Viajes

Los viajes, si se hacen bien, dan para mucho. A veces, incluso un mal viaje sale estupendo. Thomas Kohnstamm, uno de los autores de la famosa editorial de gu¨ªas Lonely Planet, acaba de publicar un libro sobre sus aventuras como enviado especial a decenas de destinos tur¨ªsticos. Casi todas sus revelaciones son previsibles. Le pagaban poco dinero, no le proporcionaban ayuda log¨ªstica y, contraviniendo las normas internas, se identificaba como escritor de Lonely Planet para comer y dormir gratis. En una ocasi¨®n tuvo una aventura sexual con la camarera de un restaurante; l¨®gicamente, otorg¨® una excelente calificaci¨®n al servicio del establecimiento.

Kohnstamm fue contratado porque hablaba bien el espa?ol. Su primer destino fue Brasil, lo cual da una idea de c¨®mo funcionan las cosas. Hizo un art¨ªculo sobre la historia de Colombia sin leer ni un solo libro: ten¨ªa una novia, becaria en el consulado colombiano en San Francisco, que le pas¨® unas cuantas fotocopias. Hasta ah¨ª, normal. Cuando se vio muy mal de dinero, Kohnstamm recurri¨® a la venta de drogas: ¨¦sa es una de las pocas an¨¦cdotas no previsibles.

Tras la aparici¨®n del libro de Kohnstamm, Lonely Planet ha revisado con lupa todas sus aportaciones a las gu¨ªas de viajes. Y no ha aparecido ning¨²n dato discutible. Ni siquiera en el restaurante de la camarera complaciente: por lo visto, el servicio es, en efecto, muy bueno. Vistos los elementos, Kohnstamm parece un tipo animoso, imaginativo y d¨²ctil: un buen viajero y, por tanto, un buen autor de gu¨ªas.

Tele 5 emite algo que, de alguna forma, se hace pasar por programa de viajes. Se llama Dutifr¨ª y en realidad habla de un solo viaje: el egotrip de su autor, Javier Sard¨¢. Infumable. Kohnstamm podr¨ªa ser un narcotraficante a gran escala y no haberse movido jam¨¢s de Estados Unidos, y cualquier cosa que hiciera ser¨ªa mejor que Dutifr¨ª.