"Cuba reformar¨¢ cuanto antes su sistema monetario"
Cuba reformar¨¢ su pol¨¦mico sistema monetario y eliminar¨¢ cuanto antes la circulaci¨®n paralela de dos monedas, el peso nacional y el peso convertible (CUC, divisas), porque constituye un foco de conflictos y causa agravios comparativos entre quienes disponen de euros o d¨®lares y quienes no los tienen. Los cubanos cobran sus salarios en pesos nacionales en torno a los 408 mensuales (12 euros al cambio), pero los bienes m¨¢s apetecibles se venden en pesos convertibles a precios frecuentemente inalcanzables.
"El doble mercado es una de las cosas que m¨¢s le llama la atenci¨®n a todo visitante a Cuba. Es muy dif¨ªcil de entender, pero no es un capricho. Fue una penosa necesidad", subraya Osvaldo Mart¨ªnez, de 64 a?os, presidente de la Comisi¨®n Econ¨®mica de la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento), durante su visita a Espa?a.
"Estamos debatiendo hasta d¨®nde llegar¨¢ la propiedad privada"
"Quien m¨¢s trabaje y aporte socialmente cobrar¨¢ m¨¢s"
"Para importar de EE UU tenemos que pagar en efectivo y por anticipado"
El alto funcionario calcula que en torno al 50% de los 11 millones de cubanos tiene acceso a las divisas a trav¨¦s de varias v¨ªas: las remesas familiares y el turismo, entre ellas. "Es pol¨ªtica del Gobierno eliminar la dualidad monetaria, que de alguna manera da?¨® la autoestima nacional, pero necesitamos un m¨ªnimo de reservas monetarias para ir a una tasa de cambio normal, una reforma de los precios y los salarios y una eficiencia econ¨®mica mayor", se?ala. La doble circulaci¨®n fue adoptada durante la crisis del a?o 1993, despu¨¦s de que la desaparici¨®n de la URSS y del bloque sovi¨¦tico, principales suministradores de la mayor de las Antillas, aparejara una ca¨ªda del 35% del PIB nacional y un hundimiento del 75% de las exportaciones, con relaci¨®n a los ¨ªndices de 1989. El desmoronamiento en todos los ¨®rdenes de la vida aconsej¨® la legalizaci¨®n del d¨®lar para acumular reservas y efectuar transacciones internacionales.
Abordar la eliminaci¨®n de ese sistema es ahora factible porque la econom¨ªa evolucion¨® hacia la estabilizaci¨®n en los ¨²ltimos a?os gracias, en buena medida, al suministro petrolero de la Venezuela de Hugo Ch¨¢vez y a los acuerdos comerciales con China. Osvaldo Mart¨ªnez evita revelar las nuevas medidas en preparaci¨®n, pero insin¨²a que la libreta de racionamiento, vigente desde hace casi medio siglo, desaparecer¨¢ en su actual formato. Y los nuevos ricos, los agricultores privados y cooperativistas, podr¨¢n ganar mucho dinero vendiendo su producci¨®n al Estado o directamente al consumidor. Si las desigualdades sociales se extreman, dice el presidente de la Comisi¨®n Econ¨®mica, se dispone de una herramienta poco utilizada hasta ahora: los impuestos sobre el patrimonio de quienes m¨¢s ingresan.
Pregunta. ?Hasta d¨®nde llegar¨¢ la liberalizaci¨®n en Cuba?
Respuesta. Prefiero hablar de las medidas que van siendo necesarias en un proceso que se alimenta de las realidades espec¨ªficas de la econom¨ªa cubana y que sirven para hacerla m¨¢s capaz de desarrollar el proyecto de la revoluci¨®n cubana.
P. ?Pero en qu¨¦ direcci¨®n? ?M¨¢s propiedad privada?
R. Todo est¨¢ en debate. Hay por supuesto propiedad privada en Cuba. La hay en la agricultura y la hay en ciertas formas de propiedad privada de autoempleo. ?Hasta d¨®nde se puede extender esto? Es uno de los temas que estamos examinando.
P. Imagino que algunos sectores se oponen a las aperturas econ¨®micas por el temor a las "desigualdades sociales".
R. No nos debe preocupar que quien produzca m¨¢s gane m¨¢s. Y en todo caso, si eso adquiere ciertos extremos, la pol¨ªtica impositiva puede corregir esas dificultades.
P. Aumentaron los salarios, pero su capacidad adquisitiva es muy baja.
R. Lo de los salarios es uno de los temas peor tratados por las informaciones period¨ªsticas sobre Cuba.
P. Pero es cierto que apenas cunden.
R. Esa afirmaci¨®n monda y lironda es totalmente falsa porque s¨®lo tiene en cuenta el salario monetario directo que recibe el trabajador, y deja fuera un conjunto de ingresos sociales indirectos recibidos por la poblaci¨®n cubana que son muy valiosos, entre ellos, la salud y la educaci¨®n gratuitas y una carga impositiva muy d¨¦bil.
P. La libreta de racionamiento, por ejemplo, reparte muy poco, y las tarifas el¨¦ctricas se han encarecido.
R. Pero a partir de un nivel exageradamente bajo que no guardaba ninguna relaci¨®n con el precio del petr¨®leo que se gasta en generar esa electricidad, absolutamente insostenible. Y la libreta tiene varios inconvenientes. Representa para el Estado una fuerte erogaci¨®n (980 millones de d¨®lares anuales para comprar alimentos) y hace una distribuci¨®n igualitaria sin tener en cuenta las diferencias de ingresos que hay dentro de la poblaci¨®n cubana. Hay que eliminar esas distorsiones.
P. ?Va a ampliarse la entrada del capital extranjero?
R. Ya lo anuncio Ra¨²l Castro, pero est¨¢n pendientes las normas de ese proceso.
P. Llama la atenci¨®n el comercio de Cuba con EE UU.
R. La realidad es bien sencilla. Se trata de un comercio (en torno a los 400 millones de d¨®lares anuales) muy singular que representa una fisura en el bloqueo norteamericano (el embargo de Estados Unidos a la isla desde el 7 de febrero de 1962). Pero es un comercio en una sola direcci¨®n. Nosotros no podemos vender nada y debemos pagar la mercanc¨ªa por adelantado y en efectivo. De todas formas, nos ahorramos costes de transporte y algunos alimentos son m¨¢s baratos que en otros mercados.
P. ?Cu¨¢les son las principales fuentes de ingresos de Cuba?
R. La exportaci¨®n de los servicios m¨¦dicos, la venta de n¨ªquel y el turismo. (M¨¢s de 20.000 m¨¦dicos cubanos trabajan en una decena de pa¨ªses, principalmente en Venezuela, que paga con petr¨®leo).
P. Lo cierto es que hasta que no se abra un supermercado privado en Cuba, la apertura econ¨®mica estar¨¢ en entredicho.
R. Somos presas nuevamente de estereotipos. A los cubanos no les interesa si es privado o no, sino que haya una buena oferta, un buen surtido.
P. ?Y eso puede conseguirlo el Estado?
R. Por supuesto que s¨ª.
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