Polaroid se reinventa como impresora
La legendaria marca resucita en forma de miniimpresoras para c¨¢maras digitales o m¨®viles
La industria fotogr¨¢fica est¨¢ en plena transformaci¨®n. El ajuste a la nueva realidad tecnol¨®gica es duro, hasta el punto de acabar con iconos como las c¨¢maras instant¨¢neas Polaroid, que est¨¢n a punto de convertirse en reliquias. Y es que en la era digital lo instant¨¢neo ya no es suficientemente r¨¢pido. Para adaptarse a los nuevos tiempos, Polaroid lanza una diminuta impresora sin tinta capaz de reproducir sobre papel fotos tomadas por una c¨¢mara digital o un tel¨¦fono m¨®vil.
El pasado mes de febrero, Polaroid Corporation anunci¨® que sus plantas en EE UU, M¨¦xico y Holanda dejar¨¢n de producir al final del trimestre en curso sus m¨¢gicas pel¨ªculas instant¨¢neas, con las que hace 60 a?os cautiv¨® a la generaci¨®n del baby boom. La noticia cay¨® como un jarro de agua fr¨ªa entre los profesionales y amantes de la fotograf¨ªa. Jennifer Trausch es uno de ellos. La fot¨®grafa tiene el privilegio de trabajar en uno de los seis estudios que existen en el mundo con una c¨¢mara instant¨¢nea del tama?o de una nevera que hace fotos en un formato 20 - 24 en s¨®lo dos minutos.
El a?o pasado se vendieron unos 28,2 millones de c¨¢maras digitales y 240.000 instant¨¢neas
En la era digital lo instant¨¢neo ya no es suficientemente r¨¢pido
Su negocio en SoHo, dice, desaparecer¨¢ cuando se le agote la pel¨ªcula que le queda. La Polaroid cl¨¢sica tambi¨¦n es muy utilizada en el mundo de la moda por los dise?adores y editores de revistas en las pruebas de selecci¨®n de las modelos, que se han lanzado a comprar los ¨²ltimos cartuchos antes de que se agoten. Admiran la rapidez del revelado de la pel¨ªcula y el hecho de que la c¨¢mara se adapte perfectamente a la luz. Pero, sobre todo, porque suaviza las imperfecciones, como se?ala Alvin Fung, de la agencia IMG.
Para la mayor¨ªa, sin embargo, su desaparici¨®n es m¨¢s bien una cuesti¨®n sentimental. Polaroid es una de esas marcas que se asocian con un producto muy concreto. Pero detr¨¢s de esa fotograf¨ªa con borde blanco hay algo m¨¢s que una c¨¢mara que hace fotos instant¨¢neas. Y la adaptaci¨®n es la ¨²nica v¨ªa para la supervivencia de la compa?¨ªa en un mundo dominado por los populares reproductores de m¨²sica digitalizada iPod, los dispositivos m¨®viles Blackberry, las televisiones de plasma, los ordenadores de bolsillo o los portales en Internet como YouTube.
Los n¨²meros hablan por s¨ª solos. Se calcula que el a?o pasado se vendieron unos 28,2 millones de c¨¢maras digitales, frente a las 240.000 instant¨¢neas. Tom Petters, actual presidente y propietario de Polaroid, especialista en reflotar empresas en dificultad, recuerda que "el cambio y la innovaci¨®n" fueron siempre una parte integral del negocio de la compa?¨ªa, "y lo seguir¨¢n siendo". Y, por eso, a los pocos d¨ªas de anunciar el fin de la producci¨®n de las pel¨ªculas tradicionales, la marca lanzaba al mercado una nueva invenci¨®n para responder a un consumidor que ve las cosas en digital.
Se trata de una peque?a impresora t¨¦rmica, del tama?o de una tarjeta de cr¨¦dito, que se conecta a la c¨¢mara digital por cable o al tel¨¦fono m¨®vil por v¨ªa inal¨¢mbrica. Nada de cartucho de tinta ni t¨®ner. La clave, una vez m¨¢s, est¨¢ en el papel, compuesto por cristales microsc¨®picos que reaccionan a la fuente de calor formando colores. Un microprocesador y un programa inform¨¢tico se encargan de traducir la imagen en puntos de calor conforme va pasando el papel.
Los creadores de este artilugio son antiguos empleados de Polaroid que abandonaron la compa?¨ªa cuando se declar¨® en suspensi¨®n de pagos en 2001 y crearon la compa?¨ªa Zink Imagin. Las impresoras, que costar¨¢n unos 150 d¨®lares, ser¨¢n producidas por la compa?¨ªa japonesa Alps Electric. El reto estar¨¢ en crear un nicho de negocio para este producto, ya que la gran mayor¨ªa de fotos que se hacen con dispositivos electr¨®nicos nunca pasan a papel, sino que se cuelgan en Internet o se mandan por correo electr¨®nico.
El pr¨®ximo paso para preservar la imagen que se asocia con la Polaroid pasa por integrar c¨¢mara digital e impresora en un mismo dispositivo. Petters conf¨ªa en su nueva estrategia, con la que espera superar los estragos financieros del grupo. Y recuerda las veces que el inventor de la c¨¢mara m¨¢gica, Edwin Land, adapt¨® el negocio, desde las lentes polarizadas, microscopios, gafas de sol y su ic¨®nica c¨¢mara. "Con la impresora digital estamos revolucionando la magia de la fotograf¨ªa impresa en el siglo XXI y ayudando a asegurar el rico legado para que Polaroid viva otros 70 a?os o m¨¢s".
La supervivencia de Polaroid no fue f¨¢cil, y se vio amenazada por otros imitadores. La compa?¨ªa mantuvo un duro enfrentamiento legal con Kodak, a la que acus¨® de robarle su concepto de c¨¢mara instant¨¢nea con la Kodamatic. El gigante de la fotograf¨ªa fue forzado a abandonar el negocio en 1986. Hubo otros, como Keystone, Konica y Minolta, que tambi¨¦n comercializaron c¨¢maras instant¨¢neas similares. -
?Y qu¨¦ pasar¨¢ con las viejas c¨¢maras?
El proceso de bancarrota de Polaroid no estuvo exento de pol¨¦mica. El negocio se vendi¨® a un grupo financiero, y los derechos de la marca fueron utilizados en exclusiva durante tres a?os por The Character Group para la producci¨®n y venta de c¨¢maras digitales. En el mercado aparecieron tambi¨¦n televisores planos con la marca Polaroid y reproductores de DVD. Hace tres a?os, Petters Group Worldwide se hizo con el holding, mientras que Flextronics compraba las operaciones industriales.
?Y qu¨¦ pasar¨¢ con las viejas c¨¢maras Polaroid? La licencia se ofrecer¨¢ a otras compa?¨ªas que quieran seguir produciendo y vendiendo las pel¨ªculas, aunque no est¨¢n en condiciones de garantizar que vayan a llegar al mercado. "Estamos buscando alternativas para cubrir las necesidades de determinados clientes especializados en este producto", indican fuentes de la compa?¨ªa, que explican que producir¨¢n la cantidad suficiente para llegar a final de a?o.
FujiFilm y la brit¨¢nica Ilford Photo hacen un producto similar, por lo que algunos de sus actuales clientes y nost¨¢lgicos lo ven como alternativa posible para colmar su frustraci¨®n. A pesar de las peticiones que ya est¨¢n recibiendo de miles de entusiastas de las pel¨ªculas instant¨¢neas, desde FujiFilm se deja claro que la compa?¨ªa no tiene intenci¨®n de hacerse con lo que deja Polaroid y ampliar l¨ªneas de negocio. -
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