"Todos conocen a un gay. Debemos de ser una plaga"
Grande-Marlaska da una conferencia sobre homosexualidad en un instituto
"Los alumnos gays, lesbianas, homosexuales y transexuales existen. Est¨¢n aqu¨ª y ahora, gritando en silencio respeto y reclamando respuestas a sus preguntas". Ayer, sentado frente a unos 70 adolescentes y detr¨¢s de una bandera arcoiris, Fernando Grande-Marlaska habl¨® sobre la diversidad sexual en una conferencia a alumnos de Bachillerato del instituto Duque de Rivas en el municipio madrile?o de Rivas-Vaciamadrid. Marlaska es juez de la Audiencia Nacional, y uno de los pocos personajes p¨²blicos que ha reconocido su homosexualidad en Espa?a. Se refiri¨® a las leyes, pero tambi¨¦n a su experiencia personal.
"Yo tuve clara mi orientaci¨®n sexual desde muy joven, pero perd¨ª 25 a?os de mi vida afectiva por la ley del silencio. Hasta los 35 a?os no lo llegu¨¦ a reconocer ante todo el mundo. La ¨²ltima fue mi madre con la que perd¨ª cinco a?os de relaci¨®n porque no aceptaba a mi pareja. Fue en los a?os setenta y ochenta cuando a¨²n exist¨ªa la ley de peligrosidad y rehabilitaci¨®n social". Esa ley consideraba a los homosexuales delincuentes y con ella muchos acabaron en reformatorios o en la c¨¢rcel.
Como la historia es reciente, invit¨® a los presentes a "no congraciarse y mantenerse alerta". "Hasta la ley del matrimonio homosexual, sufr¨ªamos una discriminaci¨®n absoluta. Si, en una pareja de hecho, uno se pon¨ªa enfermo, el otro no pod¨ªa pedir una baja para cuidarle porque, legalmente, no era nada suyo. Tampoco pod¨ªamos firmar la autorizaci¨®n para una operaci¨®n aunque vivi¨¦semos juntos desde hace a?os. Ahora ni el m¨¢s recalcitrante dice que los homosexuales somos ciudadanos de segunda. Por lo menos no de palabra. Otra cosa es la pr¨¢ctica".
Para Grande-Marlaska, la realidad social sigue estando por detr¨¢s de la realidad legal. "La prueba es que ahora todos conocen a un gay, debemos ser una plaga. Pero me pregunto por qu¨¦ siempre es un amigo, pero nunca un hermano o un primo". Puso como ejemplo las mismas instituciones del Estado. "Todav¨ªa hoy hay pocos referentes p¨²blicos que son capaces de admitir su orientaci¨®n sexual y apelan a la intimidad para no desvelarla". Durante toda la charla los alumnos fijaron la mirada en el juez, con un silencio curioso y atento. Sin duda con gran inter¨¦s. Pero cuando el discurso termin¨® s¨®lo hubo tres preguntas, dos de ellas de los pocos asistentes adultos al debate. Quiz¨¢ fue la ley del silencio, quiz¨¢ s¨®lo la adolescencia o tal vez que la homosexualidad, aunque haya conquistado la legalidad, a¨²n no se trata con naturalidad en el d¨ªa a d¨ªa.
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