O c¨¦sar o nada

La renuncia el pasado lunes de Acebes a continuar ocupando la secretar¨ªa general del PP tras la celebraci¨®n del congreso de Valencia convocado para junio no fue una decisi¨®n tomada contra la voluntad de su presidente, sino la despechada anticipaci¨®n -"Que [Rajoy] no cuente conmigo"- a un humillante despido forzoso. El n¨²mero dos de los populares ha seguido el camino hacia el ostracismo que hab¨ªa emprendido Zaplana -n¨²mero tres como portavoz parlamentario- en oscuros movimientos sucesivos: primero, abjurando de las vanidades del mundo de la pol¨ªtica para abrazar con franciscana humildad la condici¨®n de diputado raso; segundo, abandonando con un estrepitoso portazo la vida p¨²blica para ocupar un millonario alto cargo en Telef¨®nica.

La renuncia de Acebes a ser reelegido secretario general en el congreso de Valencia agrava la crisis popular

Queda as¨ª parcialmente desmantelada la tripulaci¨®n del mort¨ªfero bombardero -pilotado por Rajoy- que desinform¨® sobre el crimen del 11-M durante los tres d¨ªas siguientes a su perpetraci¨®n, que alent¨® a lo largo de la legislatura la grotesca teor¨ªa de la conspiraci¨®n fabricada por la Radio de los Obispos y el diario El Mundo con el prop¨®sito de implicar a los socialistas en el atentado y que acus¨® al Gobierno de falsificar pruebas y obstruir las investigaciones policiales y judiciales a fin de impedir el esclarecimiento de los hechos.

?C¨®mo dos pinches de cocina pagan con el despido el destrozo de la vajilla mientras el chef conserva su puesto y contrata otros ayudantes? Los abundantes ejemplos de canibalismo pol¨ªtico conceden un valor ret¨®rico a la pregunta: el actual l¨ªder del PP ha dejado al borde del camino el equipaje m¨¢s comprometedor y se ha concedido una tercera oportunidad ante las urnas. El tiempo dir¨¢ si Rajoy consigue imponerse dentro del PP y lograr el apoyo de sus votantes con un programa orientado hacia el centro electoral y el respeto al adversario. La madrugadora candidatura de Aguirre aplazada sin fecha, el lanzamiento por la borda de Acebes y Zaplana como lastre in¨²til y los rezongos en p¨²blico de dirigentes de la vieja guardia como Cascos y Mayor Oreja dejan caer un goteo deslegitimador sobre su candidatura. Y m¨¢s all¨¢ del XVI Congreso del PP aguarda la respuesta de las urnas durante el primer a?o de legislatura: las europeas y las auton¨®micas vascas y gallegas.

No le ser¨¢ f¨¢cil a Rajoy pastorear hacia la moderaci¨®n pol¨ªtica al sector de votantes del PP alimentado por los mensajes de odio que sigue esparciendo la Radio de los Obispos. La euforia de la c¨²pula del PP en v¨ªsperas del 9-M no nac¨ªa de los sondeos, sino de la pasi¨®n de conquistar el poder sin reparar en el precio. La incredulidad reinante en el balc¨®n de G¨¦nova la noche electoral record¨® el asombro del jugador de p¨®quer que, seguro de tener un as en la manga o de poder contar con una baraja marcada, pierde el resto en el envite. Se dir¨ªa que para los dirigentes populares -incluido el apagado fichaje estrella de Manuel Pizarro- el lema del Borgia, O c¨¦sar o nada, fue su ¨²nico gu¨ªa el 9-M. -