Hezbol¨¢ impone su ley en Beirut
La mayor¨ªa gubernamental acusa al grupo chi¨ª de golpista - Las milicias leales a Hariri se rinden y entregan sus armas
Hezbol¨¢ (el Partido de Dios) ejecut¨® ayer una demostraci¨®n de fuerza incontestable. Tom¨® Beirut oeste, la mitad de la ciudad poblada por musulmanes, en un santiam¨¦n. Sin despeinarse. Cerr¨® medios de comunicaci¨®n afines al Gobierno prooccidental de Fuad Siniora -los financiados por el multimillonario Saad Hariri- e impuso su orden. Eso s¨ª, el partido-milicia chi¨ª tuvo exquisito cuidado con el Ej¨¦rcito, la ¨²nica instituci¨®n en la que todas las sectas se mantienen todav¨ªa unidas y que trata por todos los medios de mantener su neutralidad en la contienda fratricida libanesa.
Nadie ignora que Damasco y Teher¨¢n apoyan con armas a los fundamentalistas
Los barrios cristianos de la capital quedaron al margen de las batallas. Por un motivo de peso: Hezbol¨¢ ha forjado una alianza con el mayor partido cristiano, el dirigido por el ex general maronita Michel Aoun. Hezbol¨¢ recibe de Aoun la etiqueta de que no es un grupo que se enfrenta a todos los dem¨¢s.
No hubo contemplaciones. Hezbol¨¢ no va a tolerar ataque alguno a su milicia ni a su infraestructura paralela, un Estado dentro de un Estado que se resquebraja. La declaraci¨®n del Gobierno de considerar un "ataque a la soberan¨ªa nacional" la red de comunicaciones telef¨®nicas montada por el partido fundamentalista, y la destituci¨®n de un general defendido por la organizaci¨®n de Hasan Nasral¨¢, supusieron la gota que colm¨® el vaso. Hezbol¨¢ lo consider¨® una "declaraci¨®n de guerra".
Desde primera hora de la ma?ana sus hombres armados se desplegaron por Beirut oeste y se hicieron los amos. En los barrios mixtos que habitan sun¨ªes y chi¨ªes expulsaron a sus rivales, que entregaron las armas sin apenas combatir. Los medios libaneses informaban de que los encapuchados chi¨ªes entregaban los fusiles decomisados al Ej¨¦rcito.
El enemigo estaba bien identificado. El partido y el entramado medi¨¢tico que dirige Hariri, l¨ªder de los sun¨ªes. La sede del diario Al Mustaqbal fue atacada, como fueron forzadas a dejar de emitir su cadena de radio y Future, su emisora de televisi¨®n. Incluso la mansi¨®n de Qoreitem, residencia de Hariri, recibi¨® el impacto de una granada. Walid Yumblat, el eterno l¨ªder druso, detestado por Nasral¨¢, fue evacuado por soldados de su vivienda en la capital.
Tiroteos espor¨¢dicos se desataron en Tr¨ªpoli, en el norte del pa¨ªs, y en el oriental valle de la Bekaa, habitado mayoritariamente por chi¨ªes. "No hay m¨¢s combates porque nadie se enfrenta a las fuerzas de la oposici¨®n", se?al¨® por la tarde un mando policial. Muchos disparos al aire eran s¨®lo una muestra del triunfo de los islamistas. El episodio, que rememor¨® el drama de la guerra civil (1975-1990), amainaba. Pero la inmensa mayor¨ªa de los libaneses est¨¢n convencidos de que no ser¨¢ el ¨²ltimo.
Tras el ¨®rdago de Hezbol¨¢, que ha causado 11 muertos desde el mi¨¦rcoles, no es previsible que los milicianos chi¨ªes vayan a dar un paso atr¨¢s. No es su estilo. Aunque tampoco es probable que la presencia de los encapuchados armados en las avenidas y suburbios de Beirut se prolongue demasiado. "Todos los temas est¨¢n conectados. Beirut permanecer¨¢ aislada mientras no se alcance un acuerdo pol¨ªtico", afirm¨® un dirigente de Hezbol¨¢ a la agencia Reuters. Los bloqueos de carreteras, especialmente la que conduce al aeropuerto clausurado, no van a levantarse.
El imprescindible consenso que exige la legislaci¨®n libanesa para el reparto del poder ha paralizado la vida institucional. Desde hace a?o y medio no se celebran sesiones en el Parlamento; desde noviembre pasado la presidencia est¨¢ vacante. Cuanto m¨¢s tiempo transcurre m¨¢s evidente se hace que s¨®lo hay un beneficiario: Hezbol¨¢. Domina el macabro juego y disfruta de una posici¨®n de poder para imponer condiciones. Por el contrario, y tras el golpe recibido ayer, el Gobierno queda en una situaci¨®n de debilidad, y m¨¢s que nadie el Movimiento por el Futuro, encabezado por Saad Hariri, hijo del ex primer ministro Rafik Hariri, asesinado en 2005.
Los partidos de la coalici¨®n de gobierno -una amalgama de sun¨ªes, cristianos y drusos- se reunieron ayer y uno de sus jefes, el otrora se?or de la guerra maronita Samir Geagea, ley¨® una declaraci¨®n contundente: "El golpe armado sangriento de Hezbol¨¢ pretende el regreso de Siria a L¨ªbano y extender la presencia de Ir¨¢n hasta el Mediterr¨¢neo".
Nadie ignora que Damasco y Teher¨¢n apadrinan con armamento y apoyo pol¨ªtico al partido chi¨ª. Pero no es menos cierto que Estados Unidos, Francia y Arabia Saud¨ª hacen lo propio con las fuerzas que respaldan al Ejecutivo. Desde que Washington y Par¨ªs impulsaron en 2004 la resoluci¨®n 1559 del Consejo de Seguridad, que orden¨® la retirada de las tropas sirias de L¨ªbano tras 30 a?os de tutela y el desarme de las milicias, el caos se apoder¨® de su vida pol¨ªtica. Ahora, tambi¨¦n de sus calles.
Resoluci¨®n 1701 de la ONU (11-08-2006)
- Cese de las hostilidades y retirada israel¨ª; desmilitarizaci¨®n de las milicias incluyendo a Hezbol¨¢; prohibici¨®n de venta de armas a L¨ªbano excepto las autorizadas por Beirut; incremento de la fuerza de paz internacional (FINUL) hasta 15.000 soldados.
El Partido de Dios
- Hezbol¨¢ (Partido de Dios) naci¨® en 1982 con apoyo de Ir¨¢n, del que recibe armas, municiones y explosivos en respuesta a la invasi¨®n israel¨ª de L¨ªbano. Siria le proporciona apoyo diplom¨¢tico, pol¨ªtico y log¨ªstico.
- Se ha convertido en una poderosa fuerza militar, tiene parlamentarios y ha formado parte del Gobierno liban¨¦s.
- Su brazo militar, Resistencia Isl¨¢mica, cuenta con unos 1.200 milicianos muy bien entrenados y puede movilizar a miles de reservistas en este pa¨ªs de cuatro millones de habitantes.
- Cuenta con gran apoyo del pueblo por facilitar asistencia social, y controla una cadena de televisi¨®n (Al Manar).
- Propugna la destrucci¨®n del Estado de Israel.
- EE UU e Israel lo consideran grupo terrorista.
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