El debate interno de los socialdem¨®cratas golpea a la gran coalici¨®n de Alemania

El Partido Socialdem¨®crata alem¨¢n (SPD) busca su norte entre dos fuegos que amenazan su espacio pol¨ªtico. Necesita por un lado marcar distancias con su socio en el Gobierno federal, los democristianos de la canciller Angela Merkel (CDU), que se llevan todas las medallas de los ¨¦xitos de esta legislatura. Por otro, deben defenderse de la creciente amenaza de La Izquierda, nuevo partido nacido hace apenas un a?o de la uni¨®n entre socialdem¨®cratas desencantados del oeste y los herederos del partido ¨²nico de la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana. La Izquierda no ha dejado de apuntarse desde entonces un ¨¦xito tras otro en las elecciones regionales. La direcci¨®n socialdem¨®crata insiste en que no es posible un pacto con La Izquierda en el Gobierno federal, pero cada entrada del nuevo partido en un parlamento regional aviva el debate en el SPD: pactar o no pactar.

Faltan 16 meses para las elecciones legislativas de 2009 y corren malos tiempos para el SPD. El bar¨®metro de la televisi¨®n p¨²blica alemana ZDF, publicado el viernes, daba a los socialdem¨®cratas un apoyo del 21%. Su l¨ªder, Kurt Beck, lo ten¨ªa peor: obten¨ªa s¨®lo un pobre 15%. Son los peores sondeos del partido desde el inicio de la legislatura.

En la convenci¨®n del SPD celebrada este s¨¢bado en Nuremberg, Beck decidi¨® ense?ar los dientes y pasar al ataque. Adem¨¢s de presentar una candidata alternativa (Gesine Schwan) para disputar la presidencia federal al democristiano Horst K?hler, el l¨ªder socialdem¨®crata dedic¨® su discurso a "abrir las puertas" de su partido a los liberales del FDP, en recuerdo de la coalici¨®n que dio el Gobierno a Willy Brandt en 1969. Tras estos gui?os a una posible coalici¨®n sem¨¢foro entre socialdem¨®cratas, Verdes y liberales (cuyo color electoral es el amarillo), el presidente del SPD arremeti¨® contra La Izquierda, "cuyas convicciones fundamentales distan completamente" de las del Partido Socialdem¨®crata.

Es improbable que Beck trate de forzar unas elecciones anticipadas en mitad de su traves¨ªa en el desierto. La cuesti¨®n fundamental es c¨®mo continuar¨¢ la legislatura con los partidos del Gobierno en continua gresca.

Si el SPD tiene problemas graves, lo cierto es que la Uni¨®n Cristiano Dem¨®crata tampoco vive su hora m¨¢s feliz. El desgaste de tres a?os de gran coalici¨®n tambi¨¦n afecta al partido de Merkel, que no tiene garantizada una mayor¨ªa suficiente para gobernar con sus socios predilectos: el FDP.