M¨¢s de 300 dependientes se quedan sin atenci¨®n por un conflicto laboral
Las trabajadoras de ayuda a domicilio en Almer¨ªa mantienen una huelga indefinida
La huelga de las trabajadoras que prestan la ayudan a domicilio en Almer¨ªa ha dejado a m¨¢s de 300 de personas sin la atenci¨®n que necesitan desde que el pasado lunes comenzara la protesta laboral. Los servicios m¨ªnimos previstos para la huelga tan s¨®lo cubren a 90, las de mayor grado de dependencia, de los 400 usuarios de este servicio del Ayuntamiento de Almer¨ªa, gobernado por el PP.
"No podemos pagar m¨¢s de lo que nos ingresa la Junta", dice el gobierno local
"El Ayuntamiento persigue dar salarios m¨ªnimos", replica Comisiones Obreras
Las 88 trabajadoras de la Fundaci¨®n para el Estudio y la Promoci¨®n de la Acci¨®n Social (FEPAS) exigen que sea esta misma empresa la que proporcione los servicios contemplados en la Ley de Dependencia o bien que la plantilla de trabajadoras sea reabsorbida por la que resulte elegida "respetando la antig¨¹edad y condiciones laborales de la plantilla".
Las trabajadoras temen quedarse sin trabajo a partir del pr¨®ximo junio, cuando el Consistorio tiene previsto sacar a concurso el servicio previsto en la citada ley y cuya aplicaci¨®n le corresponde a la Junta de Andaluc¨ªa. "La intenci¨®n es sacar a concurso otra empresa y el 60% de nuestros usuarios pasar¨ªa a obtener ese servicio. Es decir, el primer a?o pasar¨ªan los grandes dependientes, el segundo a?o los grandes dependientes de segundo grado y as¨ª sucesivamente. Los t¨¦cnicos de la Concejal¨ªa de Asuntos Sociales nos han confirmado que en a?o y medio s¨®lo quedar¨ªamos el 20% de la plantilla hasta su extinci¨®n en el momento en que la ley se aplique a todo el mundo", asegur¨® la presidenta del comit¨¦ de empresa, Mar¨ªa Jos¨¦ Rodr¨ªguez.
Pero los motivos esgrimidos por las trabajadoras de FEPAS para convocar el paro van m¨¢s all¨¢ a¨²n. Estas profesionales cobran en la actualidad 16 euros por hora mientras que la Junta ha establecido en 13 euros la retribuci¨®n por el citado trabajo, por lo que tanto si su empresa fuera la elegida por la Junta el mes pr¨®ximo o la plantilla fuera absorbida en su integridad por la adjudicataria, dejar¨ªan de percibir una buena parte de sus ingresos.
"Todo esto es por el dinero y no por otra cosa. Pedimos que el Ayuntamiento ponga el dinero que falta y no quiere poner la diferencia", explic¨® Rodr¨ªguez.El Ayuntamiento no tiene intenci¨®n de abonar la diferencia de salario pese a haberlo hecho con la empresa FEPAS, al demostrar ¨¦sta que la concesi¨®n administrativa no le era rentable. "El Ayuntamiento entiende las reivindicaciones de estas mujeres y que 13 euros la hora es poco dinero. Pero nosotros somos un mero instrumento de la Junta de Andaluc¨ªa para aplicar la Ley de Dependencia. Ellos estipulan 13 euros la hora y nosotros ejecutamos. No podemos pagar m¨¢s de lo que nos ingresa la Junta para las horas de la Ley de Dependencia", indic¨® el edil de Alcald¨ªa.
Los conflictos laborales de estas 88 trabajadoras parecen tener un origen claro en el hecho que la empresa no considera rentable sus actividades. As¨ª, el el pasado mes de marzo el Ayuntamiento acept¨® sufragar ¨ªntegramente un incremento salarial para la plantilla de FEPAS despu¨¦s de que la empresa adujera que empresa no pod¨ªa afrontarla.
