La crisis golpea al 'New York Times'
Los inversores reclaman un cambio de estrategia ante los n¨²meros rojos
Kent Martin, un anticuario de Toronto, pag¨® 4.800 d¨®lares en agosto en una subasta por la hist¨®rica mesa de caoba en la que el consejo de The New York Times se reuni¨® durante d¨¦cadas. La editora del peri¨®dico m¨¢s prestigioso del mundo sac¨® a subasta otras reliquias del pasado a ra¨ªz de su mudanza. El Times se ha trasladado desde el polvoriento edificio de la calle 43 en el que hab¨ªa estado durante 94 a?os, a la moderna torre de la Octava Avenida dise?ada por Renzo Piano y decorada con mobiliario vanguardista. Tras la junta celebrada esta semana, en la nueva mesa del consejo se sentar¨¢n representantes de accionistas disidentes que piden un cambio no s¨®lo de mobiliario, sino tambi¨¦n de estrategia.
Dos accionistas cr¨ªticos han entrado en el consejo esta semana
La junta de accionistas de The New York Times Company nombr¨® consejeros este martes a los representantes de dos hedge funds, Harbinger Capital y Firebrand, que se han convertido en los principales accionistas de la compa?¨ªa, con un 20% del capital. Reclamaron sus puestos de forma hostil, pero, tras la oposici¨®n inicial, la empresa decidi¨® allanarles el paso al ampliar de 13 a 15 el n¨²mero de miembros del consejo en un intento por evitar la guerra abierta. Las familias Ochs-Sulzberger conservan el control gracias a que sus acciones privilegiadas les dan derecho a nombrar nueve consejeros, pero los malos resultados han incrementado la presi¨®n para que cambie la estrategia de la compa?¨ªa.
Los fondos tienen las ideas claras: quieren que la empresa venda la editora del Boston Globe y su participaci¨®n del 17% en la compa?¨ªa propietaria de los m¨ªticos Medias Rojas de Boston, y que dedique ese dinero a comprar firmas de Internet.
Los gestores de la editora est¨¢n de acuerdo en aumentar los ingresos online, pero no parecen dispuestos a vender el Globe, entre otras cosas, porque no ser¨ªa f¨¢cil encontrar un comprador que pagase un buen precio en plena crisis de los medios escritos.
Los diarios de Estados Unidos sufrieron en 2007 una ca¨ªda del 9,4% en los ingresos por publicidad impresa, el mayor retroceso desde que el sector empezara a elaborar sus estad¨ªsticas hace 57 a?os. La crisis econ¨®mica refuerza los efectos del cambio secular en el negocio por la competencia de Internet.
The New York Times no ha escapado a esa crisis y est¨¢ pasando por serios apuros para hacer cuadrar sus cuentas. Cerr¨® el primer trimestre con p¨¦rdidas de 335.000 d¨®lares (unos 210.000 euros) por una ca¨ªda del 9,2% en la publicidad. Un a?o antes gan¨® 23,9 millones.
El Times est¨¢ sometido a la misma presi¨®n que sienten otras dinast¨ªas de la industria period¨ªstica en EE UU, como el Grupo Tribune y Media General, que ven c¨®mo la inversi¨®n en publicidad y los h¨¢bitos de los lectores se dirigen cada vez m¨¢s hacia los medios electr¨®nicos, especialmente en los anuncios clasificados. Este a?o, adem¨¢s, hay un par¨®n en la publicidad inmobiliaria, del autom¨®vil y las ofertas de empleo.
Esta combinaci¨®n de factores provoc¨® que los ingresos globales de la editora del Times cayeran un 4,8% entre enero y marzo, hasta los 747,9 millones de d¨®lares (cerca de 470 millones de euros), con un desplome del 22,6% en los anuncios clasificados. "Es un momento complicado para la industria", explic¨® su presidenta ejecutiva, Janet Robinson. Lo ¨²nico positivo es que los ingresos por circulaci¨®n subieron un 1,9% por un aumento de las suscripciones y del precio en los quioscos. Tambi¨¦n puso su granito de arena el alquiler de cinco plantas de su nuevo rascacielos. El negocio electr¨®nico representa un 11,1% de los ingresos del grupo, frente al 9,5% de hace un a?o.
Los analistas creen que ser¨¢ complicado que el dinero que fluye hacia Internet vuelva al papel cuando la econom¨ªa repunte. Y recuerdan lo sucedido en la recesi¨®n de 2001. Los anuncios clasificados cayeron un tercio, desde los 5.700 millones un a?o antes. Nunca m¨¢s recuperaron ese nivel y cayeron a 3.800 millones en 2007, seg¨²n la Newspaper Association of America. Con la estructura actual, las divisiones electr¨®nicas no ser¨¢n capaces de compensar lo que se pierde en el papel por lo menos hasta 2012.
Mientras muchos medios rivales recurr¨ªan a las regulaciones masivas de empleo para reducir costes, el Times se distanci¨® lo que pudo de esa senda. Hasta febrero, cuando comunic¨® a sus empleados un programa de bajas voluntarias para eliminar un centenar de puestos de los 1.332 que integran su redacci¨®n central y reestructurar los departamentos.
La propuesta no logr¨® el objetivo, por lo que se ver¨¢ forzada a proceder a un n¨²mero limitado de despidos. En una comunicaci¨®n interna, la direcci¨®n inform¨® de que se han hecho todos los esfuerzos necesarios para evitar este extremo. "Los despidos se han convertido en algo muy com¨²n en nuestra industria", reza la misiva, en lo que dice que ser¨¢ la primera vez que la redacci¨®n tendr¨¢ que afrontar "la cruda realidad" para seguir haciendo un peri¨®dico de calidad.
Esta semana se lleg¨® a ver al magnate neoyorquino Michael Bloomberg como la soluci¨®n a todos los males. El alcalde de Nueva York, fundador de la agencia de noticias que lleva su nombre, ser¨ªa un buen protector de la compa?¨ªa frente al acoso de los nuevos inversores. Pero Bloomberg, que posee una fortuna de 11.600 millones de d¨®lares, dej¨® claro que no tiene intenci¨®n de invertir en medios impresos.
El martes, al tiempo que los nuevos inversores entraban en el consejo, Moody's rebajaba la calificaci¨®n de la deuda de la empresa hasta dejarla s¨®lo un pelda?o por encima de los bonos basura. El grupo, que gan¨® 208 millones de d¨®lares en 2007, ha perdido la mitad de su valor en Bolsa en poco m¨¢s de tres a?os, hasta dejarlo en unos 2.900 millones de d¨®lares (unos 1.800 millones de euros).
El grupo editor de The New York Times, su cabecera de referencia, posee, adem¨¢s del Boston Globe, el International Herald Tribune, el Worcester Telegram y 15 diarios locales. Tambi¨¦n controla el portal About.com.
Si la estrategia de desprenderse de activos triunfa, el Times deber¨¢ tener m¨¢s cuidado. Tishman Speyer Properties gan¨® 350 millones al comprar y revender la vieja sede del peri¨®dico. Y el anticuario de Toronto, tras un buen pulido y una capa de cera, ha multiplicado el precio de la vieja mesa de caoba.
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