"En el Gobierno, los nuevos hacemos pi?a"

La chica me ha dicho que...".

"Se referir¨¢ usted a la se?ora registradora".

Beatriz Corredor, madrile?a, de 39 a?os, nueva ministra de Vivienda, tuvo que escuchar muchos di¨¢logos como ¨¦ste en sus primeros tiempos como registradora interina en Palam¨®s, Plasencia o Ponferrada. Su juventud -sac¨® las oposiciones en 1993, antes de cumplir los 25 a?os- y su condici¨®n de mujer en una profesi¨®n hasta entonces dominada por los hombres provocaban cierta confusi¨®n en la gente. Hasta que "la chica" hablaba y dejaba claro su dominio de la Ley Hipotecaria. Esa experiencia debe tener que ver con su urgencia por demostrar que conoce a fondo los intr¨ªngulis de su nuevo empleo. Habla con velocidad de opositora acostumbrada a cantar los temas de leyes y competencias sin un solo error. Sabe exactamente a qui¨¦n corresponde tomar decisiones en cuestiones de rehabilitaci¨®n del parque de viviendas -una de las principales iniciativas que baraja para superar la crisis de la construcci¨®n-, ya sea porque est¨¦n degradadas o porque requieran algo m¨¢s que una mano de pintura a los 50 ¨® 60 a?os de su construcci¨®n.

Su carrera pol¨ªtica cabe en un p¨¢rrafo. Su ¨²nico cargo p¨²blico ha sido el de portavoz municipal de Vivienda en Madrid

"Hay muchas mujeres, pero la gente identifica a los registradores con Rajoy", afirma. "Se?ores muy serios y con barba"

Sabe hasta d¨®nde llegan sus l¨ªmites de actuaci¨®n en materia de embellecimiento del entorno urbano o de demolici¨®n masiva de bloques, una sugerencia un poco humor¨ªstica que le hace la periodista, como posible objetivo de su departamento para reanimar el sector y de paso mejorar el aspecto del pa¨ªs. La ministra no sigue la broma. Contesta concienzuda que eso requiere acuerdo entre vecinos, ayuntamientos y comunidades; que no est¨¢ entre las potestades de su ministerio. Depende del plan general de cada municipio. "Lo que nos afecta es la calidad de vida de las viviendas", dice.

Corredor, una figura m¨¢s bien fr¨¢gil, viste con la formalidad obligada: falda negra, chaqueta blanca con cintur¨®n y unos modernos zapatos de tac¨®n con alza. Se sienta en el sof¨¢ de su amplio despacho, en esta antigua y desangelada sede de la Direcci¨®n General de Pesca, hoy Ministerio de la Vivienda, acompa?ada por su jefa de prensa y su jefe de gabinete, que no despegan los labios durante la entrevista.

La ministra, tan solvente en materia jur¨ªdica, no acaba de estar c¨®moda en contacto con la prensa. "Llevo 15 a?os como registradora de la propiedad y estoy acostumbrada a asumir responsabilidades, pero la prensa me impone un poco. Nunca he tenido que enfrentarme al control p¨²blico a trav¨¦s de los medios de comunicaci¨®n", explica. "Temo que la prensa no va a reflejar todo el trabajo de este ministerio como yo desear¨ªa". Casi todos los antiguos compa?eros, amigos y conocidos de Corredor coinciden precisamente en se?alar ese miedo como su punto d¨¦bil. Le faltan tablas, dicen, para interpretar un papel pol¨ªtico de tanto riesgo como el de formar parte del Ejecutivo. Aunque "s¨®lo es cuesti¨®n de tiempo", seg¨²n Matilde Ros, amiga de los a?os de opositora, con la que sigue compartiendo la afici¨®n por los festivales de m¨²sica y danza de Granada y muchas otras cosas.

