Partidario

Ahora que se habla tanto del futbolista Ra¨²l y de su exclusi¨®n de la selecci¨®n espa?ola que disputar¨¢ la Eurocopa, me he acordado de una m¨ªtica frase del futbolista dicha durante una entrevista para televisi¨®n. Le preguntaron por su libro favorito y ¨¦l respondi¨®: "No soy partidario de leer". No, no dijo "no me gusta leer" o "no leo" o "preferir¨ªa que me metieran un hierro candente por el orto antes de leer un libro". Dijo "partidario". Recuerdo que entre la pregunta y la respuesta hubo una breve pausa. Y supongo que lo de "no me gusta leer" resultaba demasiado duro, as¨ª que Ra¨²l prefiri¨® acudir a su propio diccionario de sin¨®nimos. Err¨® el tiro, pues en vez de decir "aficionado" o "amante de", le sali¨® "partidario", con lo que el sentido de la frase adquiri¨® un tono beligerante hacia la lectura que seguramente poco ten¨ªa que ver con la intenci¨®n inicial.

S¨¦ que es un t¨®pico hablar de lo mal que se expresan los futbolistas. Sus perogrulladas como "el f¨²tbol es as¨ª" o "el f¨²tbol es once contra once" han sido parodiadas hasta la saciedad, as¨ª que soltar "c¨®mo son los futbolistas hablando, ?eh?" tiene poco de agudo y original y mucho de repetitivo y facil¨®n. Pero la an¨¦cdota de Ra¨²l me encanta porque intenta hacerse el culto, convertirse con su sentencia en un Jorge Valdano de la vida. Y eso es precisamente lo terrible: el valdanismo, el discurso alrededor del f¨²tbol. Prefiero mil veces la simplicidad del "f¨²tbol es f¨²tbol" a la pedanter¨ªa rancia y falsamente ¨¦pica de un deporte en el que la mayor¨ªa de los partidos quedan en empate a cero.

Esa venta de humo que tiene el f¨²tbol est¨¢ tan extendida en la televisi¨®n y la radio (donde se exagera tanto la narraci¨®n de jugadas sopor¨ªferas intentando colarlas como sublimes momentos del balompi¨¦) como en la cr¨®nica de prensa (donde las interminables disertaciones sobre un partido alcanzan el horror vacui verbal absurdo). S¨ª, vale, eso pasa en todos los terrenos. En el cine, la pol¨ªtica, los toros, la m¨²sica. Se emborronan cuartillas sin parar con an¨¢lisis desproporcionados, pero quiz¨¢s en el f¨²tbol llama la atenci¨®n porque su gran valor es su simplicidad.

A m¨ª no me gusta el f¨²tbol, pero disfruto mucho de los acontecimientos deportivos internacionales. Encuentro muy divertida la disputa entre selecciones nacionales, los octavos de final, los cuartos, los partidos decisivos, la loter¨ªa de los penaltis... La mec¨¢nica es tan sencilla que atrapa y la concentraci¨®n de tantos partidos en pocas semanas es de una intensidad brutal. Si Ra¨²l deber¨ªa estar en la Eurocopa no lo s¨¦, no entiendo, pero dicen que en el Madrid lo ha hecho bien esta temporada.