Casos con nombres y apellidos

Las denuncias de supuestos abusos urban¨ªsticos se cuentan por cientos. Este es el relato que hacen de su situaci¨®n algunos afectados.

VIEL Y LIEVE DE CLIPPEL. Pagar 700.000 euros

Desde hace 22 a?os viven en un caser¨®n de unos 900 metros cuadrados sobre la colina, en el Alto de las Palmeras en la zona conocida como la Coma del Pou de Benissa. Adquieron 30.000 metros cuadrados, y desde hace dos a?os una promotora present¨® un proyecto para urbanizar la zona y construir 104 chal¨¦s. "Nos cogen m¨¢s de la mitad del terreno para poner casas y nos obligan a participar en los gastos", afirma la pareja de origen belga, Van Viel i Lieve de Clippel. En su terreno est¨¢ previsto que se levanten 17 casas, "s¨®lo me dejan la terraza, y encima nos piden 700.000 euros por los gastos de urbanizaci¨®n de la zona". Hace dos a?os que no hay ning¨²n avance en el proyecto pero temen que de nuevo vuelva a resurgir, "esperemos que nos dejen tranquilos y podamos continuar disfrutando de esta vista", ya que desde su casa se contempla el Penyal d'Ifach. "No est¨¢ nada claro, esperamos que se modifique la ley y proteja los derechos de los propietarios", concluye.

SONIA Y WILLIAM GALE. Jubilaci¨®n de pesadilla

Otra pareja de afectados son los brit¨¢nicos Gale, que hace ocho a?os decidieron jubilarse y retirarse a la c¨¢lida costa mediterr¨¢nea. Vendieron todas sus pertenencias -ten¨ªan un bar- y con las ganancias se compraron en 2001 una parcela de unos 2.300 metros cuadrados, que inclu¨ªa un adosado de 90 metros, jard¨ªn y piscina, en Benissa (Alicante). William y Sonia Gale encontraron su rinc¨®n ideal en el Rac¨® de Galeno. Pero en 2002 una promotora present¨® en el Ayuntamiento un PAI (Programa de Actuaci¨®n Integrada) sobre una superficie de 250.000 metros cuadrados para edificar adosados. Ahora han empezado las obras, viven roedados de ruidos y excavadoras. Ante este panorama, seg¨²n sus abogados, se han ido antes al Reino Unido de vacaciones. Les notificaron que su parcela estaba afectada por el PAI y que deb¨ªan pagar 42.500 euros en concepto de gastos de urbanizaci¨®n y perder unos 800 metros cuadrados de terreno porque se har¨¢ un vial. El caso est¨¢ ahora en el Tribunal Supremo a la espera de una resoluci¨®n. "La Administraci¨®n les ha dado la espalda, est¨¢n despesperados por la lentitud de la justicia", admite uno de sus abogados, "a este paso la sentencia la ver¨¢n sus nietos".

JOS? MAR?A D?AZ. Progreso con garant¨ªas

En la urbanizaci¨®n El Aljibe, en la ladera este del Maigm¨®, m¨¢s de un centenar de propietarios no duermen. Compraron hace d¨¦cadas unas parcelas de entre 5.000 y 7.000 metros cuadrados, all¨ª tienen sus casas con piscina y jard¨ªn, pero les amenaza un PAI que proyecta 1.290 viviendas con la correspondiente urbanizaci¨®n del suelo. A cada propietario el agente urbanizador le exigir¨¢ "mucho dinero", admite Jos¨¦ Mar¨ªa D¨ªaz, uno de los vecinos afectados, que empezar¨¢ a pagar por metros. Una delegaci¨®n vecinal expuso en Bruselas su caso ante el Comit¨¦ de Peticiones el pasado abril. Se sienten indefensos por este plan parcial, rebajado pero no paralizado por el nuevo equipo de gobierno. Los afectados valoran la LUV vigente. "La nueva ley es prima hermana de la anterior. Lo malo es que deja muchas puertas abiertas y flecos que promotores, alcaldes y agentes urbanizadores pueden aprovechar en cualquier momento", sostiene D¨ªaz. Los afectados aplauden si se vuelve a modificar la legislaci¨®n urban¨ªstica valenciana para defender sus intereses, "no estamos en contra del progreso y de la urbanizaci¨®n, pero hay que ver c¨®mo y a qu¨¦ precio" concluye este vecino.

JOS? CRESPO. Sentirse en el limbo

El caso de Jos¨¦ Crespo es conocido. Su periplo comenz¨® con la LRAU todav¨ªa en vigor. Jurista desde hace 20 a?os, compr¨® una casa en la localidad de San Juan (Alicante), en 1999. "Vi una casa con jard¨ªn que me gust¨® y antes de comprarla comprob¨¦ que su situaci¨®n era legal, y la compr¨¦". Dos a?os despu¨¦s, Crespo comenz¨® a o¨ªr rumores sobre expropiaciones en la zona, pero nadie le notific¨® nada. "Investigu¨¦ y supe que una empresa hab¨ªa presentado un proyecto para urbanizar dos millones de metros cuadrados donde est¨¢ mi casa". Como contaba a finales de 2005, Crespo contabiliz¨® nueve proyectos diferentes. Algunos de estos PAI parec¨ªan respetar la vivienda, otros la destru¨ªan bajo una rotonda y otros se quedaban con medio jard¨ªn. Seg¨²n Crespo, el proyecto no ten¨ªa pliego de condiciones, ni se hab¨ªa publicado en el Diario Oficial de la Uni¨®n Europea "ni respetaba las obligaciones de transparencia y competencia".

En 2003, con un cambio de gobierno municipal, la situaci¨®n cambi¨® y los PAI se pararon. Cuatro a?os despu¨¦s, con la LUV en vigor, ha sido el propio ayuntamiento de San Juan el que tramita un nuevo Plan General, donde se propone la reclasificaci¨®n de dos millones de metros cuadrados de suelo en la zona conocida como Fabraquer. Los cauces son legales, pero Crespo replica: "Yo, por lo menos, me siento de nuevo en el limbo", asegura.