No obstante, el sindicato de actividades diversas de Comisiones Obreras (CC OO) considera que el "¨²nico culpable" de que se haya llegado a esta medida de presi¨®n extrema es el Ayuntamiento, al que acusan de incumplir "todas" sus promesas. Para la secretaria regional de este departamento de CC OO, Juana Mansilla, se trata de un asunto que cuenta con dos vertientes, de un lado, el "no cumplimento del convenio colectivo por parte de la empresa" que est¨¢n sufriendo las trabajadoras y, de otro lado, la aplicaci¨®n de la Ley de Dependencia que puede poner "en peligro" el puesto de trabajo de toda la plantilla de la empresa FEPAS.
"Sabemos que en junio el Ayuntamiento va a sacar a concurso esta actividad, para que sea una nueva empresa la que lleve la cobertura de la Ley de Dependencia, no s¨®lo est¨¢ retrasando la aplicaci¨®n de la ley, sino que adem¨¢s no est¨¢ teniendo en cuenta lo que ya hab¨ªa".
El sindicato exige que se respeten los puestos de trabajo y las condiciones laborales de las trabajadoras. "Se basan, sin ning¨²n fundamento, en que no pueden asumir los costes, cuando lo que en realidad persiguen es dar salarios m¨ªnimos y que la Junta sea la que asuma todo el coste", remach¨® Mansilla.
Por su parte, el delegado de Igualdad y Bienestar Social en Almer¨ªa, Luis L¨®pez, indic¨® que la Junta no est¨¢ obligando al Ayuntamiento a "asumir" el convenio y que no existe implicaci¨®n de la Consejer¨ªa en el tema. "Es un conflicto entre unas trabajadoras con las que yo no tengo nada que ver ni ellas tienen nada que ver conmigo. No soy responsable de aceptar un convenio. Tampoco soy responsable de sacar a concurso una nueva concesi¨®n para un mismo servicio. La ayuda a domicilio no se crea ahora y no estamos suprimiendo la financiaci¨®n anterior para poner otra. Yo no s¨¦ qu¨¦ quieren de m¨ª ni qu¨¦ puedo yo hacer", concluy¨®.
Sin asistentes pero apoyando sus exigencias
Francisca Ruiz cumplir¨¢ 91 a?os el pr¨®ximo agosto. Ella es una de las usuarias m¨¢s antiguas del servicio de ayuda a domicilio que presta el Ayuntamiento de Almer¨ªa. Aunque puede valerse por s¨ª misma para las necesidades m¨¢s inmediatas e ¨ªntimas, Francisca no puede levantar en peso muchos objetos ni dar caminatas. "Las piernas ya me fallan. Cuando viene la chica del Ayuntamiento fundamentalmente le pido que me haga alg¨²n recado y me vaya a la compra. La mando a comprar cosas porque andar no puedo", explica. Francisca es viuda y tiene una pensi¨®n de apenas 500 euros mensuales. Vive sola en un piso en el centro de la ciudad y s¨®lo sale de casa los fines de semana para estar con su hija. El servicio de asistencia gratuito que recibe del Ayuntamiento es de cuatro horas semanales repartidas los mi¨¦rcoles y viernes. Ayer, Francisca no tuvo quien le hiciera la compra y ma?ana tampoco.
Aunque no conoce en detalle los motivos de la huelga por la que se ve afectada, apoya sin fisuras las reivindicaciones de las trabajadoras. "Que metan a personas nuevas con tanto tiempo como llevan estas mujeres no me parece bien. Las apoyo. Conmigo se portan muy bien y no tengo queja en absoluto", apunta.
Su amiga y tambi¨¦n usuaria del servicio, Virginia Mart¨ªn, de 83 a?os, coincide en el planteamiento, si bien desconoce el fondo del problema. "Est¨¢ bien que les suban el sueldo porque la vida se ha encarecido mucho. Si piden lo suyo es justo".
El caso de Carmen Camacho (82 a?os), tambi¨¦n viuda, es similar. "Esta empresa tiene un personal especializado que es un encanto. Lo importante es que estas criaturas no pierdan su trabajo".
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