La propia ministra est¨¢ de acuerdo, porque, a fin de cuentas, el tiempo juega a su favor. "La rutina es la garant¨ªa de la supervivencia", dice, dispuesta a atravesar esta etapa con el estoicismo con el que afront¨® sus a?os de registradora interina. Confiesa que en los primeros Consejos de Ministros le ha asaltado una especie de sensaci¨®n de irrealidad. "?Pero qu¨¦ pinto yo aqu¨ª?", se ha preguntado, sentada entre pol¨ªticos heterog¨¦neos donde, presume, nadie le va a regalar nada. "Los nuevos hacemos un poco de pi?a", cuenta.

Y es que la carrera pol¨ªtica de Corredor cabe en un p¨¢rrafo. Afiliada al PSOE en la agrupaci¨®n de San Blas (Madrid) en 2003, s¨®lo ha tenido un cargo p¨²blico de discreto relieve como portavoz socialista de Vivienda en el Ayuntamiento de Madrid durante los ¨²ltimos ocho meses. Un puesto que compatibiliz¨® con su trabajo como registradora en Lillo (Toledo), lo que no todo el mundo en su partido vio bien.

"No es cierto", interviene Pedro S¨¢nchez, compa?ero socialista en la comisi¨®n de Urbanismo. "Beatriz se implic¨® a fondo en el trabajo municipal. Ven¨ªa a las comisiones y a los plenos, y se preparaba mucho las intervenciones, hablando antes con los asesores y los t¨¦cnicos". S¨¢nchez cree que la actual ministra ha tenido un papel esencial en dos asuntos: la denuncia del acoso inmobiliario que llevan a cabo algunas empresas para desalojar por las bravas a inquilinos ancianos del viejo Madrid, y "en el cambio del reglamento de adjudicaci¨®n de viviendas p¨²blicas, para que tengan m¨¢s oportunidades las parejas j¨®venes y las familias monoparentales". Empe?os encomiables que por s¨ª solos no habr¨ªan proporcionado a esta eficiente registradora un sitio en el segundo Gabinete de Zapatero.

?Qu¨¦ m¨¢s factores han intervenido? "A m¨ª me han llamado siempre para todos los cargos que he tenido", advierte ella sin falsa modestia. Puestos a analizar, ?qu¨¦ hay de extra?o en su nombramiento? "Si se buscaba un determinado perfil para el ¨¢rea de Vivienda y hab¨ªa una persona en el partido que reun¨ªa los requisitos para ocuparse de esa ¨¢rea, es l¨®gico que se pensara en m¨ª". S¨®lo que el perfil ha encajado en el cargo gracias a la inestimable ayuda de otro compa?ero de partido, Antonio Hernando, portavoz en la Comisi¨®n de Interior del Congreso de los Diputados.

Hernando conoci¨® a Corredor hace unos a?os y no perdi¨® la oportunidad de present¨¢rsela al todopoderoso secretario de organizaci¨®n del PSOE, Jos¨¦ Blanco, mano derecha del presidente. "A los dos nos impresion¨® que una registradora de la propiedad, con una buena posici¨®n econ¨®mica y un futuro asegurado, tuviera un compromiso pol¨ªtico tan grande con el PSOE", dice Hernando. Corredor empez¨® a colaborar con el partido elaborando estudios sobre temas de vivienda, muy apreciados por Blanco, que vio en las elecciones municipales del a?o pasado una ocasi¨®n de oro para lanzarla a la arena pol¨ªtica.

Blanco y Hernando se la recomendaron al cabeza de lista a la alcald¨ªa de Madrid, Miguel Sebasti¨¢n, que la coloc¨® en el puesto n¨²mero 18 de la lista, que pas¨® a ser el 20. "Son esas cosas raras que ocurren en el partido; la verdad, no nos imagin¨¢bamos que la fuera a dejar tan atr¨¢s", recuerda este diputado. Si Beatriz lleg¨® a concejal fue gracias a un par de bajas, incluida la del propio Sebasti¨¢n, que movieron el escalaf¨®n. La siguiente oportunidad lleg¨® tras el triunfo socialista de marzo. Y esta vez los padrinos de Corredor apostaron a lo m¨¢s alto, ministra de Vivienda en el puesto dejado vacante por Carme Chac¨®n.

