La lucha por el poder en el PP

Cuando uno oye hablar a ciertos pol¨ªticos piensa que lo que dicen tiene mucho m¨¢s que ver con la realidad so?ada por ellos que con la realidad padecida por todos. Es obvio que la reciente fractura del PP atiende m¨¢s a intereses personales que a cuestiones ideol¨®gicas o de principios, como se nos quiere hacer ver. La ruptura actual es la ¨²ltima entrega del culebr¨®n que las distintas familias populares -esas que seg¨²n ellos no existen- vienen protagonizando desde la ¨²ltima convocatoria electoral del 9-M. Los espa?oles nos regimos por el viejo protocolo de t¨² me ayudas a m¨ª y yo te ayudo a ti.

Los primeros espadas del PP quieren su cuota de poder y se ponen nerviosos cuando ven que se les niega la ayuda. Mariano Rajoy quiere dar un golpe de tim¨®n a la direcci¨®n del PP para centrarla y hacer posible una futura victoria electoral. Adem¨¢s, creo que don Mariano ha realizado un sincero acto de contrici¨®n y se ha hecho la solemne promesa de no volver a dejarse llevar por los deleznables derroteros por los que su partido se condujo en el ejercicio de la oposici¨®n durante la pasada legislatura.

El argumentario de San Gil y Aguirre es pat¨¦tico. Aluden unas diferencias fundamentales con la nueva direcci¨®n del PP en temas que a¨²n no se han tratado y que, en cualquier caso, se tratar¨¢n en el pr¨®ximo Congreso del partido.

Lo de San Gil es nuevo, pero a Aguirre hace a?os que la vemos venir. Desde mi modesto punto de vista, creo que Mariano Rajoy est¨¢ demostrando tener car¨¢cter y, lo que es m¨¢s importante, el verdadero talante de un pol¨ªtico de centro-derecha. Creo que tiene todas las papeletas para llevarse el gato al agua y que, con un poco de suerte, marcar¨¢ el final de la carrera pol¨ªtica de personajes como Aguirre, Zaplana, Estarloa o Acebes.