Escrito a cuchillo
Siempre quise escribir como si no fuera a estar cuando publicaran lo escrito. Escribir como si fuera a morirme y ya no hubiera jueces. Aunque es posible que sea una ilusi¨®n creer que el advenimiento de la verdad depende de la muerte". As¨ª comienza La ocupaci¨®n, el relato en el que Annie Ernaux se sumergi¨® despu¨¦s de pasar una temporada radical de celos. Cuando el hombre al que ella hab¨ªa abandonado le anuncia que va con otra mujer, la escritora comienza a vivir en una obsesi¨®n -"quer¨ªa tenerlo otra vez"- que, pasado el tiempo, dio lugar a ese libro, reci¨¦n publicado en Espa?a por Herce, un sello que acaba de estrenarse.
Ernaux insiste en que La ocupaci¨®n no es ni una novela ni una catarsis: "He modificado las iniciales de los protagonistas, pero he querido ir hasta el fondo de los celos que me ocuparon durante meses. Tampoco es una catarsis sino un deseo de an¨¢lisis, de elucidar un estado que es a la vez muy rico y muy doloroso". En el libro llega incluso a sostener que, en muchos aspectos, escribir es tener celos de la realidad: "S¨ª, porque los celos te colocan en un estado en el que todo se convierte en indicio de algo: 'Ah, si ¨¦l ha dicho esto es que quiere decir que...'. Todo cobra sentido, todo es una se?al. Cuando escribes te pasa lo mismo, tratas de atrapar el sentido de la realidad yendo hasta el fondo, agotando todas las posibilidades".
"Me interesa escribir para hacer visibles las cosas, no para embellecerlas. Y a cierta distancia, sin juzgar"
Sentada en un sof¨¢ del viejo despacho de Claude Gallimard, su editorial de siempre, Annie Ernaux espera una llamada. La ocupaci¨®n acaba de ser adaptado al cine en Francia y ella est¨¢ pendiente de que le ense?en el montaje definitivo de la pel¨ªcula. Los directores, Pierre Trividic y Patrick Mario Bernard, han declarado que, m¨¢s que una adaptaci¨®n, se trata de un di¨¢logo con el libro, y la propia autora lo confirma. De hecho, la versi¨®n cinematogr¨¢fica, que se estrenar¨¢ el pr¨®ximo oto?o, no conserva el t¨ªtulo original: "En Francia remite inmediatamente a la ocupaci¨®n alemana, est¨¢ demasiado cargado de connotaciones hist¨®ricas". Protagonizado por Dominique Blanc (que fue Isabelle Rimbaud en Eclipse total, la pel¨ªcula de Agnieszka Holland en la que Leonardo DiCaprio encarnaba al poeta franc¨¦s), el filme se titular¨¢ Salope (cabrona).
Pese a todo, ella no tuvo ninguna duda respecto a la hora de titular el libro: "El t¨ªtulo se me impuso. Era realmente la palabra que correspond¨ªa al hecho de estar ocupada por la imagen de otra mujer. Ten¨ªa la cabeza ocupada por ella. Adem¨¢s, funciona en otro sentido: a causa de esa obsesi¨®n estaba en un estado de ocupaci¨®n y de alerta permanente. Es algo m¨¢s que curiosidad. Es estar constantemente pregunt¨¢ndote qui¨¦n es, qu¨¦ hace, d¨®nde vive... Bueno, eso ya lo sab¨ªa". Efectivamente, el libro tambi¨¦n puede leerse como una investigaci¨®n en la que, con tal de dar con una pista nueva, la narradora no duda en caer tan bajo como haga falta.
Nacida hace 68 a?os en Lillebonne, una aldea de Normand¨ªa, y en el seno de una familia obrera, Annie Ernaux public¨® el primero de sus diecis¨¦is libros en 1974. Se titulaba Los armarios vac¨ªos y la editorial barcelonesa Galba, ya desaparecida, lo tradujo en Espa?a dos a?os despu¨¦s. La novela cuenta el aborto de una muchacha de veinte a?os en su habitaci¨®n de una residencia universitaria, un argumento que cay¨® como una bomba en el entorno de la escritora. Por supuesto, nadie que la conociera personalmente la ley¨® como una obra de ficci¨®n: "Mi madre siempre quiso que fuera escritora. Pensaba que mi progreso en la sociedad vendr¨ªa por el lado de la cultura. Tanto ella como mi padre estaban orgullosos de que yo perteneciera al mundo que los hab¨ªa desde?ado. Pero al hablar de escribir, mi madre pensaba en las novelas rom¨¢nticas, y al leer mi primer libro se encontr¨® con aquello".
Los armarios vac¨ªos era, pese a todo, una novela. Con todo, a?os m¨¢s tarde, la escritora narrar¨ªa en El acontecimiento (Tusquets) la experiencia de su propio aborto. Como todos sus libros, est¨¢ escrito a cuchillo, con una crudeza que va m¨¢s all¨¢ de la literatura, sin grasa ret¨®rica y sin adornos. Aunque ya se ha convertido en un lugar com¨²n hablar de la escritura plana de Annie Ernaux, ella matiza: "No estoy segura de que lo sea tanto. Lo que s¨ª es una escritura desprovista de efectismos". Lo mismo vale para sus t¨ªtulos, directos, cortos, meramente enunciativos: "Me desagradan los t¨ªtulos simbolistas o que de partida evocan algo y ponen al lector en un estado de ¨¢nimo determinado. No me gustan los que imponen de entrada una lectura. S¨®lo me reprocho dos t¨ªtulos: Ce qu'ils disent ou rien y La femme gel¨¦e. Me los impuso la editorial". Son, respectivamente, su segunda y su tercera novela.
