Las decapitaciones, nuevo lenguaje de los 'narcos'
El nivel de ensa?amiento con las v¨ªctimas se convierte en un nuevo c¨®digo entre las bandas mexicanas
La decapitaci¨®n de un polic¨ªa en Acapulco en abril de 2006 marc¨® el inicio de un nuevo m¨¦todo de los narcotraficantes para enviarse mensajes. Los Zetas, los ex sicarios de los carteles del Golfo escindidos para formar una nueva banda, y Los Pelones, sus peligrosos rivales del cartel de Sinaloa, comenzaron literalmente a descabezarse. Ya no bastaba con abandonar los cuerpos de sus enemigos a los buitres o de los traidores con signos de tortura de la m¨¢s variada, la violencia en la guerra de las drogas se hab¨ªa hecho m¨¢s cruel y despiadada.
Los Zetas, Los Pelones y La Familia, entre otros grupos de asesinos a sueldo, establecieron un nuevo y sanguinario lenguaje con el que complementaron sus tradicionales y brutales f¨®rmulas de comunicaci¨®n: ejecuciones al amparo de la noche y de los caminos solitarios y apariciones de cad¨¢veres con leyendas sobre chivatazos y otras traiciones.
Empezaron a cortar cabezas en 2006 en Guerrero y Michoac¨¢n
Los 'narcomensajes' suelen escribirse en los cad¨¢veres de las v¨ªctimas
Las decapitaciones son de lejos el lenguaje que m¨¢s crispaci¨®n y terror causa en la sociedad. Comenzaron a producirse hace dos a?os, sobre todo en los Estados de Guerrero y Michoac¨¢n, y en su mayor¨ªa se atribuyen a sicarios de Los Zetas y de La Familia, que en un ataque contra un grupo rival decapitaron a cinco hombres y lanzaron sus cabezas dentro de una discoteca atestada de gente en la ciudad michoacana de Uruapan. "Es un mensaje que la sociedad civil no logra entender, es terrible. Son s¨ªmbolos... Est¨¢n construyendo su propio sistema de mensajes y una decapitaci¨®n es su lenguaje particular", declar¨® a la prensa el soci¨®logo Manuel Gonz¨¢lez.
La decapitaci¨®n, seg¨²n el mismo experto, "la asemejan a la forma tradicional de una familia. Es un concepto fuerte para ellos porque es un grupo que tiene una cabeza, que tiene un patriarca. Es un grupo que funciona en el mismo sentido que una familia: la cabeza, diferentes partes de un cuerpo, una organizaci¨®n dif¨ªcil de romper y que se recompone inmediatamente".
Los narcomensajes aparecen en los cad¨¢veres de los ejecutados, en paredes de edificios p¨²blicos e incluso en grandes s¨¢banas como ocurri¨® en Culiac¨¢n, donde el capo Arturo Beltr¨¢n Leyva mand¨® colocar una serie de leyendas: "Soldaditos de plomo, federales de paja. Aqu¨ª es territorio de Arturo Beltr¨¢n", "Ya saben d¨®nde estoy. Aqu¨ª los espero", "Gobiernos, y todo lo que se me atraviese, lo quito. Atte. Arturo Beltr¨¢n" y "Soy el jefe de la plaza. ?ste es el comienzo. Esto y m¨¢s por El Mochomo. Atte. Arturo Beltr¨¢n".
La historia negra de los narcos y sus sicarios es cada vez m¨¢s violenta. El defensor de los derechos humanos V¨ªctor Clarck coment¨® que "ahora prefieren dejar cad¨¢veres desmembrados para garantizar que el mensaje llegue a todas las esferas de poder, a fin de marcar sus territorios frente a otros carteles y las propias autoridades. Adem¨¢s, la sa?a y la audacia incrementan la cotizaci¨®n de los sicarios".
El mi¨¦rcoles aparecieron los cuerpos de dos jefes policiales del Estado de Morelos en un guardaequipaje, y sobre ellos un narcomensaje: "As¨ª van a quedar todos los que est¨¦n con El Chapo y El Rey Zambada", jefes del cartel de Sinaloa y La Federaci¨®n, enemigos mortales de Los Zetas.
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