Kandinsky, japoneses, miedos
La tarde del s¨¢bado en Dansa Val¨¨ncia depar¨® dos espect¨¢culos ins¨®litos a cargo de este laboratorio de danza de Tenerife. En el primero, de poco m¨¢s de media hora de duraci¨®n, se toman obras y textos de Kandinsky (dichos en voz en off por Julio Quintanilla) como tema de improvisaci¨®n que da mucho juego esc¨¦nico para los cinco personajes que danzan inspirados por el colorido de los espacios pict¨®ricos, en un viaje muy instructivo puntuado por algunas textualidades de un escrito como La espiritualidad en el arte. Se trata de un mestizaje m¨¢s intracultural que multicultural, en el que se danzan no s¨®lo colores reconocibles por el espectador, tambi¨¦n palabras que no todos han le¨ªdo.
CICLO DANSA VAL?NCIA
Cuerpos Kandinsky, coreograf¨ªa de Ha?m Adri y Helena Berthelius, bailada por Fredo Belda, Elisabeth Est¨¦vez, Paloma Hurtado, Teresa Lorenzo, Ingrid Medina Mizu No Yukue (Donde quiera que est¨¦ el agua), coreograf¨ªa de Ido Yoshiko interpretada por Elisabeth Est¨¦vez, Paloma Hurtado, Teresa Lorenzo, Ingrid Medina.
Dos espect¨¢culos de Tenerifedanzalab. L?Altre Espai. Valencia.
Cosa distinta es Mizu No Yukue, una colaboraci¨®n entre Ido Yoshiko y su compa?¨ªa con los bailarines tinerfe?os, donde el movimiento, a veces casi est¨¢tico, rememora los diversos estados que se atribuyen al agua, logrando un crescendo musical y coreogr¨¢fico al hilo de la evoluci¨®n de los estados del agua, desde el s¨®lido hasta el punto de hervor, pasando por sus recorridos intermedios. A conseguir esas impresiones colaboran intensamente la iluminaci¨®n de Yoshiko y el espacio sonoro de ?ngel D¨ªaz, en una especie de emotiva muestra de laboratorio de un cuarto de hora de duraci¨®n.
El d¨ªa danc¨ªstico concluy¨® con la presentaci¨®n en el Tal¨ªa de Lan¨®mina Imperial y su ¨²ltimo montaje, un inquietante cuento de hadas con muchas vueltas de tuerca que se llama Variacions Al.leluia, que su creador, el bilba¨ªno Juan Carlos Garc¨ªa define como "una alegor¨ªa sobre la manipulaci¨®n de la verdad, sobre la honestidad y el sentido com¨²n". El montaje, repleto de situaciones enigm¨¢ticas, se desarrolla en una atm¨®sfera oscura y llena de miedos m¨¢s o menos infantiles, que acaban felizmente. La presencia en directo de una m¨²sica tan dulce como perversa subraya ese prop¨®sito esencial del miedo de los ni?os ante los seres terribles, todo bien encuadrado por una escenograf¨ªa de Jos¨¦ Menchero, fant¨¢stica y ligera como un buen sue?o.
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