Nuevos retos para las empresas de inserci¨®n

A finales de abril se cre¨® una nueva asociaci¨®n empresarial: la Federaci¨®n de Empresas de Inserci¨®n de Catalu?a (Feicat). Cabe felicitarse por ello. La nueva asociaci¨®n re¨²ne las dos hist¨®ricas plataformas de empresas de inserci¨®n catalanas que agrupan a su vez a m¨¢s de 30. Estas empresas son fundamentales para el sostenimiento del bienestar en nuestra sociedad, ya que contratan a personas con dificultades laborales, desempleo y riesgo de exclusi¨®n social.

A pesar de la supuesta muerte de las ideolog¨ªas, nuestra sociedad mantiene vivo el debate sobre el modelo econ¨®mico que debe conducirla al objetivo de bienestar propuesto desde la socialdemocracia. En este contexto, las empresas de inserci¨®n se configuran como un agente social impulsor de una econom¨ªa solidaria que aporta modelos alternativos al sistema econ¨®mico tradicional. Su funci¨®n es compleja ya que, adem¨¢s de la contrataci¨®n de personas con dificultades espec¨ªficas requiere, como ocurre tambi¨¦n con el resto de empresas mercantiles, una constante adaptaci¨®n a la din¨¢mica cambiante del entorno. En estos momentos se enfrentan a dos retos:

Las empresas de inserci¨®n han tenido que adaptar sus metodolog¨ªas a nuevos perfiles

El primero, el cambio sufrido por el perfil de las personas con riesgo de exclusi¨®n social. En las sociedades industriales de los siglos XIX y XX, el tener o no tener trabajo era el elemento definitorio de la exclusi¨®n. Se trataba de un fen¨®meno generalizado en el mundo occidental mientras que, en la actualidad, cada sociedad presenta sus propios umbrales de exclusi¨®n. No s¨®lo la pobreza conduce a una situaci¨®n de riesgo social, sino que hay nuevos factores como la desestructuraci¨®n familiar o los bajos niveles formativos que contribuyen a vivir fuera de los est¨¢ndares mayoritarios. En el pasado, la exclusi¨®n ocurr¨ªa en t¨¦rminos unidimensionales, b¨¢sicamente econ¨®micos. Hoy en d¨ªa, la exclusi¨®n se configura como un conjunto de procesos que pueden afectar a cualquiera de nosotros: casi nadie est¨¢ a salvo. Todo depender¨¢ del grado de vulnerabilidad respecto a din¨¢micas que conducen a la marginaci¨®n como el desempleo, la desestructuraci¨®n familiar, el fracaso escolar y los bajos niveles formativos, o la precariedad laboral. No es una casualidad que, entre las personas que cobran la Renta M¨ªnima de Inserci¨®n en Catalu?a, aumenten las familias monoparentales (madres solas con hijos a su cargo fundamentalmente) y tambi¨¦n los varones solos. Las empresas de inserci¨®n han tenido que adaptar sus metodolog¨ªas a nuevos perfiles para dar una respuesta adecuada a las necesidades de las personas contratadas.

El segundo reto es el cambio del mercado en el que operan. El perfil especialmente vulnerable de las personas que emplean ha dado como resultado la especializaci¨®n en manipulados, construcci¨®n o gesti¨®n de residuos, tareas que est¨¢n siendo especialmente castigadas por la desaceleraci¨®n econ¨®mica. Eso comporta que actividades econ¨®micas v¨¢lidas tradicionalmente ya no resultan competitivas y requieren nuevos esfuerzos de adaptaci¨®n, diversificaci¨®n, formaci¨®n, orientaci¨®n profesional y reorientaci¨®n de la actividad econ¨®mica.

En este nuevo escenario, el Departamento de Trabajo pretende acompa?ar y facilitar los procesos de cambio de las empresas de inserci¨®n, desarrollando un plan estrat¨¦gico que fortalezca al sector e impulse su desarrollo tanto en la vertiente social como empresarial. Formaci¨®n gerencial, b¨²squeda y asesoramiento sobre nuevos yacimientos de empleo, nuevas f¨®rmulas de apoyo econ¨®mico y la plena implantaci¨®n de la normativa de empresas de inserci¨®n son objetivos prioritarios. Si es cierto que las pol¨ªticas econ¨®micas y sociales se retroalimentan mutuamente, las empresas de inserci¨®n son el ejemplo m¨¢s claro de esta estrecha y necesaria vinculaci¨®n.

Sara Berbel S¨¢nchez es directora general de Igualdad de Oportunidades en el Trabajo del Departamento de Trabajo de la Generalitat.