El ladr¨®n anda suelto...

Once de las 16 obras robadas de la Biblioteca Nacional han vuelto a Espa?a. Quien no ha regresado es el presunto autor del robo, C¨¦sar Ovilio G¨®mez Rivero, sexagenario uruguayo que sigue residiendo en su chal¨¦ de las afueras de Buenos Aires.

Siete meses despu¨¦s de devolver ocho de los documentos en esta ciudad, G¨®mez Rivero sigue libre. La Justicia argentina debe decidir si lo procesa por la venta en Argentina de los documentos robados en Espa?a, seg¨²n altas fuentes judiciales. S¨®lo una vez que haya cumplido su condena en Argentina -si es que lo juzgan y lo declaran culpable-, podr¨¢ ser extraditado a Espa?a, agregaron en los tribunales.

La justicia argentina debe decidir si lo procesa por un delito de estafa

En octubre pasado, la solicitud de la Justicia espa?ola de captura y extradici¨®n de G¨®mez Rivero por los delitos de robo agravado y da?o contra el patrimonio hist¨®rico qued¨® en manos del juez federal Rodolfo Canicoba Corral. Mientras tanto, el ciudadano uruguayo devolvi¨® ocho mapas del siglo XV en el juzgado que preside Ariel Lijo, que inici¨® una investigaci¨®n por la venta en Argentina de los documentos robados.

A la espera de lo que decida la justicia argentina, G¨®mez Rivero goza de libertad vigilada. Una vez al mes debe dejar su chal¨¦ en una urbanizaci¨®n privada de Pilar (50 kil¨®metros al norte de Buenos Aires) para presentarse en el juzgado de Lijo. En una de esas ocasiones, este periodista lo abord¨® en los pasillos de los tribunales. Hombre alto, robusto -cuando rob¨® los mapas, los escondi¨® bajo la ropa-, calvo y de tez ligeramente morena, cambi¨® su expresi¨®n despreocupada y respondi¨® de mal modo: "No hablo con la prensa". Sigui¨® entonces su camino. "?Me voy a quejar ante el juez!", vocifer¨® creyendo que est¨¢ prohibido el ingreso de periodistas a los tribunales.

G¨®mez Rivero tampoco quiere atender a la prensa en su urbanizaci¨®n, La Delfina. Un guardia armado dice que el "se?or no est¨¢" e impide traspasar la barrera por la que se accede a las 50 hect¨¢reas repartidas entre chal¨¦s, gimnasio, sauna, salones de recreaci¨®n, dos piscinas, cuatro canchas de tenis y una para f¨²tbol o hockey. Y lo mismo ocurre con su abogado, Fernando Soto, que no ha respondido a las numerosas llamadas que se le han hecho.

El juez Lijo debe tomar la decisi¨®n de si procesa o no a G¨®mez Rivero por estafa, que es el delito que corresponde a la venta de objetos ajenos. Se presume que G¨®mez Rivero vendi¨® en Argentina los dos mapas de la Biblioteca Nacional que aparecieron en Nueva York y Sidney, y que adem¨¢s puso a la venta los otros ocho documentos que luego termin¨® devolviendo. La pena por estafa en Argentina es de tres meses a seis a?os de prisi¨®n, aunque si le caen menos de tres a?os puede no cumplirla. En Espa?a le investigan por robo, sancionado con una pena de dos a cinco a?os de arresto, y por un delito contra el patrimonio hist¨®rico, castigado con entre uno y tres a?os de c¨¢rcel.

G¨®mez Rivero cambi¨® de estrategia de defensa en la causa por estafa. Cuando devolvi¨® los mapas en octubre, present¨® un escrito al juez Lijo para que lo eximieran de prisi¨®n, del que se deduc¨ªa la confesi¨®n de la sustracci¨®n de mapas en Espa?a. En noviembre, cuando fue citado a declarar se neg¨® a hablar y s¨®lo present¨® otro escrito en el que aseguraba que no sab¨ªa que los documentos eran robados.

Hay otras dos personas investigadas en Argentina porque presuntamente ofrec¨ªan en Internet los mapas sustra¨ªdos: Daniel Pastore, due?o de la tienda de libros antiguos Imago Mundi, y Washington Pereyra. Ninguno de los dos quiso declarar ante Lijo y presentaron escritos diciendo que desconoc¨ªan que los incunables hubiesen sido robados. En Imago Mundi, la Justicia secuestr¨® recibos de la presunta venta de los mapas. Estos d¨ªas se espera el resultado del peritaje para saber si est¨¢n firmados por los acusados.

G¨®mez Rivero mutil¨® con un c¨²ter 10 libros de la Biblioteca Nacional y se llev¨® incunables no s¨®lo del primer cart¨®grafo de la historia, Claudio Ptolomeo, sino tambi¨¦n de un libro de los hermanos Garc¨ªa de Nodal y de Pomponio Mela. Algunos de los mapas sustra¨ªdos est¨¢n valorados en m¨¢s de 100.000 euros.