Una Fedra luminosa
Fedra fue quien nos uni¨®. Una Fedra "luminosa", como a ¨¦l le gusta llamarla.
Para m¨ª, una Fedra que encierra los valores generales de la dramaturgia de Mayorga. Por ello me valgo de nuestra Fedra para describir lo que para m¨ª representa su obra: en primer lugar, me impresiona la limpieza con la que es capaz de comunicar las ideas a la escritura. A primera vista parecer¨ªa que no necesitara corregir nada, que el paso de la idea a la palabra, a frases y oraciones, no tuviese el m¨¢s m¨ªnimo obst¨¢culo, que fluyera libremente sin una duda. No es as¨ª, claro, pero es la claridad de esa limpieza o su capacidad de s¨ªntesis las que hacen de sus textos un arma precisa y contundente sobre la realidad.
Inmediatamente despu¨¦s: su utilizaci¨®n de la estructura dram¨¢tica. Para m¨ª, un antinarrativo confeso, que fui educado en el conflicto como pieza fundamental de teatro, encontrarme con Fedra (leer y ver naturalmente otros muchos textos como Cartas de amor a Stalin, Himmelweg, etc¨¦tera) fue encontrarme con la herramienta perfecta para desarrollar mi trabajo: un texto teatral, no descriptivo ni explicativo, cuyo an¨¢lisis es un campo f¨¦rtil, interminable, donde caben mil y una posibilidades, en el que se condensa, de una manera u otra, la vida y que necesita irremediablemente del actor, de su cuerpo y su alma, para vivir.
Despu¨¦s su capacidad veloz y directa para eliminar lo que, a trav¨¦s del ensayo, perturba, consciente siempre de la situaci¨®n exacta en la que el trabajo se est¨¢ desarrollando. Y su discernimiento para darse cuenta de lo que falta o de lo que es factible cambiar. En una palabra, su conocimiento del hecho teatral -como ¨¦l dice: la experiencia teatral- y saber cu¨¢l es el lugar de cada uno, siendo consciente de la colectividad sin la que el teatro es imposible. Conscientemente reh¨²yo la palabra humildad.
Por ¨²ltimo, su capacidad de compromiso: compromiso moral y pol¨ªtico con la vida. Su "condici¨®n de ciudadano". Su responsabilidad con todo lo que se cuenta, con la situaci¨®n que describe, con cada uno de los personajes y con el d¨®nde y cu¨¢ndo se cuenta; en definitiva, con las circunstancias que nos rodean.
"Palabras que cantan, las que suben y bajan... las amo, las adhiero, las persigo, las muerdo, las derrito... ?Amo tanto las palabras! las que glotonamente se esperan, se acechan, hasta que de pronto caen... entonces las revuelvo, las agito, me las bebo, me las zampo, las trituro, las emperejilo, las liberto...". Este texto de Neruda parece escrito por y para Juan... Yo amo tus palabras. -
Jos¨¦ Carlos Plaza es director teatral
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