Una claustrof¨®bica historia de monstruos reales e imaginarios
Frank Darabont adapta un cuento de Stephen King en 'La niebla'
La carrera de Frank Darabont como director es escasa pero optimista. Autor de poderosos dramas que los americanos definen como feel good movies (pues dejan un buen sabor de boca al salir del cine) como La milla verde o Cadena perpetua. No es as¨ª La niebla, filme de g¨¦nero basado de nuevo en una historia de Stephen King que este "guionista que dirige de vez en cuando", como le gusta describirse, dedica al presidente George W. Bush. "?Acaso nos hemos vuelto locos? Bush lleva siete a?os en la Casa Blanca y si pensaba que la raz¨®n ten¨ªa que imperar, la experiencia me demuestra que no es as¨ª. Seguimos en Irak. Seguimos viviendo en el mismo clima de terror. Por eso ahora la pel¨ªcula es m¨¢s relevante que nunca", explica el realizador, nacido en Francia en 1959, pero afincado en Estados Unidos desde la infancia.
Darabont: "Estoy harto de los filmes que te dejan vac¨ªo al salir del cine"
A Lucas le disgust¨® el gui¨®n del cineasta franc¨¦s para el nuevo Indiana Jones
Fue entonces cuando descubri¨® las pel¨ªculas que marcaron su vida, Ultim¨¢tum a la Tierra o el original de La noche de los muertos vivientes, filmes de g¨¦nero pero con ese sustrato, "esa met¨¢fora oculta bajo el disfraz de la ciencia-ficci¨®n, del terror". Y sin quererse comparar, ¨¦se es su deseo con La niebla, mostrar su decepci¨®n con la humanidad en el mundo actual, despu¨¦s del 11-S y del 11-M, mediante una historia escrita en 1980. "Es una perfecta muestra del miedo que produce el miedo. Que si asustas lo suficiente a la poblaci¨®n podr¨¢s hacer con ellos lo que quieras", resume la finalidad de esta pel¨ªcula "extremadamente pol¨ªtica sin ser pol¨ªtica". Porque La niebla transcurre en su casi totalidad en un supermercado de una peque?a localidad id¨ªlica de la costa estadounidense, donde los residentes se ven acorralados por monstruos desconocidos que apenas ven. "La raz¨®n huye y la superstici¨®n ocupa su lugar", a?ade Darabont, disfrutando de la premisa casi teatral de encerrar a sus protagonistas en un ¨²nico espacio y bajo presi¨®n, algo que aumenta "la intensidad y el tono subversivo" de la pel¨ªcula.
Tambi¨¦n es un cambio completo en su carrera que, tras conseguir tres candidaturas al Oscar entre La milla verde y Cadena perpetua, pinch¨® en hueso con The Majestic y busc¨® refugio en la televisi¨®n, donde desarroll¨® nuevas series, como The Shield: al margen de la ley o Raines. All¨ª encontr¨® nuevas herramientas cinematogr¨¢ficas y donde antes la c¨¢mara utilizaba un estilo preciosista, "m¨¢s tipo [Stanley] Kubrick", en La niebla el tono es "jazz, documental, c¨¢mara en mano". Y si sus anteriores filmes contaron con alguno de los grandes -Morgan Freeman, Tim Robbins, Tom Hanks o Jim Carrey-, el reparto de La niebla no arrastrar¨¢ a nadie al cine.
Un estilo impuesto tambi¨¦n por los 10,87 millones de euros que consigui¨® por todo presupuesto, condicionado adem¨¢s por "ese final" por el que ning¨²n estudio apost¨® m¨¢s. "Si Stephen no hubiera estado de acuerdo me habr¨ªa olvidado de la pel¨ªcula", asegura el realizador, a estas alturas un "gran amigo" del escritor con mayores ¨¦xitos en Hollywood. "Los dos estamos de acuerdo en que los finales en cine necesitan ser m¨¢s concluyentes que en un libro", agrega Darabont. Pero si en el caso de Cadena perpetua tambi¨¦n cambi¨® el final de la obra de King para darle una resoluci¨®n clara y optimista, en el caso de La niebla el cambio es demoledor. "Te puede gustar o no pero al menos te har¨¢ sentir algo. Estoy harto de las pel¨ªculas que te dejan vac¨ªo al salir del cine", desde?a un autor tan s¨®lo enamorado recientemente de dos t¨ªtulos, Hijos de los hombres y El laberinto del fauno. "Es que Guillermo del Toro es un maestro", remata con admiraci¨®n.
Al pesimismo vital de Darabont tambi¨¦n contribuy¨® su ¨²ltimo gran desenga?o en Hollywood. Tras cerca de dos a?os de trabajo ("el tiempo m¨¢s largo que le he dedicado a un gui¨®n", recuerda), Darabont entreg¨® a Steven Spielberg lo que ser¨ªa la historia para el nuevo Indiana Jones. "Me qued¨¦ encantado de que a Steven le gustara tanto. Y muy decepcionado de que a George [Lucas] no le gustara nada", recuerda del final de su relaci¨®n con una saga a la que dio vida en la televisi¨®n con Las aventuras del joven Indiana Jones. "Te tienes que tomar los ¨¦xitos y los fracasos de la misma manera", apunta resignado este realizador, que ahora lleva a?os trabajando en una nueva adaptaci¨®n a la pantalla de Fahrenheit 451, a la b¨²squeda del protagonista perfecto. "Como dicen en El padrino, ¨¦ste es el negocio que hemos escogido".
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