La decepci¨®n de Einstein
Nada es lo bastante grotesco e incre¨ªble como para que el ser humano medio no lo crea", escribi¨® en 1906 con acerba lucidez Mark Twain en su corrosivo panfleto Reflexiones sobre la religi¨®n, en el que, para esc¨¢ndalo de puritanos y p¨²lpitos diversos, se?alaba las trivialidades, sinsentidos y crueldades de la Biblia. Cuarenta y ocho a?os despu¨¦s, Albert Einstein precisaba, en carta que se acaba de conocer, su decepci¨®n intelectual sobre la religi¨®n y la Biblia en parecidos t¨¦rminos. "La palabra Dios para m¨ª no es m¨¢s que la expresi¨®n y el producto de la debilidad humana; la Biblia es una colecci¨®n honorable, pero primitiva, de leyendas bastante infantiles". Twain y Einstein coincidieron en su denuncia de los banales fundamentos de la religi¨®n, aunque sus actitudes p¨²blicas fueron bien diferentes. Mientras que el creador de Tom Sawyer y Huckleberry Finn combati¨® p¨²blicamente la religi¨®n como una superstici¨®n da?ina, Einstein mantuvo una tibia distancia hacia la creencia en un ser superior. Incluso emple¨® par¨¢bolas religiosas para simplificar f¨®rmulas complejas: "Dios no juega a los dados en el universo" es su concesi¨®n m¨¢s famosa y elegante a la religi¨®n.
Pero en su carta al fil¨®sofo Eric Gutkind, el formulador de las teor¨ªas general y especial de la relatividad anticipa el descubrimiento de esa farsa peligrosa, hoy tan com¨²n, de quienes esgrimen sus creencias para reclamar superioridad sobre el resto de los mortales. "Encuentro doloroso", dice Einstein a
Gutkind, "que reclame usted una posici¨®n de privilegio y trate de defenderla con dos muros de orgullo, uno externo como hombre y otro interno como jud¨ªo".
Einstein no ten¨ªa un car¨¢cter tan vitri¨®lico como Twain, por lo que cabe entender sus apreciaciones sobre la religi¨®n como la decepci¨®n personal y profunda de un hombre que por aquella ¨¦poca intentaba sintetizar las leyes del universo. A la vista del mundo que le toc¨® vivir y ahormar, sorprende que no exhibiera un escepticismo m¨¢s amargo. Twain se lo habr¨ªa contado as¨ª: "En cuesti¨®n de religiones, siempre progresamos hacia atr¨¢s".
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