Sorpresa y cogida de El Payo
De Quer¨¦taro ha tenido que venir un rubianco mexicano a decir que el capote est¨¢ para algo m¨¢s que para espantar las moscas y sacudirlo como las alfombras; que el capote est¨¢ para torear y para torear muy bien, con gracia, con empaque y con personalidad. As¨ª lo hizo ayer Octavio Garc¨ªa, El Payo, aunque su osad¨ªa le costara una cogida de pron¨®stico menos grave en el muslo izquierdo. Todo ocurri¨® cuando, tras el tercio de varas de su segundo novillo, inici¨® un quite con una ce?ida chicuelina y esper¨® a su oponente de espaldas para enlazarla con una tafallera. El animal lo empal¨® por detr¨¢s, hizo por ¨¦l en el suelo, lo pisote¨®, y aunque parec¨ªa que el pit¨®n no hab¨ªa hecho sangre, el chaval se levant¨® dolorido y pidi¨® ser trasladado a la enfermer¨ªa. A ese novillo lo hab¨ªa esperado en el centro del anillo, lo vaci¨® por la espada y lo veronique¨® con entrega.
La Quinta/Mart¨ªn, El Payo, Moral
Novillos deLa Quinta, excesivamente terciados, especialmente, los tres primeros, blandos, sosos y descastados. Muy nobles segundo y tercero.
Daniel Mart¨ªn: tres pinchazos, -aviso- y estocada atravesada (silencio); estocada (silencio); dos medias tendidas (silencio).
Octavio Garc¨ªa El Payo: dos pinchazos, media, dos descabellos -aviso- y un descabello (ovaci¨®n); result¨® cogido cuando capoteaba al quinto.
Pepe Moral: pinchazo y estocada baja -aviso- y dos descabellos (silencio); estocada (silencio).
Plaza de las Ventas. 19 de mayo. 12? corrida de San Isidro. Casi lleno
El capote est¨¢ para torear con empaque y con personalidad
Pepe Moral dibuj¨® en el ruedo dos ver¨®nicas majestuosas
Fue una pena, pero as¨ª es el toreo. La verdad es que el mexicano ha dejado una impresi¨®n magn¨ªfica por su entrega, sus ganas de triunfo, y, sobre todo, por su art¨ªstica concepci¨®n de la tauromaquia.
Recibi¨® a su primero con unas personales ver¨®nicas y una media de buen trazo. Galle¨® con gracia por chicuelinas para llevar el novillo al caballo, y cerr¨® su variado capoteo con unas ajustadas tafalleras. Toda su labor estuvo impregnada de sentimiento, naturalidad y elegancia.
En esto que sale el sevillano Pepe Moral, qui¨¦n sabe si herido en su amor propio al ver el alboroto del mexicano, y dibuj¨® en el centro del ruedo dos ver¨®nicas majestuosas, hondas, lent¨ªsimas, que no pudo cerrar con la media porque el novillo se derrumb¨® en el ¨²ltimo momento.
El mexicano y el sevillano protagonizaron los momentos m¨¢s bellos del toreo de capa de todo lo que ha transcurrido de feria.
Pero no hab¨ªa acabado ah¨ª la sorpresa de El Payo. Muleta en mano, esper¨® a su novillo en el centro del ruedo e inici¨® la faena con dos pases cambiados por la espalda, que lig¨® con otro del desprecio y un largo pase de pecho. Encel¨® la embestida en el enga?o y consigui¨® dos tandas de derechazos de altos vuelos, que hac¨ªan presagiar lo que vino despu¨¦s: toreo de verdad, aut¨¦ntico, con la mano izquierda; naturales templados y pre?ados de calidad. Pero todo lo emborron¨® a la hora de matar. Se esfum¨® toda la elegancia, el empaque y el gusto que hab¨ªa desparramado, y el merecido triunfo qued¨® reducido a una ovaci¨®n. Nadie es perfecto, pero, ciertamente, fue muy bonito mientras dur¨®.
Despu¨¦s de las dos ver¨®nicas de cartel, se esperaba lo mejor de Pepe Moral. Pero no tuvo suerte. Moral es un joven espigado, y su primer novillo era una raspita indecorosa, m¨¢s cercano al g¨¦nero gatuno que al vacuno. Lo tore¨® muy bien, pero se le hizo poco caso. No hab¨ªa enemigo, aunque el torero demostr¨® que le adornan buenas maneras y que est¨¢ preparado para la alternativa. Maneja el capote con elegancia y soltura, y sabe torear largo y templado con la muleta; pero necesita un toro, y ayer no lo tuvo. Tampoco le ofreci¨® posibilidades el cuarto, muy aplomado, que desluci¨® sus aceptables hechuras toreras.
Y Daniel Mart¨ªn se llev¨® la peor parte, porque se enfrent¨® a tres novillos -primero y quinto, muy manejables- y pas¨® sin pena ni gloria, que es la peor forma de pasar por esta plaza. Ilusi¨®n no debe faltarle; quiz¨¢, no cuenta con las condiciones adecuadas. Torea ventajista, como casi todos, y le falta sangre en las venas. As¨ª, se mostr¨® mec¨¢nico y fr¨ªo con su primero, y qued¨® en evidencia ante el quinto. Pero lo malo no fue eso: lo malo es que se dio cuenta todo el mundo...
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