Un ministerio complicado, sin embargo, en tiempos de crisis como la que ya se palpa. "Crisis, no", corrige la ministra. "Lo que se est¨¢ produciendo es el ajuste del que se llevaba hablando dos a?os. Lo malo es que coincide con el problema de las hipotecas subprime en Estados Unidos". Un inconveniente de cierta importancia, aunque la ministra se siente capaz de darle la vuelta a esta situaci¨®n explosiva.

"Necesitamos llegar a acuerdos; alcanzar consensos con promotores, constructores, comunidades aut¨®nomas..., con todos, para salir de la situaci¨®n. Y el ministerio tiene posibilidades de actuar aunando voluntades, buscando consensos y, adem¨¢s, dando confianza. Ahora mismo es lo que nos est¨¢n pidiendo desde ayuntamientos hasta comunidades aut¨®nomas. Todos los implicados en el sector miran al ministerio reclamando ayuda". Por eso, su departamento, tan criticado en su d¨ªa, tiene hoy m¨¢s sentido que cuando se cre¨®, piensa ella. Para dar subvenciones y dar vida a esa ley de rehabilitaci¨®n que, seg¨²n la delegada del ¨¢rea de Urbanismo y Vivienda de Madrid, la popular Pilar Mart¨ªnez, ser¨ªa un logro formidable de la nueva ministra. "A Corredor le falta rodaje en un puesto de gesti¨®n p¨²blica tan importante como el que tiene, pero al mismo tiempo es una persona dialogante, muy centrada, y tiene un conocimiento jur¨ªdico que le permitir¨ªa redactar una ley as¨ª, sin precedentes en Espa?a", dice Mart¨ªnez.

Es evidente que la ministra, admiradora de Felipe Gonz¨¢lez desde los a?os escolares y aut¨¦ntica tiffosa del PSOE, est¨¢ lejos de cualquier sectarismo. Su padre, dice, vota en blanco cuando se enfada con los socialistas. Su madre, ama de casa dedicada a lidiar con una familia numerosa -"y a hacer malabarismos con la n¨®mina de mi padre", dice ella-, es votante del PP de toda la vida, y la abuela materna era, en palabras de su nieta, "muy, muy franquista". Es decir, que Beatriz Corredor, la mayor de cinco hermanos, nacida en Madrid el 1 de julio de 1968, creci¨®, como tantos espa?oles, en una atm¨®sfera de pluralidad ideol¨®gica. Aprendi¨® las primeras letras en un colegio cat¨®lico concertado -el mismo al que hoy van sus hijas, de 11 y 8 a?os- y estudi¨® derecho en la Universidad Aut¨®noma de Madrid, siempre con beca. En cuarto curso, ella, tan socialista, decidi¨® empezar a preparar las oposiciones a registradora. Un cuerpo que, lamenta, no acaba de sacudirse una imagen conservadora y anticuada. "La gente identifica a los registradores con Mariano Rajoy. Un se?or de una cierta edad, muy serio, con barba. Y en el cuerpo hay muchas mujeres y la media de edad est¨¢ por debajo de los 40 a?os".

Hay mucho registrador joven pagando una hipoteca, como ella, aunque sin los agobios de los mileuristas, porque los registros, que funcionan como empresas, suelen dar buenos dividendos a sus titulares. "Depende del registro", protesta Corredor. ?Fue la seguridad econ¨®mica lo que decidi¨® su vocaci¨®n? "Fue puro realismo", responde. "Mi padre no ten¨ªa amigos abogados y yo no sab¨ªa idiomas. Las oposiciones eran la ¨²nica salida laboral. Me gustaba el derecho privado, y opt¨¦ por las m¨¢s dif¨ªciles, para ir bajando luego el list¨®n si no aprobaba".

