Financiaci¨®n y estoicismo
La Generalitat catalana sugiere que el modelo de financiaci¨®n auton¨®mica debe optar por practicar una suerte de nivelaci¨®n parcial. Esto es, el sistema debe garantizar que las comunidades aut¨®nomas tengan recursos suficientes para cumplir con sus competencias en sanidad, educaci¨®n y servicios sociales, pero no con el resto. Sabiendo que ese resto supone alrededor del 30% de lo que hacen los gobiernos auton¨®micos, una generalizaci¨®n del criterio supondr¨ªa fuertes recortes en los recursos de Comunidades con capacidad fiscal inferior a la media, como Galicia, y mejoras sustanciales en las Comunidades m¨¢s ricas. Estoy en desacuerdo.
Primero, ?por qu¨¦ hay que reducir los esfuerzos niveladores a esos tres servicios? En la Constituci¨®n Espa?ola, la legislaci¨®n estatal b¨¢sica y la jurisprudencia derivada, se habla de muchas otras cosas. Se habla de vivienda, de cultura, de medio ambiente, de desarrollo econ¨®mico... ?Qu¨¦ conseller¨ªa del gobierno gallego es innecesaria y no importante para el bienestar social?
La descentralizaci¨®n en Espa?a es un ¨¦xito porque se ha hecho garantizando la cohesi¨®n social
Segundo, el ¨¦xito de la descentralizaci¨®n en Espa?a se debe a varios factores, entre los que figura el que se ha hecho garantizando la cohesi¨®n social. Romper ahora con esto es hacer trampas. Planteado de otra manera: ?Estar¨ªamos dispuestos gallegos, andaluces o extreme?os a aceptar competencias en vivienda, I+D+i o medio ambiente si en su momento nos hubieran dicho que iban a estar mucho peor financiadas que si se mantuviesen bajo el paraguas del Gobierno central?
Tercero, Espa?a no es Canad¨¢ ni Alemania. Ellos son pa¨ªses federales que se construyeron en la ¨¦poca moderna desde una situaci¨®n de fragmentaci¨®n. Con grandes esfuerzos, se consolidaron espacios comunes y mecanismos de solidaridad avanzados, aunque sin conseguir equidad plena.
Espa?a parte de un Estado centralizado en el que los consensos en pos de la igualdad de acceso a los servicios p¨²blicos en los diferentes territorios es algo que no hace falta construir, porque est¨¢ en "sus genes". ?C¨®mo es posible que fuerzas pol¨ªticas situadas en la izquierda ideol¨®gica impulsen estrategias de reducci¨®n en los espacios de solidaridad? ?Qu¨¦ diferencia existe entre reclamar que la solidaridad se elimine o aten¨²e al llegar a las fronteras regionales y plantear que la frontera sea la familia, como defienden los liberales m¨¢s radicales y contrarios al Estado del Bienestar?
A mi juicio, la Generalitat tiene toda la raz¨®n al demandar m¨¢s recursos para la financiaci¨®n de sus servicios. Existen factores objetivos que justifican una mejora en su financiaci¨®n per c¨¢pita. Pero eso se puede hacer discutiendo multilateralmente sobre las necesidades de gasto y no propugnado el levantamiento de fronteras fiscales. La soluci¨®n a la injusticia que supone el r¨¦gimen del que disfruta el Pa¨ªs Vasco y Navarra no se solventa creando nuevas injusticias.
En clave gallega, tambi¨¦n hay cosas que chirr¨ªan. Con el amplio inventario de investigaciones y publicaciones que se han hecho ya al respecto, no entiendo c¨®mo es posible que el BNG siga sosteniendo que es falso que Galicia sea beneficiaria neta de la solidaridad interterritorial. Ante esto s¨®lo puedo decir tres cosas. Primera, que el BNG es la ¨²nica fuerza pol¨ªtica espa?ola que niega la existencia de redistribuci¨®n interterritorial. Segunda, que en las reuniones de expertos en las que he participado a la largo de mi trayectoria profesional, esta negaci¨®n genera reacciones que van de la incredulidad al cachondeo.
Tercero, que en el n¨²mero 106 de la revista Tempos Novos, Albino Prada me acompa?a como autor de un breve art¨ªculo de divulgaci¨®n en el que desplegamos toda la pedagog¨ªa con la que el Se?or nos ha dotado para mostrar que Galicia no es Marte, est¨¢ sujeta a las mismas leyes f¨ªsicas que el resto del planeta, y que una renta per c¨¢pita situada claramente por debajo de la media supone ser beneficiario neto de la solidaridad interterritorial. Si nos la cargamos, me temo que la Xunta deber¨ªa de inmediato impulsar una campa?a informativa sobre las bondades de la filosof¨ªa estoica. Si le llega el dinero, claro.
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