530 palabras acerca de 'Los olvidados'

Luis Bu?uel rod¨® Los olvidados en 21 d¨ªas. La mitad de lo que he tardado yo en rodar las m¨ªas. La mont¨® en cuatro jornadas porque, para no gastar material, s¨®lo rodaba los planos que sab¨ªa que iba a usar. Sin alternativas. ?l sab¨ªa ser conciso y planificar con precisi¨®n. Sab¨ªa pintar con la imaginaci¨®n, que es la forma m¨¢s dif¨ªcil de pintar. Calcular en tu cabeza el efecto que tendr¨¢ aquello una vez ejecutado y pegado. Pura especulaci¨®n. Hay que saber mucho del poder de las im¨¢genes para atinar todas las veces. Y ¨¦l atinaba. Ten¨ªa poca munici¨®n, pero gran punter¨ªa. Todas sus ideas-bala se te alojan en la cabeza y en el coraz¨®n. S¨®lo dispongo de 530 palabras para hablar de ¨¦l. No bastar¨¢n. Mis ideas no son ideas-bala. Bu?uel es brillante, pero para los que hacemos cine lo es adem¨¢s porque con lo que le daban, hac¨ªa pel¨ªculas extraordinarias. Aceptaba los encargos, las imposiciones sin pens¨¢rselo dos veces. Necesitaba el trabajo. Cuando lleg¨® a M¨¦xico tras una penosa y poco fruct¨ªfera estancia en Estados Unidos, todav¨ªa su madre ten¨ªa que mandarle dinero desde Espa?a. A un hombre de m¨¢s de 40 a?os. Ten¨ªa mujer y ni?os peque?os a los que mantener. Hace algunas temporadas hubo una exposici¨®n en el Reina Sof¨ªa sobre ¨¦l. Me llamaron la atenci¨®n las cartas entre Bu?uel y su madre. El afecto. El agradecimiento constante por el apoyo prestado. Es importante la obra de un artista, pero tambi¨¦n es importante conocer su dieta, las condiciones en que trabajaba. Por escribir con Alcoriza y dirigir Los olvidados cobr¨® 2.000 d¨®lares. No era mucho dinero ni siquiera entonces. Todos estos datos los sac¨® de sus memorias, escritas con Jean-Claude Carri¨¨re. Mi ¨²ltimo suspiro. Uno de los libros m¨¢s emocionantes que he le¨ªdo. Tambi¨¦n estuve en Calanda, para conocer a Carri¨¨re en el Centro Bu?uel. Y me he paseado con mi beb¨¦ por sus calles solitarias. Imaginando a Bu?uel ni?o. A Bu?uel veraneante. Comprendi¨¦ndolo.

Los olvidados fue pol¨¦mica. Para muchos mexicanos deshonraba a su pa¨ªs. Fue un fracaso en la taquilla. A los compa?eros surrealistas de don Luis les gust¨®, pero al Partido Comunista no. "Es una pel¨ªcula burguesa en la que la polic¨ªa y el director del reformatorio desempe?an papeles ¨²tiles. ?Eso no puede ser!". Luego todo cambi¨® con el Festival de Cannes donde Octavio Paz la defendi¨® con entusiasmo y fue premiada. Gracias a esto en M¨¦xico "absolvieron" a Bu?uel. Y entonces s¨ª, los mexicanos fueron en tropel a verla. Es lo que tenemos los espectadores, que a veces no nos gustan las cosas si no nos lo mandan. Me quedan algunas palabras.

Hay que hablar de los olvidados de hoy: miles de ni?os que en toda Iberoam¨¦rica est¨¢n en la calle. Hay que hablar del trabajo infantil, del programa Scream de la OIT para erradicarlo. Y de un magn¨ªfico libro publicado por la Diputaci¨®n de Teruel sobre Los olvidados y que en la Academia de Cine hemos premiado. Contiene el facs¨ªmil del gui¨®n utilizado por Bu?uel, todas las fotos, las cartas de Paz o Cort¨¢zar y otros cientos de documentos muy hermosos. Un secreto: Bu?uel tambi¨¦n rod¨® un final feliz en el que Pedro se libra de Jaibo y regresa a la granja escuela para devolver el dinero robado.