Mel Ferrer, actor y director
Protagoniz¨® 'Lili' y particip¨® en m¨¢s de cien pel¨ªculas
Ha muerto Mel Ferrer. Los amantes del cine pierden a una leyenda, a un actor "de los de antes", icono del Hollywood cl¨¢sico. Un int¨¦rprete que personalizaba la ¨¦poca en que los actores eran actores en lugar de productos medi¨¢ticos. Mel Ferrer, actor, director y productor, falleci¨® el lunes a los 90 a?os en Santa B¨¢rbara, California.
M¨¢s de 100 pel¨ªculas y telefilmes avalan la trayectoria de Melchor Gaston Ferrer, nacido el 25 de agosto de 1917 en Elberon, Nueva Jersey, hijo de padre espa?ol, como se encarg¨® de recordar en 1989 a la agencia Efe en la que se confesaba "muy orgulloso" de su origen espa?ol y se refer¨ªa al castellano como "uno de los idiomas m¨¢s hermosos de la Tierra, con el que me familiaric¨¦ desde mi infancia". Dos a?os m¨¢s tarde recalc¨® que su padre hab¨ªa nacido en Catalu?a y que su nombre, Melchor, naci¨® del deseo paterno de llamarle como su mejor amigo "y como uno de los Reyes Magos".
Por suerte para los amantes del cine, Mel Ferrer abandon¨® sus estudios de medicina en la Universidad de Princeton para dedicarse al teatro y debutar como bailar¨ªn en Broadway. De esp¨ªritu inquieto, tambi¨¦n trabaj¨® para un peri¨®dico en Vermont y se introdujo en el mundo radiof¨®nico, hasta trasladarse definitivamente a Nueva York. Pocos aficionados recordar¨¢n que, antes de debutar como actor, Ferrer lleg¨® a dirigir una pel¨ªcula para la Columbia Pictures, el drama The girl of the Limberlost (1945). Ese mismo a?o tambi¨¦n interpretaba en Broadway la obra de Lillian Smith Strange fruit, centrada en un amor interracial, y un a?o despu¨¦s ser¨ªa dirigido por Jos¨¦ Ferrer en Cyrano de Bergerac. Su primera aparici¨®n ante la c¨¢mara tiene lugar, sin acreditar, en el drama The fugitive (1947), de John Ford, y pronto hace estallar su poder¨ªo actoral en The brave bulls (1951), de Robert Rossen. Su trabajo crece en la memorable Encubridora (1952), de Fritz Lang, y, sobre todo, en Scaramouche (1952).
Su reconocimiento popular y cr¨ªtico aument¨® tras encarnar, en un impactante cambio de registro, al entra?able titiritero de Lili (1953), la inolvidable comedia protagonizada por Leslie Caron. Un a?o despu¨¦s, contrae matrimonio con la legendaria Audrey Hepburn: juntos representaron en Nueva York la obra teatral Ondine, por la que ella obtuvo un premio Tony. En 1959, Ferrer la dirigir¨ªa en Mansiones verdes, drama rom¨¢ntico donde Anthony Perkins encontraba el amor en Hepburn, y poco antes de su divorcio, en 1968, producir¨ªa el thriller Sola en la oscuridad.
Desde entonces Mel Ferrer se convierte en un actor imprescindible en el Hollywood de los a?os cincuenta y sesenta, un actor de raza, capaz de tocar todos los registros posibles, derrochador de elegancia y talento. Cabe destacar el atrevimiento que supone resaltar algunas pel¨ªculas de su filmograf¨ªa en detrimento de otras, pero resulta imprescindible detenerse en obras cumbre como la monumental Guerra y paz (1956), dirigida por King Vidor, en la que Ferrer, que comparti¨® pantalla junto con Audrey Hepburn y Henry Fonda, logr¨® el milagro de que ning¨²n aficionado pudiera imaginar a otro pr¨ªncipe Andr¨¦i que no llevase su rostro. M¨¢s tarde rodar¨ªa en Europa obras emblem¨¢ticas como Elena y los hombres, de Jean Renoir, junto a Ingrid Bergman, y El diablo y los diez mandamientos (1962), de Julien Duvivier. De regreso a Estados Unidos, particip¨® en superproducciones como El d¨ªa m¨¢s largo (1962). En 1965 se embarca de nuevo como director en otra pel¨ªcula, Cabriola, una aut¨¦ntica rareza, rodada en Espa?a, ambientada en el mundo taurino y protagonizada por Marisol.
Su ritmo de trabajo se atemper¨® en los a?os setenta, tras divorciarse de Audrey Hepburn y sufrir un infarto que merm¨® su salud. La ¨²ltima ocasi¨®n en la que apareci¨® ante las c¨¢maras fue hace 10 a?os, en la miniserie Catalina la Grande (1998), capitaneada por Catherine Zeta-Jones.
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