Mar¨ªas defiende que s¨®lo la novela relata "sin objeciones ni cortapisas"

Dijo el acad¨¦mico Francisco Rico, encargado de contestar el discurso de ingreso de Javier Mar¨ªas (Madrid, 1951) que el nuevo miembro de la Real Academia Espa?ola (RAE) hab¨ªa empezado su parlamento "con una confesi¨®n de humildad y lo ha acabado con una manifestaci¨®n de arrogancia". La citada arrogancia radic¨® en que el autor de Ma?ana en la batalla piensa en m¨ª o Coraz¨®n tan blanco defendi¨® que el novelista "es el ¨²nico facultado para contar cabalmente, a diferencia de los ya mencionados cronistas, historiadores, bi¨®grafos, autobi¨®grafos, memorialistas, diaristas, testigos y dem¨¢s esforzados de la narraci¨®n abocados a fracasar".

El nuevo acad¨¦mico calific¨® de "pueril" la tarea de los novelistas

El autor de 'Coraz¨®n tan blanco' ocupar¨¢ el sill¨®n R

"Se me hace dif¨ªcil entender que admitan a un novelista"

"La traducci¨®n es imposible si nos ponemos muy estrictos o te¨®ricos"

Como fuerza y sentido de la ficci¨®n literaria, Mar¨ªas argument¨® en su discurso ante m¨¢s de 300 personas: "Necesitamos saber algo enteramente de vez en cuando, para fijarlo en la memoria sin peligro de rectificaci¨®n. Necesitamos que algo pueda contarse a veces de cabo a rabo e irreversiblemente sin limitaciones de zonas de sombra o s¨®lo con aquellas que el creador decida que formen parte de su historia. Sin posibles correcciones ni a?adidos ni supresiones ni desmentidos ni enmiendas. Y lo cierto es que s¨®lo podemos contar as¨ª, cabalmente y con sus incontrovertibles principio y fin lo que nunca ha sucedido".

A las siete en punto de la tarde, en el impresionante sal¨®n de plenos de la RAE y bajo la presidencia de la ministra de Educaci¨®n, Mercedes Cabrera; y del titular de Cultura, C¨¦sar Antonio Molina, el escritor madrile?o hab¨ªa comenzado su intervenci¨®n con una interrogaci¨®n sobre el papel de los novelistas. Utiliz¨® Mar¨ªas una cita de Robert Louis Stevenson para calificar de "pueril tarea" la actividad de los creadores de ficci¨®n y manifest¨® ante los acad¨¦micos reunidos: "No s¨¦ cu¨¢l es el criterio que los lleva a ustedes a admitir en el seno de su digna instituci¨®n a algunos novelistas. En realidad, se me hace dif¨ªcil entender que admitan a cualquier novelista". Javier Mar¨ªas hab¨ªa titulado su importante discurso Sobre la dificultad de contar. De hecho, una buena parte de su intervenci¨®n, que ley¨® en una hora, estuvo dedicada precisamente a subrayar los obst¨¢culos que impiden relatar una historia, cualquier historia, de un modo objetivo, completo e indiscutible. Evoc¨® el nuevo acad¨¦mico incluso sus tiempos de traductor y de profesor universitario para concluir que "la traducci¨®n es imposible, si nos ponemos muy estrictos o muy te¨®ricos, ambas cosas vienen a ser lo mismo".

Hasta tal punto llev¨® el nuevo acad¨¦mico su reivindicaci¨®n de la novela que se pregunt¨® en voz alta "?por qu¨¦ estamos familiarizados con seres que no han existido, en mucha mayor medida que con los que s¨ª cruzaron el mundo y pudieron dejar su huella?" Contest¨® Javier Mar¨ªas con ejemplos como el Cantar del M¨ªo Cid o las obras de Shakespeare donde los personajes de ficci¨®n han pervivido, a lo largo de los siglos, con m¨¢s fuerza que los individuos reales. "Quiz¨¢s sea eso", manifest¨®, "lo m¨¢s llamativo: que las figuras hist¨®ricas parezcan borrarse y desaparecer para la gente en general a menos que un literato, o tambi¨¦n hoy un cineasta, se molesten en imaginarlos y ficcionarlos".

Como uno de los ejemplos m¨¢s sobresalientes de esta paradoja, el novelista cit¨® el caso de la expedici¨®n de Lope de Aguirre en busca de El Dorado y hasta qu¨¦ punto eran hoy del todo irrelevantes los relatos de sus contempor¨¢neos. En cambio, una "excelente novela" como La aventura equinoccial de Lope de Aguirre, de Ram¨®n J. Sender, o una pel¨ªcula como Aguirre, la c¨®lera de Dios, del alem¨¢n Werner Herzog, hab¨ªan prolongado la figura del aquel visionario conquistador a trav¨¦s de los tiempos. En esa l¨ªnea situ¨® tambi¨¦n Mar¨ªas la novela Un d¨ªa de c¨®lera, del tambi¨¦n acad¨¦mico Arturo P¨¦rez-Reverte, sobre la sublevaci¨®n del 2 de mayo de 1808 en Madrid contra las tropas francesas que equipar¨® con los episodios nacionales de Benito P¨¦rez Gald¨®s.

El nuevo acad¨¦mico, que ocupar¨¢ el sill¨®n R que dejara vacante el fallecimiento de Fernando L¨¢zaro Carreter, tuvo palabras de agradecimiento tanto para P¨¦rez-Reverte como para Gregorio Salvador y el desaparecido Claudio Guill¨¦n, que fueron los proponentes de su candidatura a la Real Academia Espa?ola. Javier Mar¨ªas ingresa en una instituci¨®n a la que perteneci¨® durante m¨¢s de 40 su padre, el fil¨®sofo y ensayista Juli¨¢n Mar¨ªas. El nuevo acad¨¦mico record¨® que hab¨ªa ficcionalizado la figura de su padre en una reciente novela, bajo el nombre de Juan Deza. Al hilo de toda la l¨ªnea argumental de su discurso mostr¨® su temor y el de sus hermanos a que en el futuro se recuerde m¨¢s al trasunto literario del famoso fil¨®sofo que a la persona real.

"De suceder as¨ª", coment¨® Javier Mar¨ªas con una iron¨ªa desplegada a lo largo de todo su parlamento, "ya no s¨¦ si le habr¨ªa hecho un favor o causado un perjuicio".