La p¨ªldora poscoital gana adeptas
66.808 mujeres recurrieron a la anticoncepci¨®n de emergencia.?El 9% admiti¨® que no us¨® ning¨²n m¨¦todo para evitar enfermedades y embarazos
Jueves 1 de mayo. 6.40. Cuatro mujeres a punto de dar a luz esperan a ser atendidas en las Urgencias del hospital de la Mujer del Virgen del Roc¨ªo, en Sevilla. Sus respectivas parejas les agarran la mano. Una chica de 23 a?os entra en la peque?a sala de espera. Mira de reojo a las mujeres y se sienta en una de las sillas de pl¨¢stico. Agacha la cabeza y se sujeta los codos. Teme haberse quedado embarazada, tras un coito sin protecci¨®n realizado de prisa y corriendo en el ba?o de un bar de copas. Quiere solicitar la pastilla poscoital, un anticonceptivo para situaciones de emergencia como la suya. "Estoy nerviosa", reconoce.
El uso de la p¨ªldora poscoital ha aumentado cada a?o desde que se implant¨® en 2001 en Andaluc¨ªa, la primera comunidad que ofreci¨® este anticonceptivo gratis en los servicios de urgencia de centros de salud y hospitales. Los ginec¨®logos advierten que esta medida de emergencia en ning¨²n caso debe sustituir al preservativo u otro m¨¦todo anticonceptivo, necesarios para evitar embarazos no deseados y tambi¨¦n enfermedades de transmisi¨®n sexual (ETS).
"Quise asegurarme de que no pasar¨ªa nada y decid¨ª venir al hospital"
"Si es viernes o s¨¢bado, podemos llegar a atender a m¨¢s de 15 chicas"
"Es que me he liado con un t¨ªo, medio borracha", confiesa la chica, reticente a hablar. Hace unas horas que tuvo una relaci¨®n sexual con un muchacho que "no conoc¨ªa mucho". No fue un ejemplo de sexo seguro: no adoptaron medida de protecci¨®n alguna. Tres horas despu¨¦s, ella no se pod¨ªa dormir. "Quise asegurarme de que no pasar¨ªa nada y decid¨ª venir al hospital y tomarme la pastilla", dice contrariada y muy p¨¢lida. No le ocurre por primera vez. "No quiero hablar m¨¢s", se despide. Prefiere silenciar su nombre.
Las estad¨ªsticas del Servicio Andaluz de Salud (SAS) muestran que en 2006 -¨²ltimo a?o registrado- 66.808 mujeres han tomado la p¨ªldora poscoital, frente a las 43.162 de 2002. Cada a?o ha ido creciendo. Se prev¨¦ que esta tendencia se mantenga en 2007. De las mujeres que solicitaron la p¨ªldora en 2006, el 73% declar¨® que usaba preservativos habitualmente, el 9% admiti¨® que no utilizaba ning¨²n m¨¦todo y un 5,2% cit¨® la anticoncepci¨®n hormonal.
Seg¨²n los datos recogidos por el SAS, una de cada cuatro solicitantes de la p¨ªldora acude a hospitales y el resto a centros de atenci¨®n primaria. El motivo principal es la rotura o retenci¨®n del preservativo, seg¨²n manifiestan las usuarias.
Los expertos creen que la utilizaci¨®n de la p¨ªldora poscoital es positiva porque impide embarazos no deseados y abortos en j¨®venes pero, al mismo tiempo, detectan que est¨¢ sustituyendo el uso del preservativo, con lo que crece el riesgo de contraer enfermedades de transmisi¨®n sexual (ETS).
En el estudio La interrupci¨®n voluntaria del embarazo y los m¨¦todos anticonceptivos en j¨®venes, elaborado por el Ministerio de Sanidad, se advierte sobre el doble filo de la p¨ªldora poscoital: "Por un lado podr¨ªa reforzar la justificaci¨®n de no usar el preservativo y, por otro, parece ser altamente efectivo en la prevenci¨®n de embarazos".
El ginec¨®logo de guardia en el hospital de la Mujer acaba de despedirse de la chica. Tampoco quiere facilitar su nombre, aunque comenta que la mayor¨ªa de las chicas vienen con una amiga, el novio o "la pareja de turno". Carlos Romero D¨ªaz, ginec¨®logo del hospital Virgen Macarena, se sorprende por el n¨²mero de mujeres que demandan el f¨¢rmaco poscoital en una sola noche: "Si es viernes o s¨¢bado, podemos llegar a atender a m¨¢s de 15 chicas".
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