Un chiste muy caro y tard¨ªo

El problema no es ir a Eurovisi¨®n a hacer un chiste, sino que ¨¦ste sea caro y, adem¨¢s, tard¨ªo. La aut¨¦ntica osad¨ªa habr¨ªa sido montarlo, por ejemplo, en 1964 cuando Gigliola Cinquetti ganaba cantando que no ten¨ªa edad para amar y el mism¨ªsimo Pablo VI la recib¨ªa en audiencia para agradecerle su mensaje sobre la virginidad juvenil en este foro continental. Eran otros tiempos. Ahora, en el festival ya hace a?os conviven dos tendencias: la guasa y el est¨¢ndar eurovisivo, que no han dado, ni la una ni la otra, muchos momentos memorables.

Austria, en 2003, instalaba la l¨ªnea guasona enviando a un comediante, Alf Poier, cuya canci¨®n par¨®dica todav¨ªa sobrevive en YouTube. Lituania present¨® en 2006 un espl¨¦ndido tema cuya letra apenas dec¨ªa "we are the winners of Eurovisi¨®n".

Italia decidi¨® en 1996 no participar en el festival y Austria se ha ausentado algunos a?os. Anoche tampoco estuvo. Argumentan, no s¨¦ con qu¨¦ convicci¨®n, una supuesta decadencia art¨ªstica. TVE milita fielmente en la divisi¨®n de honor de Eurovisi¨®n aunque no ha tenido problemas para desertar del festival Eurojunior nada menos porque fomenta "prototipos que RTVE no comparte". ?Se acuerdan de "Antes muerta que sencilla" y su menuda int¨¦rprete? ?Cu¨¢l es el prototipo que comparte RTVE en esta Eurovisi¨®n para mayores que tanto gusta a los ni?os, el de las Ketchup, el de Chikilicuatre?

Jos¨¦ Luis Uribarri regres¨® al puesto de comentarista aparentemente convertido a los m¨¦ritos de Chikilicuatre y preocupad¨ªsimo con lo que este experto de la geopol¨ªtica eurovisiva llamaba con evidente mosqueo "vientos del Este", lo que le permiti¨® justificar el resultado espa?ol.

La fiesta, bajo el lema de "confluencia de sonidos", empez¨® con una danza hermafrodita -bailarinas mitad novias, mitad novios. Como no hay que hacer un hueco a las orquestas, la m¨²sica est¨¢ pregrabada, los escenarios de Eurovisi¨®n son cada vez m¨¢s enormes y con m¨¢s bombillas, neblinas y pirot¨¦cnica. Sin contar los cl¨¢sicos ejemplos de blandenguer¨ªa y rock dom¨¦stico, las payasadas ya llegaron con la sexta canci¨®n, de Bosnia Herzegovina. Luego vimos un simp¨¢tico rapero croata de 75 a?os, los piratas de Lituania, al franc¨¦s Tellier cantando en ingl¨¦s y con un coro de mujeres barbudas, ucranianos con alitas de ¨¢ngel, varios casos de transformismo en los vestidos... O sea, que al salir Chikilicuatre, en el puesto 22, la sobredosis de kitsch y frikismo que arrastraba el festival lo difumin¨®. A?¨¢dase a ello que las c¨¢maras, bailando por su cuenta, apenas mostraron el ensayado efecto de un corista equivoc¨¢ndose perpetuamente.

Como casi siempre, lo mejor del festival fue la ceremonia de las votaciones que desde hace a?os se ha abreviado. Votaron 43 pa¨ªses. Y Uribarri anticipando con sus "estad¨ªsticas hist¨®ricas" los votos e ironizando hasta la saciedad sobre las complicidades en el Este europeo. Varios pa¨ªses dieron alguna limosna a Espa?a. Grecia dio ocho puntos. La fidelidad de los vecinos, Portugal y Andorra en particular; las hip¨®tesis sobre qui¨¦n vota en Espa?a ... Lo de siempre. En cabeza, los est¨¢ndares y Chikilicuatre haciendo las maletas.