Kjell Askildsen "Los relatos deben ser una min¨²scula obra de arte"
La felicidad es un cubito de hielo en verano: anhelado, de enga?osa transparencia, con un poder guardado en sus miles de agujas hipnotizadoras y que apenas puede tenerse tres segundos en la boca porque quema. S¨®lo queda morderlo. Craaack... Destruirlo. Disfrutarlo. A?orarlo.
Es el mundo contempor¨¢neo que refleja el noruego Kjell Askildsen (Mandal, 1929) cuando se sienta en su escritorio a escribir a mano sus historias, custodiado por una cerveza o una copa de vino. Y no tanto para beb¨¦rselas, sino m¨¢s bien como comparsas. Benditas compa?¨ªas que en 55 a?os de escritura lo han llevado a ser considerado uno de los escritores m¨¢s importantes de Noruega, mientras su nombre avanza entusiasta por Europa. S¨®lo ha escrito diez libros, casi todos de relatos; tres de ellos editados en Espa?a: Un vasto y desierto paisaje, ?ltimas notas de Thomas F. para la humanidad y Los perros de Tesal¨®nica (todos en Lengua de Trapo) y reunidos ahora en Todo como antes (Debolsillo). Askildsen presentar¨¢ en Madrid, la pr¨®xima semana, su cuarto libro en Espa?a: Desde ahora te acompa?ar¨¦ a casa (Lengua de Trapo). Un regalo para conocer sus or¨ªgenes. Fue el primero en 1953.
"He escrito algunos principios, pero llego a un punto desde donde ya no puedo continuar. Quiero, pero no puedo"
Hace once a?os que nada de lo que escribe lo convence. La creaci¨®n se le resiste como hace ¨¦l mismo con las entrevistas, porque, aunque es traductor de ingl¨¦s, s¨®lo las contesta en noruego al considerar esencial expresar en su lengua materna lo que realmente quiere decir. As¨ª es que ni por tel¨¦fono ni por internet. Accede a recibir las preguntas por la red con la condici¨®n de que alguien de su editorial noruega, Oktober, se las formule como si fuera una entrevista cl¨¢sica. Despu¨¦s la pasa al espa?ol la traductora de sus libros, Kirsti Baggethun.
Kjell Askildsen se sabe un hombre de pocas palabras. O mejor: de precisas palabras. Un buscador de sus secretos que ha descubierto que ellas no necesitan adornos para mostrar lo que se quiere expresar. Como sus libros. Que no es lo mismo que decir minimalista, como lo han etiquetado algunos. "Tal vez sea lo que m¨¢s me irrita", reconoce, "puede que haya colecciones de poes¨ªa que encajen dentro de una denominaci¨®n de ese tipo, en las que no pone nada de nada. Pero yo no soy para nada minimalista, si lo dicen protesto. Nunca escribo menos de lo que tengo que decir".
De ah¨ª que hace once a?os no haya encontrado nada nuevo que publicar. Entr¨® en un silencio muy a su pesar; aunque por las noches no ha dejado de coger su bol¨ªgrafo y escribir en compa?¨ªa de su cerveza o la copa de vino; pero al final nada le gusta. "He escrito algunos principios, pero llego a un punto desde donde ya no puedo continuar. Dejo lo empezado aparte, lo vuelvo a sacar, pero no consigo continuar. No s¨¦ por qu¨¦, pero tengo que estar all¨ª, tengo que tener que escribir, pero no puedo. Quiero, pero no puedo". Cree que la edad de la jubilaci¨®n laboral tambi¨¦n alcanza a los escritores, y ¨¦l ya se acerca a los 80 a?os.
No importa. Su mundo ya est¨¢ creado, y es como adentrarse en los cuadros de Edward Hopper. El lector completa la historia de silencios, soledades, esperas, desasosiegos, frustraciones, dudas, desencantos y siente el aire de la desgracia reci¨¦n huida o a punto de abatirse como una tormenta que adelanta vientos olorosos a barro.
Y bajo esos cielos, seres incapaces de expresar lo que sienten, ansiosos por buscar la felicidad y que sobreviven con sentimientos naufragados. Y en mitad de ese descampado, las relaciones familiares, las parejas acechadas por la rutina, el tedio. "En el fondo, es de lo que escriben todos los autores".
Para Askildsen lo importante en el arte no es el contenido sino la forma. "Si el texto va a resultar merecedor de ser le¨ªdo, es la forma la que lo hace merecedor de ser le¨ªdo, lo que yo he cultivado como autor es la forma". Con una prosa sincopada, de acuerdo a una de las palabras del pr¨®logo-diccionario con que el escritor Juli¨¢n Rodr¨ªguez presenta al narrador en Todo como antes.
?Por qu¨¦ no escribo sobre el mundo, la situaci¨®n mundial o las guerras?, se pregunta. "Contestar¨¦ que s¨ª lo hago. Porque el mundo est¨¢ consignado en los relatos. Tal vez sea una afirmaci¨®n algo fuerte, pero es mi opini¨®n, de la misma manera que el mundo est¨¢ consignado en m¨ª. Soy pol¨ªticamente consciente, tambi¨¦n porque escribo sobre lo que hago. Escribo sobre nuestra ¨¦poca, sobre el esp¨ªritu de esta ¨¦poca, sin decirlo con palabras, quiero decir".
