La 'webcam' judicial llega a Sidney
Un juzgado de Barcelona utiliza la videoconferencia para hacer ruedas de reconocimiento y tomar declaraci¨®n a turistas estafados el pasado verano
Hay ocasiones en las que la Justicia funciona eficazmente, incluso teni¨¦ndolo todo en contra. No deber¨ªa ser la excepci¨®n, pero es lo que hay. El Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 2 de Barcelona investiga un asunto nada medi¨¢tico con un despliegue de medios limitado y mucha imaginaci¨®n procesal. Sin estridencias.
Son 24 denuncias presentadas el verano pasado por turistas de diversos pa¨ªses europeos, Australia y de Estados Unidos. Los Mossos d'Esquadra detuvieron el 16 de octubre de 2007 a cinco rumanos acusados de desvalijarlos haci¨¦ndose pasar por polic¨ªas. La banda actu¨® en zonas muy concurridas de la ciudad y sus v¨ªctimas fueron siempre personas de edad avanzada.
El personal judicial y las citaciones se adaptaron a las diferencias horarias
53 juzgados han de compartir los dos ¨²nicos equipos t¨¦cnicos que hay
Cuando el grupo fue desarticulado, los turistas se hab¨ªan marchado de Barcelona hac¨ªa semanas. De esa manera, los robos ten¨ªan todos los n¨²meros de quedar impunes o durmiendo el sue?o de los justos, como es habitual, porque las v¨ªctimas no acudir¨ªan a declarar en el juicio.
Pero en este caso, la fiscal del juzgado, Raquel Amado, plante¨® a la juez, Mar¨ªa Eugenia Canal, si no ser¨ªa posible aplicar las nuevas tecnolog¨ªas a la investigaci¨®n penal. Si cualquier persona puede hablar con otra de punta a punta del mundo con una webcam, ?por qu¨¦ no puede aplicarse ese mismo sistema en un juzgado? Parece una obviedad, pero en la organizaci¨®n de la justicia las evidencias nunca hay que presuponerlas por los h¨¢bitos y las inercias end¨¦micas que caracterizan al sistema.
Y en este caso, adem¨¢s, porque s¨®lo hay dos equipos de videoconferencia para 53 juzgados (33 de instrucci¨®n y 20 penales). Es una realidad que reconoce el Departamento de Justicia, responsable de los medios materiales de todos los juzgados y tribunales de Catalu?a.
El caso es que la fiscal¨ªa de Barcelona contact¨® con una red europea de cooperaci¨®n judicial que funciona desde hace a?os y se fueron organizando las citaciones para celebrar las ruedas de reconocimiento, y las declaraciones judiciales de las v¨ªctimas. Eso implicaba, cuadrar las agendas de los juzgados de las ciudades europeas en las que iban a declarar los turistas con la agenda del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 2 de Barcelona. Como, adem¨¢s, hab¨ªa un matrimonio de ancianos denunciante que resid¨ªa en Sidney, todo el personal tuvo que adaptarse a la diferencia horaria. Y all¨ª acudieron, a las diez de la noche en el juzgado, la juez, la fiscal, los funcionarios, los abogados y el traductor.
Antes hubo de organizarse toda la infraestructura en las dependencias judiciales. De manera muy rudimentaria, por cierto. En una de las l¨®bregas y vetustas sala de vistas del edifico de los juzgados del paseo de Llu¨ªs Companys se situ¨® a los detenidos, bajo un n¨²mero, sin ninguna pantalla interpuesta, porque las v¨ªctimas estaban a miles de kil¨®metros, en alguna ciudad de Escocia, Austria, Dinamarca, Alemania, Portugal o B¨¦lgica.
El sistema de videoconferencia, pese a tener ya unos a?os, funcion¨®. De los tres acusados que est¨¢n todav¨ªa en prisi¨®n, todos los turistas reconocieron a uno de ellos, con otro mostraron sus dudas y a un tercero nadie lo identific¨®. "Aparte de que ha cambiado mucho su aspecto, hay que decir que la calidad de la c¨¢mara no es muy buena", explica la fiscal del caso. Fue un proceso lento, en el que la c¨¢mara tuvo que ir acerc¨¢ndose y alej¨¢ndose de cada una de las seis personas situadas contra la pared, a la espera de lo que dijeran las supuestas v¨ªctimas.
Hace unos d¨ªas se repiti¨® el montaje desde B¨¦lgica e Inglaterra. Y tambi¨¦n desde Estados Unidos, lo que oblig¨® de nuevo a ajustarse al horario de la ciudad en cuesti¨®n. Cuando se quiere, se puede, pese a las dificultades.
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