El registrador de naufragios

Una fotograf¨ªa se hace sitio a codazos entre cientos de cartas n¨¢uticas que abarrotan los estantes de su caseta. "A Jos¨¦ L¨®pez, Olegario, del comandante y oficiales del buque de investigaci¨®n y salvamento submarino Poseid¨®n en agradecimiento a su inestimable colaboraci¨®n en la localizaci¨®n del pecio Blas de Lezo. A bordo, en la mar, 15 de septiembre de 1995", reza el texto caligrafiado sobre la imagen. En un recorte de peri¨®dico los buzos de la escuela Technical Diving agradecen "a Olegario, un pescador de la zona, sus indicaciones" para descubrir la tumba del acorazado Cardenal Cisneros, hundido en la r¨ªa de Muros el 28 de octubre de 1905 durante unas maniobras, s¨®lo tres a?os despu¨¦s de entrar en servicio.

"Muchos patrones se llevaron lo que sab¨ªan a la tumba por ser analfabetos"

"En Galicia hay mil barcos hundidos, entre ellos, 28 de la Armada Invencible"

Lo encontraron hace dos a?os. Jos¨¦ L¨®pez, Olegario, como lo conoce todo el mundo en la Costa da Morte por su abuelo, faenaba desde 1970 entre los restos del Cardenal Cisneros. "Me llev¨® m¨¢s de un d¨ªa encontrarlo. Me hinch¨¦ a pescar mero, como en el petrolero Bonifaz".

Los actuales barcos van cargados de tecnolog¨ªa. "Ahora, con el GPS, puede andar en el mar cualquier parag¨¹ero. Antes para ser un buen patr¨®n se necesitaban 40 a?os; alguno de los de ahora incluso se marea", bromea Jos¨¦ L¨®pez mientras desenrolla cartas n¨¢uticas. Su tesoro, el bien m¨¢s preciado de un buen patr¨®n. "Los bancos de peces buscan refugio en los pecios y cuando te encontrabas uno eras afortunado. Lo marcabas con dos se?ales visuales de tierra y echabas las redes cuando no hab¨ªa nadie. El mar es un mundo de pillos, incluso te daban se?ales falsas".

Jos¨¦ L¨®pez embarc¨® con 14 a?os. Lo que consegu¨ªa sonsacar a los marineros experimentados lo apuntaba en una libreta. Al llegar a tierra, en vez de correr como todos a la taberna, se encerraba en la caseta de su casa de Sardi?eiro (Fisterra) para pasar las notas a los mapas.

"Muchos buenos patrones se llevaron lo que sab¨ªan a la tumba porque eran analfabetos. Era una l¨¢stima porque hasta 1960 no se trabaj¨® con s¨®nar. Descubr¨ªas los pecios porque algo se enganchaba a las redes. Un compa?ero se enter¨® de un submarino porque le arranc¨® el periscopio".

"Olegario siempre ha pescado mucho", comenta Fernando Carrillo en Fisterra cuando se le pregunta por el mejor marinero de la Costa da Morte. "Pescaba, s¨ª", responde el aludido. "Hab¨ªa empresas de A Coru?a y de Vigo que ven¨ªan a buscar patrones de aqu¨ª. Los fichaban como a futbolistas, ganando much¨ªsimo. Yo no me fui porque me iba bien con esto". Mientras termina la frase se?ala sus mapas.

Jos¨¦ L¨®pez, el patr¨®n del Jordi, ha puesto latitud y longitud a cada barco que ha naufragado en la plataforma continental (15 millas) desde Estaca de Bares hasta A Guarda. "No creo que se me escape ning¨²n naufragio de los que ha habido en Galicia. Tambi¨¦n tengo muchos localizados en el Cant¨¢brico y en Portugal porque trabaj¨¦ un tiempo en San Vicente". Esa informaci¨®n hace un tiempo val¨ªa un dineral. "Ahora en cualquier carta electr¨®nica te vienen, aunque no sabes de qu¨¦ barco se trata. Y la sonda tampoco te dice si es piedra o hierro lo que hay en el fondo".

No hay s¨®nar m¨¢s fiable que Olegario. No hay investigaci¨®n submarina en la Costa da Morte que no pase a sondearlo. "Yo colaboro siempre que no sea para expoliar, como sucedi¨® con el Douro", un barco ingl¨¦s que naufrag¨® frente a las costas de Laxe en 1882. El saqueo de 437 kilos de oro (20.000 monedas) se vio en el documental El oro de los abismos, emitido por La noche tem¨¢tica de TVE en 1997.

Olegario tiene 66 a?os. Est¨¢ harto del mar, pero no de los mapas. "Cuando me jubil¨¦ decid¨ª ponerle a cada barco su historia y las causas del naufragio. Don¨¦ un mapa al Club N¨¢utico de Corcubi¨®n y llegaron a ofrecer 500 euros por ¨¦l. Pod¨ªan haber venido aqu¨ª...", a?ade con una carcajada. "En Galicia hay unos mil barcos hundidos. Desde submarinos hasta los 28 buques de la Flota de Padilla, de la Armada Invencible, que se hundieron en 1596 en la ensenada de Sardi?eiro cuando intentaban refugiarse del temporal. Hay muchos de madera que ya no aparecen en el s¨®nar". En el mapa de Olegario s¨ª est¨¢n. Y, como escribe cuando termina un mapa, "todo lo que aqu¨ª est¨¢ escrito puede ir a misa".