas, gustativas y t¨¢ctiles, hasta la revista-DVD La Bolsa (con video-acciones de un m¨¢ximo de cuatro minutos de duraci¨®n), pasando por Laurel editada en una bandeja de corcho blanco. Una modalidad donde caben extravagancias como Entretelas, creada en el taller de tejidos de Granada. Una revista "lavable", "biodegradable" y "planchable".
En este resurgir tiene mucho que ver Internet. "La Red da alas a los j¨®venes que aprenden a ser difusores de comunicaci¨®n y protagonistas. Les ense?a a atreverse a hacer cosas", confirma el presidente de la Asociaci¨®n Nacional de Estudios Psicol¨®gicos y Sociales, Javier Garc¨¦s.
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