Polvos y lodos
Ya van por el camino al encuentro de la Blanca Paloma. Son miles, a pie, a caballo, en mulos, en carretas, en tartanas, en tractores, en autom¨®viles y en los m¨¢s poderosos/peligrosos todoterrenos. Van levantando polvo, el polvo del camino.
Lo malo es que para llegar a su meta, la ermita del Roc¨ªo (Huelva), atravesar¨¢n parte de una de las m¨¢s preciadas joyas ecol¨®gicas y medioambientales del mundo, el Parque Nacional de Do?ana. Reserva de la Biosfera, Patrimonio de la Humanidad. Son algunos de sus apellidos.
La romer¨ªa del Roc¨ªo tiene m¨¢s de tres siglos de existencia. Las hermandades que peregrinan en estas fechas de mayo exhiben sus derechos hist¨®ricos para atravesar parte del coto, vedado al resto de los mortales durante todo el a?o. Para respetar ese derecho y al tiempo proteger el tesoro de Do?ana, las administraciones p¨²blicas hacen un gigantesco esfuerzo, como reflejan estos datos: 6.000 servidores p¨²blicos ser¨¢n destinados durante diez d¨ªas (del 6 al 15 de mayo) al llamado Plan Romero. 2.500 guardias civiles, adem¨¢s de efectivos de la Polic¨ªa Nacional, de polic¨ªas locales, sanitarios, personal de coordinaci¨®n, miembros del Grupo de Emergencias, bomberos. Mas 30 GPS en otras tantas carretas y 18 helisuperficies...
Un mastod¨®ntico despliegue de fuerzas que costar¨¢ s¨®lo a la Junta mill¨®n y medio de euros y que tendr¨¢ en guardia a personal de seis consejer¨ªas, a la Delegaci¨®n del Gobierno, a tres diputaciones, a varios ayuntamientos. Todo ello, para asistir a los peregrinos de una determinada confesi¨®n religiosa, agrupados en 107 hermandades, que acuden en al menos 3.000 tractores, casi otros tantos todoterrenos, centenares de veh¨ªculos ligeros, y (solo de C¨¢diz) 1.300 caballos. Los datos globales de este ej¨¦rcito de rocieros parecen estar dispersos entre varias administraciones.
En Almonte, el pueblo al que pertenece la popular ermita, acudieron el pasado a?o 163.000 veh¨ªculos. Una poblaci¨®n de 18.000 habitantes que albergar¨¢ este fin de semana a un mill¨®n de personas (por cierto: ?alguien ha comprobado alguna vez que ese mill¨®n no es un mito?).
Esas miles de personas dejaron el pasado a?o m¨¢s de 2.000 toneladas de basura en el camino. Recibieron 2.600 asistencias sanitarias, buena parte, intoxicaciones et¨ªlicas. Produjeron 2.145 llamadas al servicio de emergencias andaluz y para este a?o se esperan 3.000. Para qu¨¦ seguir.
Nos pasamos durante todo el a?o pendientes de que el parque de Do?ana no sufra la m¨¢s m¨ªnima alteraci¨®n y, en unos d¨ªas, dejamos que sea hollado por cientos de miles de personas. ?Qu¨¦ hacer?
He consultado a varios expertos. Ninguno de ellos es partidario de eliminarlo. Y aunque reconocen los buenos resultados del Plan Romero, coinciden en que hay que poner l¨ªmites. Dice Miguel Delibes, profesor de Investigaci¨®n del CSIC en la Estaci¨®n Biol¨®gica de Do?ana, y antiguo director: "No creo que deba prohibirse, porque la tradici¨®n rociera y el 'lloran los pinos del coto' son parte de la riqueza del parque". De la misma opini¨®n son Juan Romero (Ecologistas en Acci¨®n) y Juanjo Carmona (Adena).
"Los que 'vayan por las arenas', como dice la canci¨®n, que lo hagan en caballos y carretas, y no en veh¨ªculos de motor", sostiene Delibes. "Hay que limitar los veh¨ªculos pesados, desviarlos", apunta Romero. Pero sobre todo, insisten los tres, hay que vigilar el parque todo el a?o. El Roc¨ªo Chico, la Candelaria, los llamados peque?os roc¨ªos, son m¨¢s peligrosos por estar menos controlados.
Para Carmona, el Roc¨ªo se ha desmadrado porque "es un negocio para los pol¨ªticos". Ha sido, curiosamente, con los socialistas en el poder, cuando la id¨ªlica romer¨ªa de hace un siglo se ha convertido en una concentraci¨®n de hombres, animales y m¨¢quinas insoportable. En 1970 s¨®lo hab¨ªa poco menos de cuarenta hermandades. Desde los a?os ochenta el n¨²mero creci¨® y creci¨® hasta las 107 de hoy.
Ojo a los lodos que dejar¨¢n estos polvos.
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