Todas las caras del Renacimiento
El Prado acoge una hist¨®rica muestra dedicada al retrato como g¨¦nero en s¨ª mismo
Es la exposici¨®n de la temporada en el Museo del Prado. Miguel Zugaza, director de la pinacoteca, va a¨²n m¨¢s lejos: "No creo que haya habido tantas obras maestras dentro de una misma exposici¨®n en ning¨²n otro momento de la historia del museo". Un paseo entre los sublimes retratos del Renacimiento convencer¨¢ a m¨¢s de uno (tras su apertura al p¨²blico el martes) de que no se trata de una exageraci¨®n. El marco temporal no est¨¢ escogido al azar. Es en el Renacimiento cuando nace el retrato como g¨¦nero art¨ªstico aut¨®nomo (no ligado a la ornamentaci¨®n de los edificios) y alcanza cotas que nunca fueron superadas. ?Por qu¨¦? Por las mismas causas por las que se encarga un retrato. El amor, el af¨¢n de hacer presentes a los ausentes, la afirmaci¨®n del propio estatus... Las causas pueden ser m¨²ltiples y todas se dan el Renacimiento.
El retrato del Renacimiento es la primera muestra en la que se aborda el g¨¦nero de manera global. Con 130 obras maestras de Jan van Eyck, Rubens, Piero della Francesca, Durero, Tiziano, Rafael, Botticelli o Antonio Moro. Organizada en colaboraci¨®n con la National Gallery -la exposici¨®n viajar¨¢ a Londres a partir de octubre-, es ¨¦sta una muestra de extraordinaria complejidad, seg¨²n Zugaza, quien indic¨® que ha habido que conciliar las voluntades de muchas instituciones. El 40% de las obras pertenece a los fondos del Prado y el resto son prestadas.
?Y si tuviese que destacar nombres? El director argument¨® ayer que todas las piezas eran obras maestras y que, adem¨¢s, hay artistas que comparecen por primera vez en este museo como es el caso de Piero della Francesca, Jan van Eyck, Domenico Ghirlandaido, Giorgiones, Holbein o Tullio Lombardo. "Esta exposici¨®n eleva el nivel acad¨¦mico del museo".
Miguel Falomir, jefe del Departamento de Pintura Italiana del Renacimiento del Museo del Prado ha comisariado tan singular muestra. "El retrato es uno de los temas m¨¢s importantes de la historia del arte, pero nunca hab¨ªa sido objeto de una exposici¨®n como g¨¦nero pict¨®rico aut¨®nomo. Los primeros que se conocen pertenecen a Giotto, pero s¨®lo tenemos constancia escrita, no se conservan". Falomir refleja en la exposici¨®n 200 a?os de la historia de la pintura, los siglos XV y XVI en Europa y m¨¢s concretamente en los Pa¨ªses Bajos, Alemania e Italia. "Las obras se centran en lo que se conoce como retrato democr¨¢tico", aclara Falomir. Hasta entonces, s¨®lo se hac¨ªan retratos de los pr¨ªncipes, reyes y papas. En el Renacimiento, los artistas empiezan a recibir encargos de personas de casi todo el espectro social. Los matrimonios pudientes encargan retratos pareados, los padres piden que se inmortalice a sus hijas en la v¨ªspera de la boda, el marido deja su recuerdo pintado a la esposa... Cada cuadro arrastra una historia humana y el m¨¦rito del artista est¨¢ en saberla contar. ?Un ejemplo? El retrato de Mary Neville, baronesa Dacre, realizado por Hans Eworth en 1555. En primer plano, aparece la robusta baronesa con una expresi¨®n de profunda tristeza. Al fondo cuelga un peque?o retrato en el que se adivina al esposo. Un nombre y una fecha en el marco dan la clave de la desolaci¨®n de la mujer. Es la fecha en la que su marido hab¨ªa sido ahorcado, a los 24 a?os, como delincuente com¨²n. Hab¨ªa matado a un sirviente durante una expedici¨®n de caza furtiva. Y ella se queda sin marido, sin casa y sin tierras.
En la exposici¨®n, ordenada cronol¨®gicamente, se observa que el retrato fue de peque?o tama?o (de 30 a 40 cent¨ªmetros) en sus inicios. Estaban pensados para ser guardados en cajas, que hac¨ªan las veces de ¨¢lbumes fotogr¨¢ficos. Seg¨²n avanza el siglo XV, crecen en tama?o, pues son encargados para que todo el mundo los contemple. Los retratos de Tiziano que ocupan la ¨²ltima sala alcanzan hasta los tres metros de altura.
Poco despu¨¦s del maestro italiano el recorrido toca a su fin. Y surge la pregunta ?Hay ausencias de peso? "La Gioconda, reconoce Falomir. El Louvre nunca la presta. Aunque con la que hay montada con El c¨®digo da Vinci, casi mejor".
Babelia
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