"Hay un intento de convertirnos en una sociedad puritana"
Albert Boadella, barcelon¨¦s de 64 a?os, inicia con La cena una nueva etapa tras acabar "saturado, aburrido y asqueado" de lo que ocurre en Catalu?a. El fundador de Els Joglars, una de las compa?¨ªas de teatro privadas m¨¢s antiguas de Europa y que desde 1961 ha realizado m¨¢s de una treintena de montajes, estrenar¨¢ ma?ana en el teatro Lope de Vega de Sevilla La cena, una obra que no se representar¨¢ en Catalu?a. El espect¨¢culo, una s¨¢tira en la que hace "un retrato de la impostura", gira alrededor de una cena que Espa?a tiene que ofrecer tras la celebraci¨®n de una cumbre internacional sobre el cambio clim¨¢tico.
Pregunta. Tras su presentaci¨®n, a finales del pasado a?o, del ensayo Adi¨®s Catalu?a, usted anunci¨® que Els Joglars nunca volver¨ªa a representar sus obras en Catalu?a. ?Ha influido esa decisi¨®n en el planteamiento de La cena?
"El nacionalismo es como una dictadura; si te metes con el poder, te margina"
"La mayor conquista civilizada del hombre es el sentido del humor"
Respuesta. No me ha condicionado porque desde hace mucho tiempo ven¨ªa haciendo mis obras en castellano; adem¨¢s, estoy saturado de todo lo relacionado con Catalu?a. No tengo ning¨²n inter¨¦s en tocar temas de la que un d¨ªa fue mi tribu, prefiero centrarme en otras tribus.
P. A sus cr¨ªticas al nacionalismo ha sumado su apoyo al partido pol¨ªtico Ciutadans de Catalunya, supongo que eso ha empeorado sus relaciones con el poder.
R. Quien se enfrenta al nacionalismo es autom¨¢ticamente marginado y convertido en muerto civil. El nacionalismo no act¨²a como un partido, sino como una ideolog¨ªa y, por tanto, lo hace con cierto autoritarismo. En este sentido, el nacionalismo es como una dictadura que, si te metes con el poder, te margina.
P. Els Joglars ha tenido ya experiencias en este sentido durante la dictadura franquista...
R. A m¨ª me gustan las cosas claras y en la dictadura lo estaban. Todos sab¨ªamos a quien ten¨ªamos que odiar y a quien amar. Pero ahora, a pesar de la Constituci¨®n que nos protege, existen formas de marginaci¨®n y censura que llevan a la muerte civil a los ciudadanos que no son pol¨ªticamente correctos. Lo peor de todo es que este comportamiento parece l¨®gico, cuando no lo es, porque esto es una democracia.
P. ?Qu¨¦ papel desempe?a la lengua catalana en este enfrentamiento?
R. La lengua en Catalu?a se ha convertido en un efectivo militar. Ha dejado de ser un veh¨ªculo de comunicaci¨®n para convertirse en un arma contra otra lengua y esto me parece muy arriesgado. Es un bumer¨¢n para Catalu?a. Se ha colocado todo el resentimiento sobre el castellano, lo consideran un enemigo y eso son paranoias muy autodestructivas.
P. Usted ha dicho que La cena es una obra "aparentemente f¨¢cil y divertida, pero con cierta maldad en el fondo".
R. S¨ª, porque creo que ¨¦sa es mi obligaci¨®n. No tengo porqu¨¦ ser agradable, quiero que al final el p¨²blico se haga preguntas.
P. En el planteamiento de su obra el hombre occidental ha sustituido una religi¨®n por otras como la salvaci¨®n del planeta, y eso pone en peligro la libertad individual. ?Cree que esa amenaza es real?
R. Pienso que s¨ª. A trav¨¦s de temas tan trascendentes como el calentamiento global o la necesidad de preservar el medio ambiente puede existir un intento ordenancista invocando razones superiores a la libertad individual. Lo venimos sufriendo en temas que ata?en a fumadores, bebedores o taur¨®filos. Hay un intento de convertirnos en una sociedad puritana.
P. ?De eso va La cena?
R. Pero con forma de s¨¢tira. Yo no puedo perder el sentido del humor, que es la m¨¢xima conquista civilizada del hombre. Hay animales que r¨ªen, pero carecen de sentido del humor.
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