Instrucciones para leer una isla
Todos los lugares necesitan un libro de instrucciones: no es lo mismo visitar Par¨ªs a pelo o despu¨¦s de haber le¨ªdo a Francis Scott Fitzgerald y Patrick Modiano. Pero no existe ning¨²n espacio en la tierra que requiera tanta ayuda literaria como Sicilia. Desde los palacios abandonados del centro de Palermo a las ermitas normandas con c¨²pulas ¨¢rabes, desde el barroco de Ragusa hasta los edificios de cemento aluminoso que destrozan el perfil de Agrigento, el esplendor cansado de Siracusa o las casas abandonadas del centro de Corleone, Sicilia es un lugar maravilloso, a veces inquietante, pero que se esconde ante los ojos de los extra?os.
En los ¨²ltimos a?os, la bibliograf¨ªa en castellano sobre la isla ha crecido constantemente. Adem¨¢s de libros de viajes de autores espa?oles como Sicilia (El Cobre, 2004), de Ismael Grasa, o Viaje a la Sicilia con un gu¨ªa ciego (Almuzara, 2007), de Alejandro Luque, que persigue la sombra de Borges a trav¨¦s de las fotograf¨ªas de Fernando Scianna, o de excelentes estudios como la biograf¨ªa de David Gilmour de Lampedusa (El ¨²ltimo Gatopardo, Siruela, 2003), se acaban de traducir libros fundamentales como Los normandos en Sicilia, del brit¨¢nico John Julius Norwich (Almed). La conquista normanda —que Tariq Ali novel¨® con talento en Un sult¨¢n en Palermo (Alianza Editorial)— cre¨® una de las culturas m¨¢s extraordinarias de la Edad Media, una alianza de civilizaciones avant la lettre: las ermitas normandas de Palermo, una ins¨®lita mezcla de rom¨¢nico y arquitectura ¨¢rabe, son algunas de sus muchas huellas arquitect¨®nicas.
La conquista normanda cre¨® una de las culturas m¨¢s extraordinarias de la Edad Media, una alianza de civilizaciones 'avant la lettre'
Rick Atkinson desmonta uno de los grandes t¨®picos sicilianos: la ayuda a los Ej¨¦rcitos brit¨¢nico y estadounidense
En la otra punta de la Historia se encuentra El d¨ªa de la batalla (Cr¨ªtica), la segunda parte de la trilog¨ªa en la que el periodista estadounidense Rick Atkinson relata la II Guerra Mundial siguiendo el conflicto desde el Sur. La descripci¨®n que hace Atkinson de la toma de Sicilia por los aliados es vibrante, sangrienta, minuciosa, como los primeros minutos de Salvar al soldado Ryan pero en libro. Y desmonta uno de los grandes t¨®picos sicilianos: la ayuda que presuntamente prest¨® la Mafia a los Ej¨¦rcitos brit¨¢nico y estadounidense. "Estudi¨¦ el asunto de la Mafia y llegu¨¦ a la conclusi¨®n de que hab¨ªa m¨¢s humo que fuego", explica Atkinson en una entrevista por correo electr¨®nico. "Es cierto que el espionaje naval de Estados Unidos explor¨® la posibilidad de llegar a acuerdos con el crimen organizado, tanto para evitar problemas en los muelles de Nueva York como para obtener datos sobre Sicilia antes de la invasi¨®n de julio de 1943. Pero la Mafia hab¨ªa sido perseguida con tanta fuerza por Mussolini desde los a?os veinte que su utilidad como red de agentes sobre el terreno era marginal, excluyendo cualquier reparo moral", prosigue Atkinson, que gan¨® el Premio Pulitzer de Historia con el primer tomo de su trilog¨ªa, Un Ej¨¦rcito al amanecer.
Si hubiese que elegir un solo libro que ayude a recorrer los pasadizos de la isla, que una a normandos y mafiosos con Patton y el juez Falcone, ¨¦ste ser¨ªa Medianoche en Sicilia (Alba Editorial, 2003), de Peter Robb. Puede resultar extra?o que la mejor obra de viajes sobre este rinc¨®n del Mediterr¨¢neo, con permiso de Goethe, Norman Lewis y Lawrence Durrell, haya sido escrita por un australiano, pero, diez a?os despu¨¦s de su edici¨®n original, este relato de casi quinientas p¨¢ginas que mezcla la comida, la historia, la narrativa de viajes, la Mafia y la literatura se ha convertido en un cl¨¢sico. Tras lamentarse por la ausencia de libros sobre la isla escritos por los propios sicilianos, Simonetta Agnello Hornby afirm¨® sobre la obra maestra de Robb: "?Qu¨¦ bueno es y qu¨¦ triste!". Naturalmente, la autora de La Mennulara no se refer¨ªa a la literatura —Federico de Roberto, Giuseppe Tomasi di Lampedusa, Luigi Pirandello, Elio Vittorini, Leonardo Sciascia, Gesualdo Bufalino, Giovanni Verga, Salvatore Quasimodo, Andrea Camilleri, adem¨¢s de la propia Agnello Hornby son algunos de los escritores universales que ha dado la isla, entre ellos dos premios Nobel—, sino a la historia o el presente, que sigue marcado por la Mafia, el temor y la violencia, aunque en menor medida que en las d¨¦cadas anteriores.
Hay excepciones que confirman la regla, como Los sicilianos (Melusina, 2007), del periodista Gaetano Savatteri, un milan¨¦s afincado en Palermo que recorre la historia de la isla con amenidad y erudici¨®n, o La Historia de la Mafia (Bruguera, 2002), del palermitano Giuseppe Carlo Marino. El libro m¨¢s impresionante sobre la organizaci¨®n que domina la isla desde el XIX est¨¢ escrito por un siciliano: Giovanni Falcone, Cosas de la Cosa Nostra (Barataria, 2006), en el que el juez relata su lucha quijotesca para acabar con las estructuras de poder en las que se cimienta el crimen organizado, una haza?a que acab¨® pagando con su vida. "No olvide que la cuenta que ha abierto con la Cosa Nostra no se cerrar¨¢ jam¨¢s. ?Sigue teniendo la intenci¨®n de interrogarme?", le dijo el primer pentito, Tommaso Buscetta. Pocos libros describen con tanta precisi¨®n el nivel de intimidaci¨®n y violencia que alcanz¨® la organizaci¨®n criminal como el magn¨ªfico ensayo Cosa Nostra. Historia de la Mafia siciliana (Debate, 2006), de John Dickie, que estudia desde los or¨ªgenes decimon¨®nicos de la Mafia hasta Provenzano. Es una pena que dos ensayos fundamentales sobre el tema no hayan sido todav¨ªa traducidos: The Honoured Society, de Norman Lewis, uno de los primeros estudios sobre la Mafia publicado originalmente en 1951, y Excellent Cadavers, de Alexander Stille, que relata con minuciosidad el fracaso del Estado tras la II Guerra Mundial y, sobre todo, los a?os de plomo de los setenta y ochenta.
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