Diferentes usos para la misma agua

El mito del catal¨¢n ahorrador se convierte en realidad en lo que concierne al gasto de agua. El barcelon¨¦s medio usa 110 litros de agua al d¨ªa, una cifra muy por debajo de la de otros europeos: un ciudadano de Madrid gasta 140 litros de agua, uno de Mil¨¢n 200 y uno de Par¨ªs, de las ciudades que m¨¢s agua derrocha, 290 litros por persona y d¨ªa. "Es sorprendente la capacidad de los catalanes para ahorrar agua. Se ha reducido unos 20 litros por persona y d¨ªa el gasto en dos a?os, un dato muy importante teniendo en cuenta que a¨²n no ha habido restricciones para el consumo humano", opina Ram¨®n Folch, bi¨®logo y director de la consultora ambiental ERF.

Pese a que el gasto es m¨ªnimo, la situaci¨®n actual de sequ¨ªa hace que el ingenio se agudice y se usen diferentes mecanismos para ahorrar el m¨¢ximo de agua posible. Uno de ellos consiste en aprovechar el agua sobrante del ba?o y el lavabo: por ejemplo, colocando un cubo bajo la ducha cuando el agua sale fr¨ªa. ?ste es el sistema casero, aunque existe un mecanismo que permite realizar el ahorro de forma autom¨¢tica.

Sant Cugat subvenciona el reciclaje de aguas grises

Sistema casero: colocar un cubo bajo la ducha cuando el agua sale fr¨ªa

El sistema de reutilizaci¨®n de aguas grises consigue, con una sencilla instalaci¨®n, aprovechar eficientemente el agua sobrante de la ducha y el lavabo y reutilizarla para la cisterna del v¨¢ter. Los resultados saltan a la vista: "El sistema de aguas grises nos ahorra una enorme cantidad de agua al a?o", expone Carles Xifr¨¦, coordinador de proyectos del ¨¢rea de educaci¨®n ambiental de la Federaci¨®n Catalana del Esplai.

El Centre Esplai, que acoge un albergue y la sede central de la federaci¨®n, es un ejemplo de ahorro. Situado en el barrio de Sant Cosme de El Prat de Llobregat, el sistema de reciclaje de aguas grises del edificio recicla 2.500 de los 3.000 metros c¨²bicos que recoge anualmente de la red de aguas de El Prat. Esta instalaci¨®n, junto con un eficaz tratamiento de las aguas pluviales, reduce el consumo de agua de boca a 60 litros por persona y d¨ªa, pr¨¢cticamente la mitad de lo que gasta un ciudadano de la provincia de Barcelona. De los 8.500 metros c¨²bicos que exige el Centre Esplai anualmente, s¨®lo 3.000 se recogen de la red local. El agua gris abastece las cisternas de los inodoros y, en caso de extrema aridez, se podr¨ªa usar para regar el c¨¦sped. "Pese a la sequ¨ªa que ha habido este a?o, no hemos tenido problemas para regar: nos ha sobrado agua pluvial", matiza Xifre. En ning¨²n caso, avisa, se puede usar para beber: "Por eso el agua sale azul, para diferenciarla de la potable".

Jos¨¦ Maria Collell, gerente de la empresa BioTrit, explica el proceso por el que pasa el agua tras salir de la ducha y el lavabo: "Hay una tuber¨ªa especial que recoge esta agua. Primero se eliminan los residuos gruesos, pelos y u?as; despu¨¦s se desinfecta con rayos ultravioletas o una peque?a dosis de lej¨ªa; tras esto, se ti?e de azul para distinguirla del agua potable". La instalaci¨®n de este equipo en las viviendas cuesta entre 2.400 euros la m¨¢s barata y 13.000 euros la m¨¢s cara. "Se debe hacer una instalaci¨®n profesional. Si no se desinfecta bien el agua, puede haber riesgo sanitario: hay que dar garant¨ªas", advierte Francisco Fr¨ªas, de la empresa Soliclima.

El gran ahorro de agua que permite esta instalaci¨®n hace que los ayuntamientos -que tienen la potestad de legislar en este aspecto- opten cada vez m¨¢s por obligar a las viviendas de nueva construcci¨®n a instalar el sistema de reutilizaci¨®n de aguas grises. La Diputaci¨®n de Barcelona, a trav¨¦s de su Red de Municipios hacia la Sostenibilidad, elabor¨® en 2005 una ordenanza tipo que hasta el momento han aplicado 29 poblaciones de todas las provincias catalanas. La recomendaci¨®n establece que los edificios de nueva construcci¨®n dispongan de este sistema de reciclaje.

El Consistorio de Sant Cugat del Vall¨¨s, uno de los municipios adheridos, ya recogi¨® en su ordenanza de 2002 la instalaci¨®n de sistemas de recuperaci¨®n de aguas grises. "La ordenanza la hicimos pensando en ahorrar cualquier tipo de agua", asevera Marta Subir¨¤, teniente de alcalde de Medio Ambiente. La legislaci¨®n establece la obligaci¨®n de instalar este sistema de reciclaje para los edificios de nueva construcci¨®n que tengan m¨¢s de ocho viviendas. El Ayuntamiento, adem¨¢s, facilita subvenciones para los vecinos que quieran instalar este equipamiento en sus casas. "Tenemos previstas diversas ayudas que como m¨¢ximo sufragan el 50% de los costes", afirma Subir¨¤.

La aplicaci¨®n de sistemas de recuperaci¨®n de aguas grises va en auge, aunque a¨²n falta decisi¨®n en la instalaci¨®n definitiva de este equipamiento: "Hay un boom tremendo, hay mucha demanda de informaci¨®n, pero al final es mucha pregunta y poco hacer", lamenta Fr¨ªas, de la empresa Soliclima. "Con la reutilizaci¨®n de las aguas grises se obtienen resultados excelentes a medio plazo", sostiene Folch, que concluye: "Con una norma que estableciera la obligaci¨®n de instalar este equipamiento en obras nuevas y un proceso de est¨ªmulo para incentivar a la gente a instalarlo en sus casas, ser¨ªan improbables las situaciones de emergencia".