Aprob¨® a la primera, tras cuatro a?os de preparaci¨®n a jornada completa. Y su vida tom¨® un rumbo bastante previsible. Se cas¨® de blanco y por la iglesia en Quintanar de la Orden (Toledo), el pueblo de la familia materna, con su novio de toda la vida, compa?ero de facultad, y tuvo su primera hija. La vida familiar no deb¨ªa de ser f¨¢cil para una registradora interina, acostumbrada a saltar de un registro a otro. La pareja acab¨® por romperse, despu¨¦s de traer al mundo a una segunda hija. Beatriz Corredor, ya registradora titular, comenz¨® a implicarse a fondo en su profesi¨®n, a dar conferencias, a participar en simposios, a aceptar cargos de cierta relevancia institucional y a rehacer su vida personal. "Es una chica moderna, de su tiempo", dice su ex colega en el Ayuntamiento Pedro S¨¢nchez. Uno se la puede encontrar en clases de pilates, o en la ¨®pera, porque tiene abono en el Teatro Real, y no se pierde las obras de Mozart.

Los vaivenes del destino no han hecho que flaqueara nunca su fe en lo seguro. Si su primer marido fue el novio conocido en la universidad, el segundo, preparador f¨ªsico, es amigo de infancia, de los veraneos en Quintanar. La boda se celebr¨® en enero de 2006, en el Ayuntamiento de Toledo, y la pareja tiene una ni?a de ocho meses, tercera hija para ella.

Ese 2006, Corredor ocup¨® un puesto profesional significativo. Fue vocal-registradora en el tribunal de oposici¨®n que controla el acceso al cuerpo. Era la primera mujer que llegaba tan lejos. El presidente de aquel tribunal, Javier G¨®mez G¨¢lligo, reconoce que los registradores se hab¨ªan planteado la necesidad de colocar a m¨¢s mujeres en puestos relevantes, y que Beatriz, ya directora del Centro de Estudios de Castilla-La Mancha y muy conocida entre sus colegas, "ten¨ªa ese perfil investigador". Se apresura a aclarar que no se la eligi¨® por cuota, sino por sus cualidades. Corredor era adem¨¢s bastante discreta, y pocos de sus compa?eros sab¨ªan que se hab¨ªa afiliado al partido socialista.

El ex decano de su colegio profesional Fernando M¨¦ndez, que encabez¨® una candidatura reformista en las elecciones del cuerpo, de la que formaba parte la hoy ministra, rechaza que el perfil pol¨ªtico de Corredor sea bajo. "No se afili¨® al PSOE hasta 2003, pero eso no era m¨¢s que formalizar una situaci¨®n de hecho, como las parejas que se casan despu¨¦s de convivir 20 a?os. Tiene una fuerte vocaci¨®n pol¨ªtica", afirma.

Matilde Ros, muy amiga de la ministra, lo explica de otra manera: "Tiene las ideas muy claras desde bien joven". Aunque quiz¨¢ no se habr¨ªa planteado fichar por el partido socialista si no hubiera ocurrido lo que ocurri¨® en 2003. "El tamayazo me decidi¨®", confiesa Beatriz Corredor, refiri¨¦ndose al esc¨¢ndalo ocurrido en las elecciones auton¨®micas de 2003, cuando la deserci¨®n de dos diputados socialistas electos -Eduardo Tamayo y Mar¨ªa Teresa S¨¢ez- dej¨® el gobierno de la comunidad en manos de la popular Esperanza Aguirre. Un episodio que queda ahora algo lejos, pero que, como los a?os de registradora ambulante o los meses de concejal, ha sido decisivo en su determinaci¨®n de hacer pol¨ªtica, superando su resistencia a tratar con los periodistas.