Noche en blanco en el centro

Los decibelios triunfales del Real Madrid en torno a Cibeles se colaron hasta las cuatro de la madrugada del lunes en los o¨ªdos de quienes intentaban dormir en la almendra central. Cuatro de cada diez madrile?os consideran el ruido como uno de sus principales problemas (Instituto Nacional de Estad¨ªstica, 2007). Si los funcionarios hubieran entrevistado anoche a los vecinos del centro de la ciudad, la cifra hubiera sido mayor. Adem¨¢s, el domingo ya se hab¨ªan despertado pronto, sobre las nueve, por los helic¨®pteros que vigilaban la llegada de autoridades a la capilla ardiente del ex presidente Leopoldo Calvo-Sotelo en el Congreso.

Por la noche la fiesta por ser el Madrid el campe¨®n de Liga se oy¨® varios kil¨®metros m¨¢s all¨¢ de Cibeles (a dos y cuatro kil¨®metros). En Lavapi¨¦s y junto a la plaza Mayor se o¨ªan los "o¨¦-o¨¦" y el We are the champions amplificados por la megafon¨ªa. Cerrar las ventanas amortiguaba un poco, pero "?c¨®mo no ¨ªbamos a tener las ventanas abiertas en una noche calurosa?", dice Ignacio, que lleg¨® "arrastrado a trabajar el lunes".

"El Ayuntamiento y los organizadores deber¨ªan saber que de madrugada se duerme. Me parece bien que celebren sus ¨¦xitos, pero entre ellos. No todo el mundo est¨¢ por saltar en su casa a las tres y media de la madrugada al ritmo que marque un club de f¨²tbol", cuenta Miguel, vecino de Lavapi¨¦s."Llam¨¦ al 092 y al 010. En el 092 tardaron un mont¨®n en coger el tel¨¦fono. Les record¨¦ que hay ordenanzas municipales que se deben respetar. S¨®lo me dijeron 'tomamos nota'. En el 010 me preguntaron si quer¨ªa poner una queja telef¨®nica y la puse", cuenta Alberto. Sin embargo, estas quejas no han trascendido. "Seg¨²n la Polic¨ªa Municipal, no se produjo ni una denuncia en la noche del domingo al lunes", se?al¨® ayer un portavoz municipal.

"Pasamos todos los permisos del Ayuntamiento", informa un responsable de protocolo del Real Madrid, quien se?ala que el Consistorio "no puso limitaci¨®n de hora ni de decibelios". ?Y qu¨¦ les parece que la megafon¨ªa dejara sin dormir a la gente que no participaba en la celebraci¨®n? "Con el permiso del Ayuntamiento no podemos decir nada m¨¢s", zanj¨® el portavoz.

"?C¨®mo es que las actuaciones de La Riviera han de terminar a las doce de la noche y los futboleros han estado hasta las tantas de la madrugada?", comenta Isabel, residente en La Latina. "Todo son gestas heroicas estos d¨ªas. Hemos pasado del Dos de Mayo al triunfo de los merengues. Justo termina el jaleo en la plaza Mayor y empieza otra noche ruidosa", dice con sorna Antonio, vecino del mismo barrio. Los ecos de Cibeles llegaban a su balc¨®n: "Se o¨ªa como una voz fantasmal que repasaba la historia del Madrid, sus ¨¦xitos, por d¨®nde llegaban los jugadores, y luego la escandalera de los cantos".

"No s¨¦ por qu¨¦ estas cosas est¨¢n tan consentidas y auspiciadas por las autoridades municipales. Aunque sea algo festivo, lesionan los derechos b¨¢sicos de mucha gente. Hay dos derechos constitucionales que se infringen constantemente al dejar que entre ruido en tu casa: la inviolabilidad de tu domicilio y el derecho a la intimidad", se queja Antonio.

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