Trampas en el solitario

La semana pasada el lehendakari Ibarretxe anunci¨® el arranque de una hoja de ruta parlamentaria, electoral y refrendataria cuyo destino ¨²ltimo ser¨ªa la convocatoria en 2010 de una consulta jur¨ªdicamente vinculante a fin de que la ciudadan¨ªa de la comunidad aut¨®noma pudiera pronunciarse sobre el derecho de autodeterminaci¨®n del Pa¨ªs Vasco. Esa larga marcha se propone en realidad retroceder hasta el Acuerdo de Estella, suscrito exclusivamente por los nacionalistas en septiembre de 1998 poco despu¨¦s del pacto secreto del PNV y EA con ETA; los avances hacia el pluralismo pol¨ªtico e ideol¨®gico del Pa¨ªs Vasco logrados mientras Josu Jon Imaz fue presidente del centenario partido jelkide han sido desbaratados.

La propuesta del lehendakari es una versi¨®n remendada del primer plan Ibarretxe, aprobado por el Parlamento Vasco en diciembre de 2004 y rechazado por el Congreso en febrero de 2005. Su objetivo es construir un f¨¦rreo bloque de nacionalistas institucionales y de nacionalistas situados en la ¨®rbita de ETA: esa amalgama emocional e ideol¨®gica unida por el soberanismo se enfrentar¨ªa as¨ª a las dem¨¢s fuerzas pol¨ªticas vascas (mayoritarias en la comunidad aut¨®noma el 9-M) y a la opini¨®n abrumadoramente dominante en el resto de la ciudadan¨ªa espa?ola, con el resultado final de un choque de trenes -la imagen es de ??igo Urkullu, actual presidente del PNV- del que s¨®lo obtendr¨ªa beneficios la banda terrorista.

Ese peligroso viaje de retorno al belicoso frentismo protagonizado por soberanistas y autonomistas entre 1998 y 2005 comenzar¨¢ el 27 de junio con la votaci¨®n en la C¨¢mara de Vitoria de un proyecto de ley para la convocatoria y regulaci¨®n de una consulta popular -sin autorizaci¨®n previa del Gobierno central- dirigida a recabar la opini¨®n ciudadana de la comunidad aut¨®noma sobre la apertura de un doble proceso de negociaci¨®n -entre el Estado y ETA (primera pregunta) y entre todos los partidos vascos sin exclusiones (segunda cuesti¨®n)- a fin de alcanzar la paz y la normalizaci¨®n pol¨ªtica. Pese a que Urkullu daba por descontado que el texto de la consulta incluir¨ªa una condena expl¨ªcita de ETA, la exposici¨®n de motivos del proyecto se limita a exigir de la banda "el fin de la violencia"; y aunque la experiencia de la negociaci¨®n con los terroristas en la anterior legislatura probase su inexistente "voluntad" de buscar la paz, la propuesta de Ibarretxe repite como un sordo sonsonete la oferta que ETA hizo saltar por los aires el 30 de diciembre de 2006 y contin¨²a manchando de sangre con sus atroces asesinatos y atentados.

Dada la actual composici¨®n de la C¨¢mara de Vitoria (formada por 75 diputados) y el anunciado voto en contra del PSE (18) y del PP (15), la aprobaci¨®n de la ley por mayor¨ªa simple necesitar¨ªa el apoyo no s¨®lo de los partidos del tripartito (22 de PNV, 7 de EA y 3 de EB) y de Aralar (1), sino tambi¨¦n -al menos un esca?o- de EHAK (9), la segunda marca de Batasuna cuya ilegalizaci¨®n ha sido solicitada ante el Supremo por el fiscal general y los servicios jur¨ªdicos del Estado. Un miembro del Gobierno de Vitoria -el consejero Azkarraga, de EA- ha dejado claro que el tripartito de Ibarretxe no har¨ªa el m¨¢s m¨ªnimo asco al eventual respaldo prestado por EHAK: "Todos los votos del Parlamento vasco son absolutamente leg¨ªtimos". Al portavoz del PNV en la C¨¢mara de Vitoria, Joseba Egibar, tampoco le resultar¨ªa "pol¨ªticamente inc¨®modo" el apoyo de EHAK. En esa pendiente deslizante del contubernio patri¨®tico del PNV hacia cualquier pariente de la familia nacionalista, Xabier Arzalluz -ex presidente del PNV- ha llegado incluso a criticar la reciente detenci¨®n policial en Burdeos del etarra L¨®pez Pe?a: su peregrino argumento es que los interlocutores de la organizaci¨®n terrorista que se entrevistaron con emisarios del Gobierno entre 2006 y 2007 deber¨ªan disfrutar de un cierto grado de impunidad: "En las negociaciones con el enemigo se suele respetar un poco la figura de los que participan y aqu¨ª se lo han cargado".

La empecinada obsesi¨®n de Ibarretxe por resolver los problemas del Pa¨ªs Vasco con los triunfos de su arbitrista proyecto quiz¨¢s le haya inculcado los vicios mentales del jugador de solitarios, incluida la tendencia a hacerse trampas cuando los naipes se resisten. Una estampa alternativa a ese imaginario lud¨®pata autista de mesa-camilla que se enga?a a s¨ª mismo con la baraja podr¨ªa ser el malicioso jugador de ventaja que simula una inocencia franciscana -"?qu¨¦ hay de malo en lo que propongo" o "?por qu¨¦ el Gobierno se niega a pactar con las instituciones vascas lo que negocia con ETA"?- a fin de embaucar a sus compa?eros de partida. Si el proyecto de Ibarretxe fuese aprobado por el Parlamento el 27 de junio, la ley quedar¨ªa en suspenso a causa de su patente inconstitucionalidad; tal vez el verdadero prop¨®sito del lehendakari sea precisamente provocar ese frustrante desenlace a fin de reba?ar en las urnas un buen trozo del pastel de votos hasta ahora propiedad de las marcas -Batasuna, ANV o EHAK- del brazo pol¨ªtico de ETA.