Un paso adelante
Las elecciones generales y auton¨®micas, y sus consecuencias inmediatas en el ¨¢mbito institucional, han ratificado rotundamente la hegemon¨ªa pol¨ªtica del PSOE en Sevilla y su provincia. Al hecho, sin precedentes, de que en la capital de Andaluc¨ªa los socialistas ostenten la alcald¨ªa por tercer mandato consecutivo, incrementando desde los 10 concejales de 1995 a los 15 de 2007, a diferencia de lo que ocurri¨® en el pasado con todos los grupos que la tuvieron, hay que a?adir ahora la consolidaci¨®n de la fuerza de mi partido en todos los comicios en esta circunscripci¨®n sevillana. El PSOE andaluz tiene aqu¨ª un gran baluarte. El PSOE federal sabe bien del papel clave de los socialistas andaluces en la victoria socialista en las elecciones generales y del peso espec¨ªfico de Sevilla en esa potente realidad pol¨ªtica.
Hechas las valoraciones y ajustados los equipos, se abre ahora el tiempo de llevar a cabo, en Andaluc¨ªa y en Espa?a, el programa de gobierno con el que el PSOE ha ganado las elecciones. En eso estamos.
Pero es hora, tambi¨¦n, de ejercer la democracia interna en el seno del partido, de acuerdo con los calendarios y los procedimientos que nos hemos dado. No es una cuesti¨®n menor, ni ajena a los intereses de los ciudadanos; no son cuitas internas ni asuntos de cen¨¢culos. De que sepamos hacerlo bien van a depender muchas cosas que afectar¨¢n plenamente al futuro de la sociedad a la que servimos y al bienestar de muchos ciudadanos y ciudadanas.
En Sevilla, Andaluc¨ªa y Espa?a los congresos socialistas elegir¨¢n a los equipos que habr¨¢n de dirigir al PSOE, un gran partido para un gran pueblo, en los pr¨®ximos a?os. Durante estas pr¨®ximas semanas -ahora s¨ª que toca- el debate interno ser¨¢ seguido con gran atenci¨®n por la opini¨®n p¨²blica. Y en nuestra ciudad, quiz¨¢s, m¨¢s que en ninguna otra. As¨ª son las cosas.
Por eso hoy considero conveniente contribuir, seg¨²n mi leal saber y entender, al proceso que se abre y que culminar¨¢ con la elecci¨®n de una nueva direcci¨®n provincial en Sevilla, que sustituir¨¢ a la que he presidido durante los ¨²ltimos cuatro a?os. Una direcci¨®n que surgi¨® de una situaci¨®n excepcional, el congreso de 2004, y que tiene, en mi opini¨®n, que dar el relevo a un liderazgo nuevo que gobierne la etapa de normalidad que ha de abrirse a partir de este verano en el seno del PSOE sevillano. S¨®lo las circunstancias que concurrieron entonces me hicieron respaldar, con mi presencia personal, aquella lista y con el ¨²nico af¨¢n de ayudar a la soluci¨®n de una situaci¨®n comprometida para mi partido. Y lo logramos. No quise ir m¨¢s all¨¢, en aquel momento, por la mismas razones que motivan mi posici¨®n hoy: seguir dedicando todas mis energ¨ªas a la hermosa y apasionante tarea de ser alcalde de una de las ciudades m¨¢s importantes del mundo. Se ha hecho mucho, s¨ª, pero queda mucho por hacer. Y sabemos como hacerlo.
Por eso, no estar¨¦ en la pr¨®xima ejecutiva provincial. Y creo que ser¨ªa dar un gran paso adelante para el futuro si los que hemos protagonizado, medi¨¢ticamente, en primera l¨ªnea, esta ¨²ltima etapa, di¨¦ramos paso a nuevos liderazgos provinciales que emergen con la fuerza de la experiencia y la juventud bien combinadas y que han superado los compartimentos estancos del pasado para abrir una mayor¨ªa c¨®moda para los compa?eros y compa?eras en general.
Eso s¨ª, estoy convencido de que tanto el presidente como el secretario general de la comisi¨®n ejecutiva saliente tenemos un amplio campo de actuaci¨®n, desde nuestras important¨ªsimas responsabilidades institucionales, para seguir aportando nuestras energ¨ªas al reto hist¨®rico que nos seduce como ning¨²n otro: la articulaci¨®n de Sevilla en ese gran proyecto pol¨ªtico con personalidad propia que es Andaluc¨ªa dentro de Espa?a. Andaluc¨ªa no es ya s¨®lo la suma de las ocho provincias en una permanente competencia de favores y agravios. Es una realidad pol¨ªtica con un peso espec¨ªfico enorme en la Espa?a democr¨¢tica. Y ah¨ª, ah¨ª, tiene que jugarse su futuro Sevilla.
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