En el fondo, cabr¨ªa decir que la Ernaux actual naci¨® en 1984, con su cuarta obra publicada. Ese a?o apareci¨® El lugar (Tusquets), que cuenta "el desgarro social" que le supuso pasar "de la clase dominada a la dominante". Poco despu¨¦s de que ella aprobara las oposiciones a profesora de instituto mor¨ªa su padre, antiguo obrero convertido en due?o de un peque?o caf¨¦-colmado en un pueblo normando. El resultado es un libro "escrito porque no ten¨ªamos ya nada que decirnos" en el que la escritora rastrea la vida de su padre al tiempo que se interroga sobre la manera de contar esa vida sin embellecer su dureza, sin bucolismo ni populismo.
"Me interesa la escritura para hacer visibles las cosas, no para embellecerlas", afirma. "Y me interesa tambi¨¦n mantener cierta distancia, sin imponer una visi¨®n sentimental, sin juzgar. Como se dec¨ªa en el propio libro, nada de poes¨ªa del recuerdo. Pens¨¦: evocar¨¦ los hechos tal cual. Despu¨¦s de mucho esfuerzo, de escribir mucho y de tachar mucho di con esa forma llana, natural". La misma "que empleaba en otro tiempo para escribir a mis padres y contarles las noticias m¨¢s importantes", se lee en El lugar, una obra que obtuvo el Premio Renaudot, que conoci¨® multitud de traducciones y que coloc¨® a Annie Ernaux entre los narradores franceses de mayor prestigio de su generaci¨®n.
El lugar supuso el abandono de la ficci¨®n por parte de la escritora, que se volc¨® en una escritura en primera persona que incluye el diario, el relato de experiencias personales muy concretas vividas en momentos muy concretos y la reflexi¨®n sobre su pasado y el de los suyos. As¨ª, despu¨¦s de la muerte de su madre public¨® Une femme, el equivalente femenino de El lugar, todav¨ªa no traducido en Espa?a. Y a?os m¨¢s tarde, La verg¨¹enza (Tusquets), la historia de su familia a partir de una tarde en la que, cuando ella ten¨ªa 12 a?os, su padre quiso matar a su madre.
Pese a cultivar una literatura centrada claramente en s¨ª misma, Ernaux sostiene que, m¨¢s que autobiograf¨ªa, lo suyo es "auto-socio-biograf¨ªa". "Soy una etn¨®loga de m¨ª misma. ?Que cuento intimidades? Lo ¨ªntimo siempre es algo social. Es inconcebible un yo puro en el que los otros, las leyes, la historia, no estuvieran presentes. El relato del aborto clandestino que cuento en El acontecimiento hubiera sido distinto con una ley y una sociedad distintas. No me considero un ser ¨²nico y singular sino el resultado de una suma de experiencias y determinaciones sociales, hist¨®ricas y hasta sexuales".
Las mesas de novedades de las librer¨ªas de Par¨ªs est¨¢n tapizadas con la nueva obra de Annie Ernaux, Les ann¨¦es, un libro que recorre la historia de Francia a partir de im¨¢genes y fragmentos acompa?ados de narraci¨®n y reflexi¨®n. El anterior era una suerte de diario escrito a cuatro manos con su pareja, Marc Marie, partiendo esta vez de fotograf¨ªas (incluidas en el libro) tomadas en los lugares en los que hab¨ªan mantenido relaciones sexuales. Al final el libro se convirti¨® tambi¨¦n en la cr¨®nica de la curaci¨®n del c¨¢ncer que sufr¨ªa la escritora.
Profesora durante d¨¦cadas, la narradora considera que ese trabajo le dio libertad total para escribir: "Fue una barrera contra el autismo del escritor". ?Sus alumnos le¨ªan sus libros? "S¨®lo di clases en la ense?anza normal durante diez a?os. Luego pas¨¦ a la ense?anza a distancia, pero s¨ª, tuve alumnos que hab¨ªan le¨ªdo mis libros, al menos los dos primeros. Les divert¨ªa tener una profesora que escrib¨ªa, nada m¨¢s. Poco despu¨¦s de haber publicado mi primera novela, recuerdo haber atravesado el patio durante el recreo y escuchar a unas chicas que dec¨ªan: 'En su libro hay cosas realmente asquerosas".
La ocupaci¨®n. Annie Ernaux. Traducci¨®n de Mar¨ªa Teresa Gallego Urrutia. Herce. Madrid, 2008. 96 p¨¢ginas. 12 euros
Vida de todos en primera persona
El lugar (Tusquets). Una indagaci¨®n, a medio camino entre lo personal y lo colectivo, sobre el lugar en la sociedad del padre de Annie Ernaux, un obrero reconvertido en peque?o hostelero. Y una reflexi¨®n sobre el hecho de escribir de parte de eso que Pierre Bourdieu, autor de referencia para Ernaux, llamaba "los herederos". Con 44 a?os, Ernaux public¨® el libro que, despu¨¦s de tres novelas, marc¨® su abandono de la ficci¨®n y cambi¨® su manera de escribir.
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