Lo importante para ¨¦l "es conseguir que el lector muerda el anzuelo y eso es un proyecto art¨ªstico. El cometido del autor es hacer leer al lector. No se tiene el derecho a esperar algo del lector. Si consigues que ¨¦l muerda el anzuelo, tambi¨¦n hay que subir el pez del agua. Y entonces mi intenci¨®n es que el lector en cierta manera sea sin¨®nimo del pez que llega a tierra y se queda coleando y que no necesariamente se lo pase muy bien. Yo deseo crear desasosiego. No me gusta un relato que no crea desasosiego".
En su mundo las emociones se conjugan en futuro. Las frustraciones en presente. No hay juicios. Describe. Cuenta.
Es la felicidad en un cubito de hielo en verano: buscarlo, triturarlo antes de que queme, disfrutarlo. A?orarlo. ?Es el precio del bienestar?
Prefiere insistir en la forma literaria que adquiere lo que relata. Recuerda que ¨¦l no dice demasiado sobre aquello que no tiene que ver con el argumento del lenguaje. Es un estilo impersonal, y no escribe sobre ¨¦l mismo. Salvo una vez. Fue en 1983 con ?ltimas notas de Thomas F. para la humanidad. "Un capricho literario, resultado de las circunstancias. Me fui a Grecia para terminar el primer episodio de Thomas F., el que se llama 'Ajedrez'. Y me romp¨ª la pierna y me qued¨¦ acostado sobre un colch¨®n en un patio trasero. Ten¨ªa varias historias que contar, en el mismo estilo del primer relato, sent¨ª necesidad de hablar un poco de m¨ª mismo y de c¨®mo pienso. Por lo dem¨¢s, procuro no dejar claro cu¨¢l es mi intenci¨®n con el relato, m¨¢s all¨¢ de que deban actuar como un conjunto en s¨ª y cumplir con el prop¨®sito del relato, es decir, ser una min¨²scula obra de arte".
Eso lo ha convertido en uno de los maestros del cuento contempor¨¢neo. ?Por qu¨¦ le atrae esa forma? "Seguramente tiene que ver con que escribo despacio y que no soy ¨¦pico, soy de v¨ªa estrecha. Jam¨¢s ser¨ªa capaz de escribir un relato que fuese tan largo como un libro entero. Habr¨ªa tenido que terminar antes para que no entrasen motivos laterales. Cuando escribo s¨®lo hay una historia que se desarrolla, y ¨¦sa es el relato".
Ernest Hemingway fue clave para su vida de escritor. Tambi¨¦n Alain Robbe-Grillet y Claude Simon, quien le inspir¨® en 1969 la novela Entorno, que considera uno de sus mejores libros. "Uno se hace escritor leyendo y entendiendo lo que puede hacer la lectura para las personas. Yo viv¨ª c¨®mo la literatura se convirti¨® en lo m¨¢s importante de mi vida estando en el instituto. Tambi¨¦n tendr¨¢ que ver con que uno no se maneja muy bien en la vida, no soy un ser social, no tengo un esp¨ªritu muy emprendedor. Uno tiene necesidad de comunicar que no se consigue aprovechar debido al tipo de persona en la que se ha convertido, alguien que busca la soledad y a quien en general la soledad le gusta, pero que tambi¨¦n tiene aspectos de lo que a uno le falta. Entonces hay que hacer algo para salvar la imagen que uno tiene de s¨ª mismo, para m¨ª ese algo fue la literatura".
Sin dejarse embaucar por la vanidad de publicar. "S¨®lo puedo escribir cuando puedo escribir. Hay un largo tiempo de espera hasta que llegue el principio de una historia, aparece en mi cabeza una imagen que tengo que anotar. En ese momento no s¨¦ c¨®mo se va a desarrollar el relato, pero lo hace en virtud de lo que ya he escrito. Si las ¨²ltimas frases del d¨ªa anterior no resultan satisfactorias, las borro y contin¨²o desde donde me parece bien. No soy ning¨²n cr¨ªtico (literario), soy un hombre sin estudios, no poseo ninguna de las palabras necesarias para decir por qu¨¦ algo es bueno. Pero la literatura es el ¨²nico punto en mi vida en el cual tengo la sensaci¨®n de estar seguro de m¨ª mismo. ?sa en s¨ª es una buena raz¨®n para escribir. Hay algo muy satisfactorio en producir algo que sabes, mientras lo haces, que va a ser bueno, y que, cuando lo has acabado, sabes que es bueno. Entonces no se puede negar que la vida se vuelve un poquito m¨¢s pobre cuando uno ya no consigue esto". -
Debolsillo. Barcelona, 2008. 253 p¨¢ginas. 7,95 euros.
Desde ahora te acompa?ar¨¦ a casa. Kjell Askildsen. Traducci¨®n de Kirsti Baggethun y Asunci¨®n Lorenzo. Lengua de Trapo. Madrid, 2008. 160 p¨¢ginas. 16,90 euros. Todo como antes. Kjell Askildsen. Traducci¨®n de Kirsti Baggethun y Asunci¨®n Lorenzo.
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