Telma Ortiz pierde la batalla
La juez desestima su demanda contra 57 medios para no ser grabada ni fotografiada
Telma Ortiz ha perdido su primera batalla ante los tribunales para impedir que se difundan im¨¢genes de su vida privada. El juzgado de primera instancia n¨²mero 3 de Toledo deneg¨® ayer las medidas cautelares solicitadas por la hermana de la Princesa de Asturias y su pareja, Enrique Mart¨ªn-Llop, contra 57 medios de comunicaci¨®n. Ped¨ªan que se les prohibiese, en general, "captar, publicar, distribuir, difundir, emitir o reproducir" cualquier tipo de imagen salvo aqu¨¦llas tomadas en ceremonias oficiales o actos de car¨¢cter protocolario. La juez ha desestimado la demanda, ha determinado que s¨ª son personas con "proyecci¨®n p¨²blica" y les ha impuesto las costas del proceso -los gastos ocasionados a los 57 demandados, incluidos los de abogado y procurador-. Los letrados de las revistas, p¨¢ginas web, productoras y cadenas de televisi¨®n demandadas calculan que la cuant¨ªa podr¨ªa ascender a 50.000 euros, informa M¨¢bel Galaz.
El auto se?ala que Ortiz y su pareja s¨ª son personas con "proyecci¨®n p¨²blica"
La hermana de la Princesa de Asturias deber¨¢ pagar las costas del proceso
La resoluci¨®n supone un varapalo a la forma en que el abogado de Ortiz ha planteado la demanda, por varios motivos. En primer lugar, en este procedimiento de medidas cautelares -que se presenta sobre la base del anuncio de una posterior y necesaria demanda principal sobre hechos concretos-, el letrado no habla de vulneraci¨®n del derecho a la intimidad de la pareja, seg¨²n la juez, sino que s¨®lo se alega infracciones del derecho a la propia imagen. Ambos, aunque est¨¢n muy vinculados, no son iguales y la magistrada ha hecho una estricta distinci¨®n entre ellos. Y las medidas cautelares s¨®lo pueden dictarse para proteger los derechos sobre los que va a versar el procedimiento principal.
La magistrada se ha limitado, como se ped¨ªa en la demanda, a examinar si ha habido una infracci¨®n del derecho a la propia imagen, regulado en una ley de 1982. Esta norma considera como intromisi¨®n ileg¨ªtima "la captaci¨®n, reproducci¨®n o publicaci¨®n por fotograf¨ªa, filme o cualquier otro procedimiento de la imagen de una persona en lugares o momentos de su vida privada o fuera de ellos". Pero deja fuera de esta protecci¨®n a quienes "ejerzan un cargo p¨²blico o una profesi¨®n de notoriedad o proyecci¨®n p¨²blica" en los casos en los que la imagen se capte "durante un acto p¨²blico o en lugares abiertos al p¨²blico".
De acuerdo con esta regulaci¨®n, la resoluci¨®n examina en primer lugar si los demandados son o no personas de "proyecci¨®n p¨²blica". Y determina que s¨ª lo son. Si los propios demandantes dicen que en ocasiones participan en "ceremonias oficiales y actos protocolarios", dice, ellos mismos est¨¢n reconociendo y admitiendo tener proyecci¨®n p¨²blica.
Ortiz y Mart¨ªn-Llop, que han sido padres recientemente, acudieron a los tribunales hablando de un "acoso medi¨¢tico insoportable" y de un "peligro f¨ªsico real". Llegaron a Espa?a hace cuatro meses desde Filipinas, donde trabajaban como cooperantes y se instalaron en Toledo. Aseguran que desde entonces, tanto en la ciudad en la que residen como en Madrid y Asturias sufren una persecuci¨®n constante de los medios, que no les dejan en paz.
Pero como entiende que son personajes p¨²blicos, la juez concluye que Telma Ortiz y su pareja pueden ser fotografiados en cualquier lugar p¨²blico sin que se vulnere su derecho a la propia imagen. Otra cosa es que algunas im¨¢genes puedan vulnerar su derecho a la intimidad, aspecto que la magistrada no entra a valorar porque el abogado no se lo pide. La magistrada s¨ª dice varias veces que el derecho a la intimidad de una persona con proyecci¨®n p¨²blica, aunque pueda quedar limitado, no se anula. Pero insiste en que, por los t¨¦rminos en los que Ortiz ha planteado su demanda, ¨¦se es un debate en el que no puede entrar.
Finalmente, para desestimar la petici¨®n, la resoluci¨®n se?ala que la pareja ha consentido la aparici¨®n de im¨¢genes suyas en la prensa durante varios a?os, por lo que no son necesarias unas medidas urgentes. Dice tambi¨¦n que, al no haberse demandado a todas las editoras que existen en Espa?a, si se adoptaran medidas cautelares se podr¨ªa ocasionar un perjuicio econ¨®mico a las demandadas respecto a las competidoras no demandadas.
La Federaci¨®n de Sindicatos de Periodistas de Espa?a se?al¨® ayer que la justicia ha desestimado la demanda "por estar mal planteada jur¨ªdicamente" pero su presidente, Enric Bastardes, a?adi¨® que la pol¨¦mica ha servido al menos "para que la profesi¨®n period¨ªstica debata sobre lo que es informaci¨®n y lo que no". El presidente de la Asociaci¨®n de la Prensa de Madrid, Fernando Gonz¨¢lez Urbaneja, insisti¨® en que el derecho a la informaci¨®n debe ir indisolublemente unido al respeto a las personas, su intimidad, honor e imagen.
Tanto la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo como la del Tribunal Constitucional determinan que las im¨¢genes que se captan y difunden, aunque se trate de personas con proyecci¨®n p¨²blica, tienen que tener relevancia o inter¨¦s p¨²blico. S¨®lo as¨ª prevalece el derecho a la informaci¨®n frente al derecho a la intimidad y propia imagen. Siguiendo este criterio, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos conden¨® en los a?os noventa a Alemania, que tuvo que indemnizar a Carolina de M¨®naco por la publicaci¨®n de unas fotograf¨ªas en las que aparec¨ªa montando a caballo, jugando al tenis y esquiando durante unas vacaciones. Telma Ortiz, si presenta la demanda definitiva, todav¨ªa podr¨¢ pedir que determinados medios expliquen ante el juez cu¨¢l es el inter¨¦s p¨²blico de informaciones como Telma, en moto o Telma sabe c¨®mo no lucir brillos en su piel. Pero tendr¨¢ que hacerlo caso por caso, no a trav¨¦s de demandas previas y casi universales.
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