Las turbulencias vuelven al Este
La inestabilidad pol¨ªtica azota a los socios m¨¢s j¨®venes de la UE por la falta de consolidaci¨®n de los partidos, las desigualdades sociales y la corrupci¨®n
En Hungr¨ªa, la en¨¦sima crisis pol¨ªtica acaba de dejar en minor¨ªa a los socialistas en el Gobierno. En Rep¨²blica Checa, la actividad parlamentaria est¨¢ paralizada desde hace dos a?os. En Bulgaria, el fracaso en la lucha contra la corrupci¨®n y el crimen organizado termin¨® en abril con la destituci¨®n de cuatro ministros. En Lituania, est¨¢ en el poder el decimocuarto Ejecutivo en 16 a?os. Mientras, los enfrentamientos entre presidente y primer ministro en Polonia y Rumania marcan la agenda pol¨ªtica desde hace meses.
S¨®lo el 56% de los ciudadanos est¨¢ satisfecho con la democracia
Casi dos d¨¦cadas despu¨¦s del fin del comunismo, los pa¨ªses de la antigua Europa del Este que han ingresado en la UE a¨²n tienen problemas para alcanzar sistemas democr¨¢ticos estables. En realidad, la vida pol¨ªtica de la regi¨®n vive en agitaci¨®n casi permanente desde 1989. "A¨²n no se ha desarrollado una cultura pol¨ªtica democr¨¢tica; quedan muchas cosas por hacer", afirma Jiri Pehe, director de la Universidad de Nueva York en Praga. "La inestabilidad se ha reactivado parad¨®jicamente desde la entrada de estos pa¨ªses en la UE, tras un breve periodo de relativa calma", a?ade.
Las causas de la inestabilidad son m¨²ltiples. La falta de consolidaci¨®n de las formaciones pol¨ªticas, tras a?os de reinado del partido ¨²nico comunista, es una de ellas. "La transformaci¨®n de los viejos partidos comunistas se inici¨® de forma inmediata y fue r¨¢pida", explica Carlos Flores Juber¨ªas, de la Universidad de Valencia. Surgieron partidos de todo tipo: socialdem¨®cratas -su pasado es un lastre en varios pa¨ªses-, conservadores, liberales, populistas, nacionalistas, religiosos, campesinos... Y pocos de ellos son fuertes. "Las crisis internas y las rupturas son habituales y los votantes ven a las nuevas formaciones que surgen constantemente como tablas de salvaci¨®n contra los problemas y cambian su voto f¨¢cilmente", a?ade el experto.
No todos se han beneficiado del progreso econ¨®mico de los ¨²ltimos a?os. "Los que no se han hecho ricos con las privatizaciones, los que no est¨¢n cualificados para los nuevos trabajos, los que han visto c¨®mo el Estado ya no paga la calefacci¨®n y cobran pensiones de miseria... todos estos perdedores son caldo de cultivo para el populismo y el nacionalismo", explica Piotr Maciej Kaczynski, del Centro de Estudios Pol¨ªticos Europeos en Bruselas. Y a?ade: "El poder ejecutivo se reparte en pa¨ªses como Rumania y Polonia entre el presidente y el primer ministro, que suelen ser de diferentes partidos, y eso es un foco de inestabilidad".
Mientras, la corrupci¨®n sigue siendo la gran lacra de pa¨ªses como Bulgaria y Rumania, y un importante foco de crisis. En las elecciones locales rumanas, por ejemplo, que se celebran el pr¨®ximo mes, las listas est¨¢n repletas de pol¨ªticos investigados por corrupci¨®n (el r¨¦cord lo tiene la provincia de Gorj, donde todos los candidatos est¨¢n pendientes de juicio).
"No es de extra?ar que los ciudadanos no se f¨ªen para nada de los pol¨ªticos", dice Peter Balazs, de la Universidad Central Europea en Budapest. Seg¨²n la ¨²ltima encuesta sobre tendencias democr¨¢ticas de Gallup, realizada el a?o pasado, los ciudadanos de Europa central y del este son los que est¨¢n menos satisfechos con la democracia (el 56% est¨¢ satisfecho, frente al 76% de Europa occidental y el 68% de Am¨¦rica Latina).
La escasez de l¨ªderes fuertes y de una sociedad civil consolidada es otro problema. En los ¨²ltimos a?os del comunismo y los primeros de la transici¨®n surgieron movimientos populares clave, como el sindicato Solidaridad de Lech Walesa en Polonia y el Foro C¨ªvico de Vaclav Havel en la entonces Checoslovaquia. "Ten¨ªan en com¨²n su oposici¨®n al comunismo y, cuando se disolvieron a mitad de los noventa, dejaron un vac¨ªo que todav¨ªa no se ha llenado", afirma Svetlozar Andreev, del Centro de Estudios Pol¨ªticos y Constitucionales. Mientras, miles de especialistas han emigrado en busca de trabajos mejores y "su marcha se ha notado en las ¨¦lites pol¨ªticas actuales", a?ade el analista.
La entrada en la UE no ha tra¨ªdo la calma esperada. "En los a?os previos a 2004 hubo un elevado consenso pol¨ªtico, porque los partidos se centraron en cumplir las reglas para conseguir ingresar en la UE", afirma Ivan Krastev, presidente del Centro de Estudios Liberales en Sof¨ªa. "Pero, poco despu¨¦s de lograrlo, la correcci¨®n pol¨ªtica se termin¨®".
Decenas de gobiernos desde 1989
- Bulgaria. Ha tenido 11 gobiernos. El jefe del Ejecutivo acaba de destituir
a cuatro ministros.
- Rep¨²blica Checa. Desde 1993, nueve gobiernos (14, si se cuenta Checoslovaquia). Ahora, la oposici¨®n y la coalici¨®n de Gobierno tienen los mismos parlamentarios.
- Eslovaquia. Ha tenido cinco gobiernos desde 1993 (10, si se cuenta Checoslovaquia).
- Polonia. Ha tenido 14 gobiernos desde la ca¨ªda de la dictadura comunista. Los enfrentamientos entre el primer ministro y el presidente son constantes desde octubre pasado.
- Hungr¨ªa. Ha tenido ocho gobiernos. Los socialistas gobiernan ahora en minor¨ªa.
- Rumania. Once gobiernos desde 1989. El jefe de Estado y el primer ministro tambi¨¦n est¨¢n enfrentados.
- Lituania. Catorce gobiernos desde 1993.
- Estonia. Desde el fin de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, 12 gobiernos.
- Letonia. Desde comienzo de los noventa, 14 gobiernos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.