La mayor¨ªa de la UE se opone a cambiar la pol¨ªtica agraria

La espiral de precios alimenticios se ha convertido en la principal e inesperada aliado de los defensores de la actual Pol¨ªtica Agraria Com¨²n (PAC), que se resisten a cualquier cambio. Con esta coyuntura, la iniciativa de "modernizar" la PAC que presentar¨¢ hoy la comisaria de Agricultura, Mariann Fischer Boel, ser¨¢ mucho menos ambiciosa que las propuestas barajadas hace un a?o.

En el Consejo de Agricultura celebrado ayer en Bruselas, la mayor parte de los ministros rechazaron las acusaciones de Reino Unido, que acusaba a la PAC de contribuir a elevar los precios de los productos agr¨ªcolas y favorecer la crisis alimentaria que se ha producido en algunos pa¨ªses.

Durante el ¨²ltimo a?o, el trigo y el ma¨ªz se han encarecido un 80% y 30%, respectivamente.

Entre las propuestas que podr¨ªa presentar hoy la comisaria figura la supresi¨®n definitiva del barbecho obligatorio (tierras sin cultivo, dejadas en descanso) que se introdujo en 1988 para luchar contra la superproducci¨®n. Esto podr¨ªa suponer la entrada en producci¨®n de unos cinco millones de hect¨¢reas.

El Reino Unido estima que los aranceles aduaneros y las subvenciones agr¨ªcolas castigan las producciones de los pa¨ªses en desarrollo y contribuyen a mantener los precios artificialmente elevados. La PAC absorbe el 40% del presupuesto comunitario.

Fischer Boel tiene previsto en su "chequeo m¨¦dico" de la PAC profundizar tambi¨¦n en la llamada "desacoplaci¨®n" de las subvenciones con la producci¨®n. El objetivo es desvincular al m¨¢ximo las ayudas de determinados cultivos, para que la producci¨®n se oriente m¨¢s seg¨²n las demandas del mercado. Actualmente, la subvenci¨®n m¨¢s importante es el pago ¨²nico, que equivale al 75% de lo que los agricultores recibieron de media entre 2000 y 2003. En 2006, los 900.000 beneficiarios espa?oles recibieron unos 2.252 millones, aunque el 1% de los agricultores se llev¨® el 22% del total.

La ministra de Agricultura, Elena Espinosa, expres¨® ayer sus cautelas sobre la desacoplaci¨®n, al se?alar que "las desregulaciones no siempre resultan a la vista de los problemas que est¨¢n apareciendo en los mercados".

El liberalismo de Reino Unido es tambi¨¦n muy particular. Londres y Berl¨ªn han logrado que Bruselas renuncie a un recorte importante de las subvenciones agr¨ªcolas. Bruselas hab¨ªa barajado reducir en un 45% las ayudas superiores a 300.000 euros; en un 25% las comprendidas entre 200.000 y 300.000 y en un 10% las superiores a 100.000 euros. La propuesta que baraja la Comisi¨®n Europea supondr¨¢ recortar de manera indirecta las ayudas pero en cuant¨ªas muy moderadas.

La Comisi¨®n considera necesario que los fondos obtenidos con la modulaci¨®n de las subvenciones se destinen a responder a los nuevos retos de la agricultura como el cambio clim¨¢tico, la gesti¨®n del agua, la conservaci¨®n de la biodiversidad y la gesti¨®n de crisis.