El mam¨ªfero m¨¢s diferente del ser humano
Personas y ornitorrincos difieren en el 20% del genoma
Tiene pico, patas palmeadas, vive en el agua y pone huevos. Pero el ornitorrinco (Ornithorhynchus anatinus) est¨¢ m¨¢s cerca de un reptil que del ave que le dio nombre (ornitorrinco quiere decir con morro de p¨¢jaro). As¨ª lo atestigua su genoma, que acaba de ser descifrado y que publica hoy, con todos los honores, la revista Nature en portada.
El animal, que vive en Australia, comparte con el ser humano el 80% de los genes, los que le hacen mam¨ªfero (tiene sangre caliente, est¨¢ cubierto de pelo y las cr¨ªas son amamantadas por la madre). El resto es un batiburrillo que le confiere sus caracter¨ªsticas especiales. Por ejemplo, tiene los mismos genes que producen el veneno de los reptiles, aunque no lo inyecta al morder, porque no tiene dientes.
Tiene los mismos genes que producen veneno en los reptiles
El descifrado del genoma lo han llevado a cabo 30 equipos de todo el mundo. Por Espa?a han participado investigadores del departamento de Bioqu¨ªmica y Biolog¨ªa Molecular de la Universidad de Oviedo y del Instituto Universitario de Oncolog¨ªa del Principado de Asturias (IUOPA), que ya hab¨ªa colaborado en la descripci¨®n del humano, del chimpanc¨¦, del rat¨®n y la rata, seg¨²n explic¨® ayer a EL PA?S uno de los cient¨ªficos, el bioqu¨ªmico Xos¨¦ Su¨¢rez.
El ornitorrinco es el pariente m¨¢s lejano del ser humano. Su rama evolutiva se separ¨® de la del resto de los mam¨ªferos hace 166 millones de a?os. Es el ¨²nico animal de su familia, los monotremas (se llaman as¨ª porque tiene una misma salida de los conductos del sistema digestivo y del urogenital). Despu¨¦s de ¨¦l, el otro gran grupo que se separ¨® es el de los marsupiales, hace unos 148 millones de a?os y que ya no ponen huevos.
El primitivismo del ornitorrinco es, precisamente, el que le da importancia cient¨ªfica, indica Su¨¢rez. "Ha evolucionado a base de crear y desactivar genes", afirma. Este ¨²ltimo aspecto es el m¨¢s llamativo. Por ejemplo, no tiene apenas est¨®mago ni la capacidad de producir las enzimas digestivas del est¨®mago, lo que se consideraba un rasgo fijo desde los peces, anteriores en la evoluci¨®n, explica Su¨¢rez, cuyo grupo es especialista en este campo.
El m¨¦todo por el que ha eliminado esta capacidad de su genoma (el manual de instrucciones) es la inserci¨®n de material gen¨¦tico inservible, a?ade el investigador asturiano. Es como hacer inutilizable las reglas de ensamblaje de un mueble de Ikea a base de intercalar frases sin sentido. Este proceso tiene su utilidad en humanos, ya que muchas enfermedades gen¨¦ticas se deben a que hay un gen defectuoso, y la causa puede ser la misma, indica Su¨¢rez.
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