Soler le sale rana a Camps

Reunidos por el jefe del Consell, Francisco Camps, los dos candidatos a comprar el Valencia, Paco Roig y Bautista Soler, escucharon las palabras conciliadoras del presidente. Hab¨ªa que llegar a un consenso, les dijo. La Generalitat, sin embargo, ya hab¨ªa tomado la decisi¨®n. El nuevo presidente del Valencia ser¨ªa Juan Bautista Soler, el hijo del due?o. El 4 de junio de 2004, Roig le vendi¨® todas sus acciones a Bautista Soler por 30 millones de euros. Dos consejeros de Camps, Esteban Gonz¨¢lez Pons y Rafael Blasco, presionaron a Roig para que desapareciera del mapa valencianista. Estos dos consejeros, a continuaci¨®n, dieron el visto bueno a la hoja de ruta de Soler para acabar con la deuda del club (130 millones) y meter al Valencia en "la Champions econ¨®mica".

Dos consejeros presionaron a Roig para que desapareciera

El vicepresidente Rambla estudio con Juan Villalonga el traspaso del club

Valencia Experience pagar¨¢ 6,5 millones al club aunque no se sabe por qu¨¦

Primero la recalificaci¨®n de Porxinos, unos terrenos r¨²sticos que Soler compr¨® por 35 millones y que vender¨ªa por 120, "un pelotazo para el Valencia", reconoci¨® Soler despu¨¦s de que Blasco, consejero de Urbanismo de entonces, le aprobara el Plan de Actuaci¨®n Integral (PAI) en esos 1.6151.650 metros de Riba-roja. Segundo: Soler consigui¨® que la alcaldesa de Valencia, Rita Barber¨¢, del PP, le recalificara el estadio de Mestalla, de suelo deportivo a residencial, y le diera una edificabilidad de 89.000 metros cuadrados. Y tercero: Soler logr¨® que Barber¨¢ le cediera el suelo en otra parte de la ciudad, la avenida de las Cortes Valencianas, para construir un nuevo estadio a cambio de la permuta de unos terrenos valorados en 45 millones.

"?Qu¨¦ le vieron a Soler?", se pregunta un ex presidente del club. Pues, su pasado como presidente de los promotores valencianos ante las operaciones inmobiliarias que se avecinaban, la buena disposici¨®n financiera de su padre tanto con el PP como con el PSPV, y su docilidad para estar a disposici¨®n del partido. El resultado previsto por las autoridades era que el Valencia se convertir¨ªa "en la envidia del Madrid y el Bar?a", seg¨²n profetiz¨® Soler en septiembre de 2004. La realidad es otra: la deuda se ha disparado a 330 millones, el viejo Mestalla no hay quien lo compre debido a la crisis inmobiliaria, y los gastos del nuevo estadio ahogan las cuentas del club, que hubo de ampliar un pr¨¦stamo de 120 a 200 millones con Bancaixa, otra entidad semip¨²blica que ha prestado a Soler todo su apoyo.

Hasta ahora, claro. La gesti¨®n de Soler, que dej¨® la presidencia el 12 de marzo, ha propiciado un enorme desencanto entre quienes lo catapultaron en los primeros a?os. El vicepresidente del Consell, Vicente Rambla, se reuni¨® el 20 de febrero con el financiero Juan Villalonga, en el palacio de los Catal¨¤ de Valeriola, para estudiar la posibilidad de que el ex presidente de Telef¨®nica se hiciera con el control del club de Mestalla. Operaci¨®n fallida porque no se pusieron de acuerdo sobre el precio.

El trato de favor hacia esta sociedad an¨®nima deportiva apenas ha admitido r¨¦plica por parte de la oposici¨®n pol¨ªtica. Y cuando el PSPV cuestion¨® la recalificaci¨®n de Mestalla, sali¨® trasquilado. En septiembre de 2006, en concreto, con las elecciones auton¨®micas a la vuelta de la esquina: Soler envi¨® "un mensaje claro" a la afici¨®n para separar "a quien est¨¢ del lado de nuestra entidad y quien est¨¢ poniendo trabas" en su "ambicioso proyecto de ofrecer al valencianismo y a la sociedad valenciana las ventajas y beneficios de un club que desea consolidarse en la ¨¦lite del f¨²tbol mundial". A ese carro se subi¨® el entonces consejero de Territorio y Vivienda, Gonz¨¢lez Pons, que tild¨® al l¨ªder de los socialistas, Joan Ignasi Pla, de Mijatovic, o sea, de traidor. Y tambi¨¦n la Agrupaci¨®n de Pe?as valencianistas, muy agradecidas entonces al due?o del club, ahora enfrentadas a ¨¦l.

El comunicado contra los socialistas fue un favor m¨¢s de Soler hacia los dirigentes del PP. Hubo otros. Como cuando el equipo jug¨® en octubre de 2005 con la zamarra de la senyera en Mestalla ante el Sevilla para protestar contra el Bar?a, que d¨ªas antes hab¨ªa desplegado una pancarta en el Camp Nou de los Pa?sos Catalans que inclu¨ªa a la Comunidad Valenciana.

En una comida con periodistas, el 12 de abril de 2005, a Soler se le escap¨® una alusi¨®n a Florentino P¨¦rez, ex presidente del Real Madrid, que hizo una operaci¨®n urban¨ªstica para el club madridista "en 48 horas" tras hablar con el entonces presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, y pese a la negativa del de la Comunidad, Alberto Ruiz Gallard¨®n. Ese era el trato que Soler esperaba de las autoridades valencianas.

Las ayudas no han terminado. La Comisi¨®n de Urbanismo del Ayuntamiento de Valencia aprob¨® el lunes la modificaci¨®n del Plan General de Ordenaci¨®n Urbana (PGOU) para que el Valencia construya un hotel en sus terrenos de las Cortes Valencianas. Una doble recalificaci¨®n que choca con las normas del PGOU, que proh¨ªbe el uso hotelero en un sistema general de servicios p¨²blicos de uso deportivo.

Claro que la connivencia entre el Valencia y el poder pol¨ªtico no es de ahora. Cuando el club se qued¨® sin patrocinador en 1998, el entonces presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, ofreci¨® el patrocinio de Terra M¨ªtica, el parque tem¨¢tico que ¨¦l hab¨ªa lanzado en Benidorm: 500 millones de pesetas por dos temporadas. Terra M¨ªtica, al menos, era algo tangible. El nuevo patrocinador de la sociedad de Mestalla, Valencia Experience tiene un aire fantasmal. Una empresa que naci¨® el a?o pasado y que no ha tenido m¨¢s actividad que haber participado "como patrocinador en algunos eventos", seg¨²n un portavoz del fundador, Vicente S¨¢enz Merino, amigo del consejero delegado del Valencia, Jes¨²s Wolstein. Valencia Experience, compuesta por "otros empresarios" de quienes S¨¢enz Merino no quiere desvelar el nombre, pagar¨¢ seis millones y medio al Valencia a cambio de que los futbolistas del Valencia lleven su nombre en las camisetas. Qu¨¦ beneficios obtendr¨¢ por ello es un misterio.